En la ciudad donde las estatuas pierden sus cabezas, el Parque Espíritu del Manglar, a pocos metros del Centro Histórico, no se desmarca de la situación, ya que entre los daños en la infraestructura y una vegetación descuidada, alguna que otra escultura está descabezada.
El seis de agosto se anunció la firma de un convenio entre la Gobernación de Bolívar y la Gerencia de Espacio Público de Cartagena, en la que se ratificó el control y mantenimiento del parque por parte del Departamento.
La firma se acompañó de inspecciones sobre el estado del recinto, sus esculturas y zonas verdes, en aras de su mantenimiento y reapertura. Pero las semanas pasan y la comunidad pide información clara sobre el espacio de integración familiar. (Lea aquí: Muchas grietas y poco pavimento: la Calle de La Lengua pide ayuda)
Miguel Caballero, líder social de Getsemaní y consejero territorial, denunció que el deterioro se ve desde afuera. “La penosa situación del parque es producto del abandono al que fue sometido. Esto afecta a los cartageneros que le han cogido afecto a ese parque por su temática de aprendizaje y recreación. Es punto de encuentro de grandes y niños en una ciudad con poca oferta de ese tipo de espacios”.
Además del deterioro, los ciudadanos denuncian que se invade el parque por la zona del manglar, espesa, oscura y fácil de vulnerar por la extensión de su orilla sobre la Laguna de Chambacú. Estos piratas de siglo 21 son los presuntos responsables de la decapitación de estatuas, vandalismo de estructuras y de convertir el parque en lugar de encuentros sexuales.
Carolina Ariza, secretaria General de la Gobernación de Bolívar, le explicó a El Universal que se realizan trabajos de limpieza rutinarios y poda de jardinería en el parque. “Ya contamos con el certificado de disponibilidad presupuestal que nos avala la compra de los insumos y procederemos esta semana a publicar las ofertas en Secop II. Una vez se culmine todo el proceso público de las adquisiciones, iniciaremos los trabajos de mantenimientos eléctricos, pintura y reparaciones, incluyendo las de las esculturas en manos del artista que las elaboró, quien cuenta con la experticia y los derechos de autor sobre las mismas”.
Sobre las denuncias de incursiones ilegales, la servidora mencionó que “nunca ha dejado de tener vigilancia, aún cuando no estuvo en firme la adopción, y esta le correspondía a la Alcaldía, conscientes de la importancia de la preservación del parque”. Lo que adujo Ariza, como posible causa, es la inseguridad latente; por lo que el manglar, como muchos otros puntos de la ciudad, está expuesto a vándalos. Invitaron al Distrito y a las autoridades a tomar cartas sobre el asunto.
