<img src="https://sb.scorecardresearch.com/p?c1=2&amp;c2=31822668&amp;cv=2.0&amp;cj=1">

¡Desalmados! Drogaron y robaron a emprendedores con discapacidades

Los emprendedores y miembros de la Fundación Sin Límites se encuentran sin recursos tras el robo de todas sus herramientas e implementos de trabajo.

La fabricación de manualidades es una forma de inclusión laboral y social para las personas en situación de discapacidad en Cartagena; es un ejemplo de cómo la creatividad y el trabajo pueden superar barreras. Sin embargo, muchas puertas pueden cerrarse, y la creatividad puede tornarse oscura y desalentadora cuando la violencia y el hurto tocan a la puerta de un emprendedor que no tiene forma alguna de defenderse.

Atados de manos o de pies. Así fueron afectados. Esta fue la situación de Ana Milena Díaz, quien en abril de 2023 expuso con emoción ante El Universal su emprendimiento en el barrio Arroz Barato, una microempresa que se dedica a la creación de distintos tipos de muebles fabricados con llantas recicladas.

Díaz estaba en la cúspide tras el éxito de su negocio, tenía pedidos a diario y había conseguido el apoyo de algunas empresas que le donaron pinturas y herramientas de forma gratuita. Lea también: Sus limitaciones físicas no les impiden convertir llantas en muebles increíbles

Hoy, Ana acudió a la sala de redacción de El Universal, pero desafortunadamente fue para solicitar ayuda, ya que en estos momentos se encuentran sin recursos tras el robo de todas sus herramientas e implementos de trabajo, esto luego que un grupo de delincuentes ingresaran a su vivienda y se llevaran todo sin dejar rastros.

Relatos de un hurto despiadado

Ana narró lo que le ha estado ocurriendo desde el 1 de diciembre de 2022, evento que ha desencadenado hasta la fecha toda una ola de incertidumbre para ella y su familia. “El año pasado para diciembre, yo ya estaba viviendo con mi esposo Manuel, yo soy consciente de que vivimos en un barrio peligroso, por lo que es normal estar expuestos a situaciones de inseguridad. A nosotros nos amenazaron, hicimos la respectiva denuncia y nos dijeron que teníamos que mudarnos si era posible, ya que somos personas con alto riesgo de ser atacados, mi esposo y yo somos discapacitados y no tenemos cómo defendernos”, indicó.

Esa madrugada, alrededor de las 5:00 am, Ana y su esposo despertaron buscando el celular, pero para sorpresa de ambos, este no estaba, y al salir a la sala de la vivienda notaron que las puertas estaban abiertas. “Mi esposo salió en la silla de ruedas y no vio nada, empezamos a revisar y no estaban las herramientas que nos habían donado, así como tampoco estaban los potes de pintura que con tanto esfuerzo habíamos conseguido. A parte de eso, yo me sentía débil, con dolor de cabeza y taquicardia, así que nos fuimos para el puesto de salud, ahí nos explicaron que habíamos estado bajo efectos de la escopolamina”.

Quince días atrás, un grupo de la Universidad de los Andes nos entregó todas las herramientas. Nos robaron un taladro, una pulidora, una máquina de coser, un trampolín, una nevera y plata en efectivo.

Ana Díaz

Las sospechas

Díaz asegura que confiar en las personas se ha convertido en un arma de doble filo para ella. “Yo le he ofrecido empleo a algunas personas de aquí del barrio. Nosotros hicimos la respectiva denuncia ante la Fiscalía y todo apunta a que alguien que trabajaba con nosotros informó sobre las herramientas que teníamos aquí dentro”, aseveró.

¡Desalmados! Drogaron y robaron a emprendedores con discapacidades

No dejan de amenazarla

Tras la denuncia, la Fiscalía adelantó investigaciones en el caso de robo; sin embargo, hasta la fecha lo que han recibido son más amenazas de las que tenían antes del robo que reportaron en diciembre.

“La recomendación de la Policía es que nos mudemos, nos dicen que los llamemos si se presenta algún conflicto, pero que ellos desafortunadamente no pueden estar vigilándonos todo el tiempo. Para nosotros es complicado mudarnos, aquí pagamos $450.000 en arriendo por ser de este sector. Mudarnos para otro lado implica muchos gastos y con la situación en la que quedamos es imposible”.

Una situación económica crítica

Tras el robo, Ana y sus colaboradores nuevamente han vuelto a trabajar con el cuchillo, y aunque se están demorando más en realizar los pocos pedidos que ahora le encargan, la emprendedora se rehusa a rendirse, aunque le sea muy difícil empezar de cero.

“Ya no estamos vendiendo como antes, estamos en una situación económica difícil que a duras penas nos da para sostenernos y completar la plata para el arriendo. Llega un momento en que ya nos da pena volver a pelar la cara y pedir ayuda, pero lastimosamente esto es lo que nos está ocurriendo y esperamos volver a levantarnos”, concluyó.

Ana es dueña de la Fundación Sin Límites, a través de la cual dona algunos de sus muebles a familias de escasos recursos; sin embargo, es ella quien pide ayuda en estos momentos.

Donaciones Fundación Sin Límites. // Foto: cortesía
Donaciones Fundación Sin Límites. // Foto: cortesía

Quienes deseen ayudar a Ana pueden hacerlo a través de las siguientes cuentas:

Nequi 3148018783

Daviplata 3148018783

Cuenta De Ahorros Bancolombia: 09800002807

Más noticias