Para muchos hogares en Cartagena, consumir las tres comidas diarias (desayuno, almuerzo y cena) continúa siendo todo un lujo.
Así lo reveló la encuesta de Pulso Social del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), que ubicó a la ciudad para el trimestre de octubre-diciembre del 2021 en el último puesto en seguridad alimentaria, en comparación con otras 22 capitales del país.
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A la pregunta: “Durante los últimos 7 días, ¿en promedio cuántas comidas se consumían en su hogar al día?”, solo el 31% de los jefes de hogar afirmó que consume tres comidas al día o más, lo que quiere decir que el 69% de los hogares en la ciudad no tiene el poder adquisitivo para comer tres veces y les toca pasar hambre.
Lo anterior representa una diferencia abismal en contraste con Riohacha (La Guajira), que ocupa el primer puesto en seguridad alimentaria y donde el 87,6% de los hogares puede comer tres veces al día.
Pero no siempre fue así. Si bien para nadie es un secreto que Cartagena pese a todo su potencial turístico y económico ostenta uno de los mayores cordones de pobreza del país, principalmente en su zona suroriental, antes que llegara el COVID-19 y empezara el aislamiento preventivo en 2020, el porcentaje de hogares en la ciudad que consumía tres comidas al día era de 60,5%, por lo que la pandemia realmente significó una tragedia para muchas familias que desde entonces comenzaron a pasar hambre.
¿Qué hace la Alcaldía?
La administración de William Dau, a través el Plan de Emergencia Social (PES) Pedro Romero, manifestó que sí viene trabajando para reducir el hambre en la ciudad, garantizando el consumo de alimentos básicos a la población migrante y en pobreza extrema.
Cielo Blanco Flórez, directora del PES, afirmó que en el 2021, con apoyo de la cooperación internacional, se entregaron 2.830 bolsas de alimentos deshidratados, beneficiando a 1.415 personas.
También se desarrolló la estrategia de Mercados Campesinos, llevando alimentos frescos, de calidad y a bajos precios, desde las zonas rurales de Cartagena y municipios aledaños a los barrios priorizados y focalizados.
“El PES-PR benefició en el 2021 a más de 6.000 personas en pobreza extrema y para el 2022 se pretende aumentar a 10.000 personas en condiciones de pobreza extrema con mercados campesinos móviles y permanentes”, detalló Blanco.
La funcionaria sostuvo que otro de los programas que realizan es Patios Productivos y Agricultura Urbana, el cual brinda un 40% de los productos de la canasta básica familiar con la siembra en espacios reducidos de hortalizas, verduras, plantas aromáticas y leguminosas, tales como tomate, pepino, frijol, maíz, apio, entre otras. Allí se brindan los insumos y se presta las asesoría y asistencia técnica desde el PES -PR y la Umata de Cartagena.
La funcionaria indicó que para el 2022 se espera implementar la estrategia de comedores comunitarios y universitarios, con los cuales se beneficiarán a 6.000 personas en condición de pobreza extrema en Cartagena.
Agregó que se está trabajando con el proyecto “Manos que alimentan”, del Departamento de Prosperidad Social (DPS), para la implementación de 6.200 huertas urbanas o Unidades Productivas Alimentarias de Autoconsumo (UPAA) para beneficiar a las familias en pobreza extrema focalizadas por la Alcaldía de Cartagena.
“Venimos desarrollando una alianza entre la Alcaldía de Cartagena y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), con asistencia técnica de la FAO, para la entrega de alimentos a población en pobreza extrema bajo una política pública clara de aseguramiento del derecho a la alimentación”, señaló la directora del PES.
(Lea aquí: Contra el hambre: Alcaldía hace alianza con Programa Mundial de Alimentos)
Habla experto
Para Aarón Espinosa, economista y profesor investigador de la Universidad Tecnológica de Bolívar, esta realidad es preocupante, por lo que se deben tomar acciones inmediatas que ayuden a garantizar la seguridad alimentaria.
Es por esto que el experto dice que es urgente implementar programas de transferencia monetaria o de bonos que porten un valor monetario por el cual las familias en mayor situación de pobreza puedan comprar alimentos en algunos puntos determinados por el Gobierno, tal como se ha hecho en Estados Unidos.
Espinosa añade que también se debe implementar una política económica que abarque un plan de inclusión productiva y que se fortalezca el Plan de Emergencia Social Pedro Romero.
- La encuesta del Dane también reveló que el 32,9% de los hogares cartageneros aseguró que la situación económica actual es mucho peor que la de hace 12 meses.
- El 60,3% de estos afirmó no tener mayores posibilidades de comprar ropa, zapatos, alimentos, etc.
- A la pregunta, ¿actualmente tiene posibilidades de ahorrar alguna parte de sus ingresos?, el 13,5% dijo no tener ingresos.