En los últimos meses han aumentado las invasiones en el cerro de La Popa y actualmente son cuatro las nuevas comunidades asentadas con viviendas de madera y plásticos. Se trata de Kennedy, Loma del Kennedy, Loma de Esperanza y la más antigua: La Bendición de Dios. Todas están conformadas por personas vulnerables de la ciudad o el país, y por extranjeros que en su mayoría llegaron desde Venezuela.
Y pese a que los líderes comunales de barrios alrededor han denunciado el fenómeno social, faltan mayores esfuerzos de las autoridades para frenar las invasiones y sus afectaciones al ecosistema.
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No obstante, ante las recientes denuncias de inseguridad en la zona, especialmente en la carretera que sube al cerro, los mismos líderes aseguraron que la Policía Metropolitana de Cartagena sí tiene presencia fija en el lugar, a través de un CAI móvil que constantemente vigila los más de dos kilómetros de distancia que hay desde la esquina de Profamilia hasta el convento de La Popa.
Emir Flórez, director del frente de seguridad del sector, manifestó que si bien los uniformados están en la vía, es pertinente que los turistas o cartageneros soliciten el acompañamiento siempre que vayan a subir o bajar, comunicándose con los números de teléfono del cuadrante que están pintados en murales al comienzo del recorrido.
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Respecto al reciente episodio denunciado, en el que varios turistas al parecer fueron interceptados por desconocidos en una curva, el veedor aclaró que no se consumó el hurto y que se trató de cuatro extranjeros que posteriormente fueron capturados.
“El CAI móvil está aquí hace 14 años y siempre ha hecho un buen trabajo, no vamos a permitir que dañen la imagen de la ciudad y duden del trabajo conjunto que aquí se realiza. Aquí no hay atracos, los policías del CAI custodian a todo el que sube. Lo que sí se requiere es un aumento del pie de fuerza, poner si quiera dos uniformados más en el comienzo de la vía y en la mitad”, añadió Flórez.
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A ganar confianza
Por su parte, el reconocido gestor cívico Rafael Zúñiga mostró su preocupación no solo por el desmedido crecimiento de las invasiones, sino por la falta de mantenimiento de la vía principal, en cuyas orillas se evidencia demasiada vegetación. “Los bordes de la carretera están llenos de monte, eso no está bien para una zona tan turística, deben podar todo para que se vea mejor y haya sensación de seguridad”, señaló.
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Este medio intentó conocer una versión oficial de la Policía Metropolitana de Cartagena sobre los supuestos episodios de inseguridad en la zona, pero no fue posible obtener respuesta.
De forma extraoficial, un integrante del CAI móvil que funciona en la subida a La Popa, cuya identidad se mantiene en reserva, aseguró que no se han cometido hurtos allí en los últimos cinco meses y que la ciudadanía puede hacer los recorridos con seguridad, pues el CAI está siempre disponible para hacer los acompañamientos.
