Dau de por sí, es un cambio


Nadie en este mundo cambia para empeorar. Los tratados de psicología, antropología y sociología indican que los seres humanos cambian. No en el proceso de crecimiento, que es natural, sino desde el punto de vista de sus pensamientos, de su movilidad social. El cerebro humano, se solidifica entre los 0 a 5 años. Si en estos tiempos, según la OMS, Organización Mundial de la, Salud, y muchos investigadores del tema, no se forma adecuadamente por falta de alimentación, este niño va ser desnutrido toda su vida. Para el caso de Cartagena, seguramente muchos, pero muchos estaremos desnutridos. Sin embrago, los recursos del PAE, Plan de Atención Escolar, se los roban sin escrúpulos. Estamos seguros que William Dau no va a permitir que se sigan dilapidando estos valiosos recursos. Y esto significa un cambio para los niños y niñas de las Instituciones Educativas.

Todo cambia, es dialéctico. No aceptarlo, es vivir en otro mundo, es desconocer el desarrollo mismo de los pueblos., es ser desconsiderado con los movimientos sociales y culturales, es perturbar la memoria histórica de la sociedad en general, mejor dicho es ser un idiota útil. Por eso se puede afirmar, sin error a equivocarnos, que Dau de por sí, es un cambio. Un cambio en la forma de gobernar, y no será de lo mismo. Seguramente la forma de invertir los recursos en las comunidades más necesitadas será transparente y efectiva.

Joseph Schumpeter, el inventor de la Teoría de la Innovación, sostenía, que todo cambia. Desde las personas, las familias los gobiernos, las empresas, los bienes y servicios y por supuesto los mercados. Y también sostuvo, si no cambia, el mercado lo hace cambiar. En términos ciudadanos, de movilidad social, la elección de Dau es un cambio, es un rompimiento del establecimiento, es la busca de nuevas oportunidades. Así como suena. Y si le agregamos la Teoría de Wilfrido Pareto, sobre el 80/20, y lo relacionamos con el comportamiento ciudadano, observamos que ese 20% salió a votar cuando el 80% se creía ganador. La menor parte hace el todo y la mayor parte espera siempre sea así. Pero en esta ocasión, se presentó un cambio.

Ahora bien, la movilidad social son las oportunidades que las personas tienen para alcanzar el éxito. Y sí no encuentra territorio donde germinar, la creatividad, el conocimiento se diluye y lo que provoca es resentimiento, desconfianza, desinterés, apatía colectivas; quizás, es lo que acabamos de ver con la elección de William Dau. Se generó un cambio para mejorar en todo sentido. La sociedad cartagenera fincó sus esperanzas en un escenario de oportunidades.

Y no se crea, que el pueblo votó sólo por ese cambio. También votó por unos intereses personales, familiares y colectivos. Todo el mundo actúa por un interés. Es una realidad moderna traída desde el siglo XVII. Y lo lapidario de todo este fenómeno político, es que sí el pueblo no ve los cambios que espera, la movilidad social todavía es más contundente. Se puede convertir un boomerang. Sólo hay que esperar. Es significativo, que los pasos que está dando el nuevo alcalde hasta el momento van por el camino correcto. Todos esperamos que siga igual durante sus cuatro años de gobierno.


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