La pérdida de una vida tiende a afectar la de otros, es triste ver partir a familiares, a nuestros amigos, incluso duele enterarnos de la partida de conocidos. La noticia sobre la muerte de un ciclista en Bogotá, atropellado por un camión, ocasionándole la caída desde un puente hasta la calzada inferior, ha generado tristeza, para mí y para algunos que hemos encontrado en la bicicleta, una aliada estratégica para hacer ejercicio y mantenernos en forma o divertirnos durante esta pandemia.
No puedo negar que salir a la vía a montar en bicicleta es una deliciosa práctica con alto riesgo, en estos momentos de pandemia, una caída o un accidente puede lesionarme, lo último que quiero es visitar un hospital, soy consciente de eso y no solo tengo mucho cuidado, sino que me encomiendo al Gran Arquitecto del Universo, antes de salir de mi hogar, para que durante todo el recorrido su protección me acompañe, también depreco en mi suplica la protección “para todos los amigos ciclistas”. Quiero manifestar mis condolencias a los familiares de José Duarte (q.e.p.d), no sin antes pedir a todos mis queridos ciclistas, que tengan mucho cuidado, al montar en bicicleta, es increíble pero cierto que tan deliciosa practica nos puede costar la vida. De ser atropellado no se salva nadie recuerden hace poco el episodio en el que el gran Nairo Quintana, fue atropellado por un vehículo mientras entrenaba.
