487 años: Una Nueva Historia para Cartagena: El reto político y cultural actual.


487 años: Una Nueva Historia para Cartagena: El reto político y cultural actual. (1).

El 1 de junio de 1533 es la fecha que la historia oficial fijó para la fundación de la actual Cartagena de Indias, liderada por el aventurero Pedro de Heredia, hecho que marcó el ocaso de nuestras culturas amerindias y su posterior y pronta extinción.

Lo anterior, acorde con las investigaciones de la nueva concepción de la Historia Total, corriente que a pesar de las miles dificultades que le impone el actual sistema político y cultural de la nación y la ciudad, se abre paso, con una lentitud pasmosa, pero obvia en una sociedad con un modo de producción injusto y anacrónico ante las circunstancias actuales de la humanidad.

En este junio del 2020 cuando ya se cumplió el aniversario 487 del cuestionado hecho, nada mejor, al interior de la ciencia histórica y de las concepciones políticas   y culturales renovadoras de los libre pensadores, que continuar defendiendo la necesidad de construir una nueva historia para la ciudad bajo los parámetros de la historia social y económica e incluso bajo la óptica de una concepción más global, como es la historia total, vigente en diversos países de la tierra

Reiterando mis concepciones sobre la ciencia de la historia presento a continuación un ensayo revisado y actualizado a junio 2020, sobre la nueva concepción referenciada, con el objetivo de aportar conceptos claves para construir esa nueva historia, tan necesitada en este convulsionado siglo XXI después de Cristo.

ESBOZOS CRÍTICOS PARA UNA NUEVA HISTORIA DE CARTAGENA DE INDIAS.

0.A manera de introducción.

El presente trabajo esboza una serie de criterios sobre elementos conceptuales de la ciencia histórica, los cuales, a juicio de su autor son válidos para la construcción teórica de una nueva historia de Cartagena de Indias, orientada por la corriente historiográfica de la Historia Social y Económica y de la Historia Total, las cuales tienen presencia actual en el contexto nacional e internacional.

Dado que el objetivo estratégico del ensayo es aportar una serie de elementos críticos, que den riqueza intelectual  a este viejo debate ,se utilizó  una serie de referencias bibliográficas esenciales representadas por la obra de Del Castillo (1981), en cuyo prólogo , Eduardo Lemaitre esboza las grandes etapas de la historiografía cartagenera; de igual forma se consultó el ensayo de Ocampo(1986): De la Historia Romántica y Académica a la Nueva Historia de Colombia, el cual explica el desarrollo de la historiografía de nuestro país, pasando revista a las corrientes romántica, academicista, revisionista  y la nueva Historia Social  y Económica.

De manera final se fundamenta el trabajo en las obras de Arrubla (1971): Estudios Sobre El Sub desarrollo colombiano y Zhukov (1979): Criterios para la Periodización de la Historia, textos que proponen nuevos enfoques para la periodización de la historia mundial y nacional.

1.LA HISTORIOGRAFÍA CARTAGENERA.

A lo extenso de cinco siglos se han configurado en Cartagena de Indias, diversas corrientes historiográficas, cuyo esbozo se presenta a continuación:

1.1. Fase de los Cronistas de Indias.

Está representada entre otros autores por el bachiller Martín Fernández de Enciso(1519) con la Obra Suma de Geografía, Gonzalo Fernández de Oviedo autor del Sumario de la Historia de las Indias(1526) e Historia General y Natural de las Indias(1536),Juan de Castellanos, con la obra Elegías de Varones Ilustres de Indias, Fray Pedro Simón(1626) autor de Noticias Historiales de las Conquistas  de Tierra Firme en las Indias Occidentales; Pedro Mártir de Anglería con Décadas del Orbe Novo; finalmente figuran Fray Bartolomé de Las Casas con su Brevísima relación de la Destrucción de las Indias y Juan Freyle con El Carnero.

En el contexto global de las obras referenciadas se aprecia que los trabajos de Anglería, De Las Casas, Enciso y Freyle abordan el tema de Cartagena de manera tangencial; no sucede igual con las Obras de Oviedo, Simón y Castellanos, que son obras documentales extensas, de innegable valor para la investigación histórica y etnográfica de la ciudad.

No obstante, constituyen trabajos anecdóticos con un claro fondo ideológico, apologético de la empresa conquistadora y colonizadora de España y de la iglesia católica.

1.2. La fase de los recopiladores documentales.

Se inicia a partir del final del siglo XIX y se proyecta hasta la segunda década del siglo XX; sin embargo, su propia esencia ha determinado su valiosa utilidad para el historiador y demás investigadores sociales contemporáneos.

Los representantes más destacados, entre otros son:

Manuel Ezequiel Corrales con las obras: Documentos para la Historia de la Provincia de Cartagena de Indias, hoy Estado Soberano de Bolívar (1888). José P. Urueta en 1890 publica “Cartagena y Sus Cercanías”; de manera igual, Eduardo Gutiérrez de Piñeres publica en 1924: Documentos para la Historia del Departamento de Bolívar.

Las obras mencionadas representan valiosas recopilaciones documentales, fuentes primarias que posibilitan una reinterpretación de la historia de Cartagena, por parte de las nuevas generaciones de historiadores.

1.3. Fase de la Academia de la Historia de Cartagena de Indias.

Es la fase más prolífica en autores y obras; se inicia a principios del siglo XX y está representada, entre otros por los siguientes autores y obras:

Gabriel Porras Troconis: Cartagena Hispánica.

Gabriel Jiménez Molinares: Los Mártires de Cartagena.

Enrique Otero D’Costa : Comentos Críticos sobre la Fundación de Cartagena.

Roberto Arrázola: Palenque Primer Pueblo Libre de América.

José Toribio   Medina: La Inquisición en Cartagena de Indias.

Antonio del Real Torres: Biografía de Cartagena.

Donaldo Bossa Herazo: Nomenclátor Cartagenero.

Eduardo Lemaitre: Historia General de Cartagena.

Álvaro Angulo Bossa: Añoranzas del Cabrero.

La historia academicista encarna una de las fases más trascendentales de la historia local, y mantiene su vigencia historiográfica, cultural y pedagógica, de manera hegemónica, hasta nuestros días.

Asus gestores cabe el mérito de haber conservado el interés del estudio de la historia, forjar gran parte de la memoria histórica escrita de la ciudad y publicar una serie de obras valiosas documentadas en los trabajos de los recopiladores documentales, unas, y otras en los fondos de archivos de Bogotá y España.

Sin embargo, en   una abrumadora mayoría se trata de obras de carácter anecdótico, hispano centrista, heroica, patriotera y apologética de las clases dominantes, a través de la historia.

1.4. Fase de la Nueva Historia Social y Económica y de la Historia Total.

Es la etapa más reciente en el hacer histórico de la ciudad; en nuestros días se abre paso con diversas dificultades, encontrando espacios interesantes de estudio y difusión en los medios académicos universitarios y círculos intelectuales muy reducidos.

En este ámbito se destaca una serie de obras pioneras como son:

Ensayos de Historia Social y Económica de Jaime Jaramillo Uribe y la del académico Donaldo Bossa Herazo con el texto Cartagena Independiente.

Se enmarca, también, dentro de este contexto la obra de Nicolás del Castillo: Las llaves de Indias y La investigación de Jorge Palacios sobre la esclavitud en Cartagena, publicada en el Manual de Historia de Colombia de Colcultura (1979).

Mención especial merece el conjunto de obras de estudios socioeconómicos y culturales que publicó Nina S. de Friedman, sobre el Palenque de San Basilio al igual que las obras de Historia Social de Orlando Fals Borda sobre la Historia Doble de la Costa, una colección de cuatro tomos, entre los cuales se destaca el referente a El Presidente Nieto.; en esta misma categoría figura la obra del académico Roberto Arrázola con la obra Palenque Primer Pueblo Libre de América, una de las obras documentales y comentadas más autorizadas en este tema.

Sin duda alguna, los trabajos más importantes de la historia económica y social, actual, de Cartagena son las investigaciones y publicaciones del Banco de la República, hechas por la instancia respectiva de la Institución, bajo la autoría de un brillante grupo de investigadores liderados por Adolfo Meisel, María Aguilera, Joaquín Viloria, Jhorland Ayala, y otros no menos importantes.

Acompaña, desde otra instancia institucional, las investigaciones de la Cámara de Comercio de Cartagena, las cuales describen, también, las situaciones socioeconómicas actuales de la ciudad.

Otro hito importante en este contexto renovador de la historiografía de Cartagena lo representa la irrupción del “Centro de Historia” desde 1984, ente que publicó en 1990 el ejemplar número dos de la revista “Cuadernos de Historia” que contiene una serie de ensayos interesantes sobre esta opción histórica, como los siguientes:

*Hacia la corriente: Consideraciones para el florecimiento de la historia regional costeña, de Adolfo Meisel Roca. (invitado especial).

*La historiografía cartagenera, de Moisés Álvarez Marín.

*Aspectos socio económicos del siglo XX en Cartagena de Indias, de Jaime Puente Almentero.

*La ruptura de la arquitectura republicana en Colombia, de Germán Fonseca C.

*Reseña histórica del Parque de Bolívar, de Fidiaz Álvarez Marín.

Desde esta perspectiva la nueva corriente se perfila como otra alternativa para los historiadores que emergen en este contorno cultural, de manera especial en el seno de la universidad de Cartagena.

La historia Total, en su condición de corriente más reciente, tiene presencia a través de artículos publicados en revistas y periódicos, sin lograr mayor impacto cultural, político, pedagógico y académico, en la memoria escrita y oral de la ciudad; muestra de esta corriente es el presente ensayo, contenido también en la revista referenciada: Cuadernos de Historia. CONTINUARÁ…

Con los afectos de siempre; en cuarentena desde hace tres meses; pero elevados hacia ustedes espiritualmente:

UBALDO JOSÉ ELLES QUINTANA.


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