No solo el Centro Histórico tiene en marcha su Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP), sino también la bahía de Cartagena y sus fortificaciones. En cumplimiento a una de las propuestas que le aprobó la Unesco al Ministerio de Cultura durante la sesión 43 del Comité de Patrimonio Mundial, tanto la Nación como el Distrito trabajan en la estructuración de esta herramienta de planeación y gestión del patrimonio cultural.
La idea del PEMP Fortbahía surgió luego que Mincultura mostrara un inventario de cuáles son los Bienes de Interés Cultural (BIC) de la Nación que quieren conservar y cuáles serían las prospectivas respecto a esos elementos arquitectónicos y el paisaje de defensa que tendría toda la bahía de Cartagena.
Claudia Navarro Díaz, directora general de la Escuela Taller, le explicó a El Universal que hay un equipo interdisciplinario en esta tarea.
“La articulación se hace con el Ministerio de Cultura y con profesionales de alto nivel. Es un grupo interdisciplinario de profesionales en antropología, arqueología, historiadores y abogados, los cuales buscan hacer un diagnóstico claro, sistemático y eficiente de la situación en que se encuentran los Bienes de Interés Cultural en la bahía. Esto incluye Tierrabomba, Caño de Loro y Bocachica, territorios en los cuales no se tiene clara la situación actual de cómo se encuentran. Sabemos que hay unos BIC, pero debemos tener claridad de en qué condiciones se encuentran, cómo lo asume la población, que de alguna manera entra en convivencia constante con estos”, resaltó.
La funcionaria también precisó que este trabajo sería más complejo que la formulación del PEMP del Centro Histórico.
“Este es un trabajo arduo y diferente al PEMP que se hizo en el cordón amurallado y el San Felipe, porque si bien es cierto estos son evidentes y están a la luz de todos los cartageneros, en el caso del PEMP bahía hay que entrar más a la comunidad porque estos bienes han sido ‘tragados’ por la cotidianidad’ de la zona insular”, concluyó.
En detalles
El PEMP Fortbahía se formulará sobre el conjunto de estructuras de defensa, red de caminos militares y centros de producción que conforman el patrimonio cultural mueble, inmueble, arqueológico y del contexto subacuático, desarrollados en la estratégica bahía de Cartagena.
El área aproximada de análisis corresponderá a 310 hectáreas de asentamientos urbanos, Bienes de Interés Cultural Nacional y 300 metros a la redonda de los mismos en la zona insular, y 220 hectáreas en el área de La Boquilla.
En total serán 46 los BIC que harán parte de este PEMP, entre los que están los fuertes de San Sebastián del Pastelillo y de San Juan de Manzanillo, y las ruinas de la Batería de Santa Cruz de Castillogrande, en la bahía interna de Cartagena.
También se incluyen los de la isla de Tierrabomba (fuertes de San Fernando, de San José y la Batería del Ángel San Rafael), así como los vestigios de las baterías de Santiago, de San Felipe, de Santa Bárbara y Chamba en el corregimiento de Bocachica; el Tejar de los Jesuitas (pozo, horno y aljibe) en el corregimiento de Tierrabomba; y el edificio administrativo del Leprocomio en el corregimiento de Caño de Loro.
Así mismo, los hornos, pozos, albercas, aljibes, restos de viviendas y estructuras arquitectónicas que están en el corregimiento de Manzanillo y en las islas de Tierrabomba y Barú, que conformaban los centros de producción coloniales en los que se fabricaban la cal, ladrillos y tejas con los que se construyeron las edificaciones militares, civiles y eclesiásticas de Cartagena de Indias.
