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Desempleo juvenil en Cartagena se agrava por el coronavirus

Según el Dane, la población juvenil desempleada se incrementó en 45,6% en comparación con el mismo trimestre de 2019. Esto se traduce en 28 mil jóvenes sin trabajo durante la pandemia.

La pandemia del coronavirus y la crisis económica derivada de ella ha afectado duramente las cifras de desempleo en el país y en todo el mundo. Cartagena, por supuesto, no ha sido la excepción. Según las últimas cifras del Dane, la tasa de desempleo en La Heroica se sitúa en el 16,1% y se estima que al menos 42 mil personas perdieron su empleo en este trimestre. (Lea aquí: La pandemia del desempleo le pasa factura a Cartagena)

Pero la situación se agrava al voltear la mirada hacia las cifras de desempleo juvenil, donde el indicador alcanza un alarmante 30,1% de desempleo, una cifra bastante alta en comparación a la del mismo trimestre del año pasado, cuando el desempleo juvenil se situaba en 17,5%.

Si bien este grupo poblacional es naturalmente más vulnerable por las barreras que limitan su acceso al mercado del trabajo, la pandemia se encargó de agravar mucho más esta situación.

“Entre estas barreras están el bajo nivel de acumulación de capital humano y la poca experiencia, la educación sin experiencia en el marco de un sistema que limita el acceso a los jóvenes y especialmente a los más empobrecidos a la educación de calidad, factores como los embarazos tempranos, la segregación y los estereotipos”, explica Dewin Pérez, secretario de Hacienda del Distrito.

Según el funcionario, es lamentable que en muchos casos jóvenes tengan que ser descartados de una selección de personal por el hecho de vivir en determinados barrios de Cartagena, algo que incluso ha llevado a que algunos de ellos tengan que mudarse temporalmente a otros barrios mientras atraviesan el proceso de entrevistas y verificación por parte de los empleadores.

Ahora a este difícil panorama se suma la compleja realidad de la pandemia, por la cual muchas empresas han tenido que despedir empleados para salvaguardar su sostenibilidad económica ante la contracción de la actividad productiva, y de la misma manera han restringido la vinculación de nuevo personal.

Según el Dane, de los 257 mil jóvenes que hay en Cartagena, 92 mil son los que participan activamente en el mercado del trabajo, es decir, tienen trabajo o están en busca de uno, mientras que el resto está estudiando, realizando labores al interior de sus hogares o hace parte de los “ninis” (ni estudian ni trabajan).

“La población joven económicamente activa experimenta una reducción del 15,3% con respecto al mismo trimestre del año anterior, esto es, unos 16 mil jóvenes que salieron del mercado del trabajo, algo que podría estar explicado por el confinamiento, la drástica contracción de la actividad económica y el consecuente impacto sobre la demanda de trabajo”, explica Pérez.

De la misma manera, con respecto al mismo período del año anterior se evidenció que la ciudad pasó a tener 89 mil jóvenes ocupados a unos 64 mil, mientras que los desempleados pasaron de ser 19 mil a 28 mil personas, un incremento del 45,6%.

Además se constató que con estos nuevos indicadores, de cada 100 jóvenes que hacen parte del mercado laboral, tan solo 25 de ellos cuentan con una ocupación remunerada.

Entre las dificultades asociadas a la pandemia, se encontró que unos 10.662 jóvenes han tenido dificultad para conseguir alimentos y productos de limpieza, 4.755 personas manifestaron haberse contagiado, 3.189 no han podido pagar facturas o deudas y 2.777 han tenido problemas psicológicos por cuenta de la cuarentena que han afectado su rendimiento.

A su vez, a 1.378 jóvenes les preocupa iniciar un nuevo negocio y 968 manifestaron tener miedo de no contar con los ingresos necesarios para poder sobrevivir.

A esto también se adhiere el hecho de que la pandemia ha reducido el número de horas trabajadas por la población juvenil que aún se mantiene ocupada, donde 36.723 personas aseguran que esto se ha dado debido a la reducción de la actividad económica de su empresa o la suspensión o terminación de su contrato de trabajo.

Mujeres, en mayor desventaja

En este contexto, la peor parte la siguen llevando las mujeres, contra quienes siguen otro tipo de estereotipos que dificultan su acceso al empleo.

“Si ser joven ya representa enormes desventajas en el mercado de trabajo, en el caso de las mujeres jóvenes las vulnerabilidades, exclusiones y desventajas son más profundas, dado que ahora, los estereotipos, la cultura patriarcal, el tener que enfrentar el tema de los oficios y demás actividades de cuidado al resto de los miembros del hogar, los embarazos tempranos, el acoso sexual, la segregación y discriminación son factores que se suman a aquellos que las limitan por el simple hecho de ser jóvenes”, explica el secretario de Hacienda.

En este sentido también juegan un papel contraproducente las entrevistas medidas por relaciones de género, la solicitud de exámenes de gravidez (que a pesar de que están legalmente prohibidos se siguen manteniendo), las licencias de maternidad y permisos de lactancia, entre otras barreras que se añaden a la ya difícil situación de la pandemia.

De esta manera las brechas de género por ocupación en la población juvenil dejan relegadas a las mujeres, quienes tienen una probabilidad menor de conseguir empleo al estar 12 puntos porcentuales por debajo de los hombres, quienes tienen una cifra de desempleo del 21%, mientras que la de las mujeres está en 33,6%.

Actividades con mayor desempleo

Entre las actividades económicas que más se vieron perjudicadas por la pandemia y donde la población juvenil fue la que más tuvo que lidiar con el desempleo, se encuentran el sector inmobiliario, donde de 4.692 empleos que habían apenas subsisten 365; las manufacturas, donde se perdieron 7.225 empleos y el comercio que con una contracción del 43% tiene a 9.292 jóvenes sin trabajar.

Entre más estudios, menos oportunidades

Por último con relación a las cifras de desempleo discriminadas por nivel de estudio, se encontró que la gran mayoría lo conforman los estudiantes que ostentan títulos de educación superior o estudios universitarios, que representan el 62,5% de los desempleados, seguidos de los jóvenes de educación media (29,4%), y los de básica secundaria (4,3%).

De acuerdo con Dewin Pérez, esto se debería a que más de la mitad de los empleos en Cartagena son generados por la economía informal, una economía asociada más al rebusque que por sus características no requiere algún nivel de formación.

“En general es un panorama adverso de incertidumbres y falta de condiciones objetivas para poder sobrevivir en el marco de una crisis económica, social y de salud pública”, puntualiza el funcionario, que afirma que esta podría ser la peor contracción económica de la ciudad en toda su historia.

Habrá debate
Hoy habrá una audiencia pública en el Concejo Distrital con relación al proyecto de acuerdo 023, relacionado a la vinculación laboral de los jóvenes en Cartagena.

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