Una vez más, cartageneros y turistas pudieron acudir a las calles y plazas del Centro Histórico para despedir el año y recibir el nuevo.
Recordemos que la tradicional celebración, con fuegos artificiales y cenas en espacios públicos, fue suspendida en 2020 por la cantidad de casos de COVID-19 que registraba la ciudad. (Lea aquí: No habrá permisos para fiestas de fin de año en el Centro)
Este viernes 31 de diciembre de 2021 la festividad volvió y, contrario a lo que se registró en la misma fecha en 2019, en esta ocasión no hubo excesos en la ocupación de los espacios públicos.
El Universal evidenció el estricto control por parte de autoridades del Distrito, Secretaría del Interior, Espacio Público, Policía, Tránsito e Infantería de Marina.
Además, que no hubo invasión en los espacios a los costados de la avenida Blas de Lezo. La última vez, mesas y sillas colapsaron los tramos desde el Banco Popular hasta La Bodeguita.
Grupo pequeños se ubicaron con algunas sillas en el Camellón de los Mártires, plaza Cervantes y Torre del Reloj. Otros recibieron el año de pie en el muelle de Los Pegasos.
Sin dificultad, la Ruta E2022 Año Nuevo de Transcaribe circuló desde las 9:00 de la noche del 31 de diciembre de 2021 hasta la 1:00 de la mañana del 1 de enero de 2022, entre Chambacú, el Centro Histórico y Bocagrande, en ambos sentidos.
Patrullas del Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (Datt) recorrieron de manera constante la avenida Blas de Lezo, para evitar que ciudadanos invadieran el carril exclusivo del SITM, dificultando el tránsito de esta ruta especial.
Así mismo hicieron perifoneo en todo el Centro Histórico y en la Avenida Santander para facilitar la fluidez vehicular y garantizar que la vía pública no fuera invadida con vehículos estacionados o cargue y descargue no autorizado.
El control dispuesto por la autoridad de tránsito en el Centro Histórico, Manga, Pie de La Popa y Bazurto permitió inmovilizar 50 vehículos: 39 motocicletas y 11 automóviles, por mal parqueo e invasión del solo bus de Transcaribe.
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Con moderación, mesas y sillas también se ubicaron a los costados de la avenida Santander, tanto en el monumento Unión de los Océanos como en el cordón amurallado.
Mayor ocupación se registró en la plaza Santa Teresa, frente al Museo Naval del Caribe; y en la zona específica ubicada entre la Cancha El Bambino y el Parque de La Marina. Algunos presentes la calificaron como “excesiva”.
