<img src="https://sb.scorecardresearch.com/p?c1=2&amp;c2=31822668&amp;cv=2.0&amp;cj=1">

“En Cartagena es difícil la atención médica para un chico trans”: Joan

A Joan le gustaría lograr un cuerpo masculino donde sentirse cómodo, sin embargo, esta terapia hormonal está llena de obstáculos en Cartagena.

Joan practicaba deportes, estuvo en diferentes colegios femeninos y por alguna razón siempre tuvo problemas con los demás: tuvo muchos momentos amargos su infancia.

Con los hombres se sentía muy incómoda cuando se le acercaban, o los veía solamente con intención de amistad. Por un momento, intentó ser femenina, pero no funcionaba, había algo en ella que no se lo permitía. Muchas veces quiso medir su fuerza batallando con los hombres, sin embargo, en clases de karate solo la dejaban competir con mujeres. Le puede interesar: Grindr, ¿un peligro para la comunidad gay de Cartagena?

Fue tiempo después cuando comenzó a despertarse en ella cierto interés por las niñas, lo cual le parecía extraño. El único consuelo que tenía eran las películas románticas de lesbianas, las cuales eran muy escasas. La televisión, en general, no le interesaba mucho porque no se sentía identificada con las parejas hétero que ahí presentaban.

Su paso por la universidad

Fue admitida en la Universidad de Cartagena, y durante su ingreso, comenzó a explorarse mejor, se sentía como un niño.

“La información era muy escasa en ese entonces, ya era un chico trans y no lo sabía, y tampoco había a la mano un manual o una persona que me ayudara. Yo creo que esa es la gran ventaja que tienen los jóvenes de ahora, mucha más información a la mano para no sentirse extraños”, asegura.

A través de la ropa, trató de darles a entender a sus compañeros que no se sentía como mujer, pero las dificultades empezaron cuando los demás se confundían al momento de llamarlo: “¿Entonces cómo te tratamos, como hombre o como mujer?”, le preguntaban.

Joan asegura que en algunas ocasiones la gente puede ser indiscreta, lo cual no le ofende, porque entiende que no es intencional. Sin embargo, algunas veces se acercaban a él con propósitos ofensivos. Lea además: Malejo Cangrejo, una figura LGBTIQ+ que inspira en el mundo del espectáculo

Problemas para él y su mamá

“Su estadía en la Universidad de Cartagena fue horrible, yo era su peor enemiga, peleábamos todo el tiempo. Y esto se debía a que estaba teniendo problemas, fue duro porque tuve que lidiar con no herir sus sentimientos y con cómo mi familia empezaba a preguntarme cosas, por ejemplo, ‘¿cuándo se va dejar crecer el cabello?’, a mí me tocaba decirle a mis hermanos ‘no se va a volver a dejar crecer el cabello’”.

A mí en la UdeC me hicieron mucho matoneo, un compañero se me acercó una vez para decirme que no me acercara a las chicas del salón, porque yo les daba asco”,

Joan.

“Es duro saber que la gente te desprecia, es un tema que con todos no se puede hablar. Aquí, en Cartagena, subirse a un taxi es un problema, salir a la calle también. Yo incluso tengo una mejor amiga con la que no toco el tema, porque ella no lo acepta y acabamos discutiendo”.

“Mi mamá me ha visto sufriendo, llorando horrible. Cuando me miraba al espejo me daba asco. Yo me odiaba, odiaba mi cuerpo, me disgustaba tener esa apariencia de mujer y no ser lo suficientemente masculino para que dejaran de molestarme. Yo veo a los hombres y siento que físicamente quiero ser así”.

Joan entró en una tristeza constante, llegaba a su casa llorando y la única persona con la que se desahogaba era su madre... “Yo nunca supe defenderme, me quedaba callado y solo permitía que me dijeran cosas”. Asegura que algunos compañeros se acercaban a él con la intención de cambiarlo, que se arrepintiera con Dios o buscara ayuda profesional.

Al final, Joan decidió desertar de la universidad.

Trabajar en la fotografía siendo trans

El mundo laboral también comenzó a ser un problema para Joan, le preocupaba que sus clientes no tuvieran claridad de quien era, o desistieran de sacarse fotos con él al momento de notar algo raro.

“Permitía que la gente me tratara como mujer, cuando en realidad notaban que yo estaba pasando por un proceso, y lo aceptaba por trabajo. Algunas personas tienen más tacto y se han dado cuenta, así que buscan la forma correcta de llamarme”, expresó.

Me genera inseguridad pensar que la gente no quiere trabajar conmigo por incomodidad”.

Joan.

¿Qué tan difícil es el proceso de transición en Cartagena?

Para Joan, lo ideal sería tener un tono de voz grave y lograr un cuerpo masculino donde sentirse cómodo. Para esto, debe pasar por un proceso de terapia hormonal masculinizante. Y así, conseguir que coincida su identidad de género con su cuerpo.

“En Cartagena es difícil la atención médica para un chico trans”: Joan

“Ayer estuve en una cita para que me autorizaran en proceso de transición, y por tercera vez me lo negaron”.

“Tú vas al médico y así como te puede decir que sí, te puede decir que no. El médico debe remitirme a psiquiatría, ya que el psiquiatra es el que medica, esa sería la persona indicada para tratar con mi disforia de género”.

Joan tuvo que pasarse de Salud Total a Sura, sin embargo, en ninguna de estas dos EPS ha sido posible que le autoricen este procedimiento. Asegura conocer a mucho chicos trans de la Costa Caribe, que han tenido que irse hasta Bogotá para poder llevar a cabo el tratamiento.

“Un amigo que ya pasó por el proceso me dijo que aquí aún se desconoce de ese procedimiento, por esa razón niegan el tratamiento. La última vez que pregunté y me dijeron que no sabían ni siquiera si eso lo hacían aquí en Cartagena. El último médico que me atendió me dijo que él si sabe, pero que no me lo va a aprobar”.

Joan actualmente se encuentra estudia en otra universidad, una donde la entienden mucho mejor.

Actualmente, se encuentra trabajando en su carrera como canta autor. Para él la música se ha convertido en la mejor terapia. Se está formando como artista y trabaja en la dirección y producción de su primer video clip musical.




Más noticias