EL TRÁGICO Y FALSO FINAL DE LA INQUISICIÓN (FIN).


EL TRÁGICO Y FALSO FINAL DE LA INQUISICIÓN (FIN).

  1. EL PREÁMBULO DEL FIN

DE LA INQUISICIÓN ESPAÑOLA.

De acuerdo con nuestra versión anterior la Inquisición española fue abolida, por vez primera, en 1808, cuando las tropas del ejército napoleónico invadieron España, y José Bonaparte, hermano de Napoleón, se coronó rey de España. imponiendo nuevos cauces a la vetusta monarquía de los Borbones.

El nuevo rey, José, el cuatro de diciembre de 1808 publicó un decreto que abolió la Inquisición y confiscó sus bienes a favor de la corona.

El Tribunal dejó de existir, en teoría, pero en la práctica los franceses no se metieron con este, y los inquisidores continuaron operando, siempre que las circunstancias se lo permitieran, de acuerdo con la versión de Henry Kamen.

Otro hito importante, en este proceso, lo constituyó la Reunión de las Cortes de Cádiz en 1810, las cuales acordaron la libertad de discusión y la de prensa, perdiendo la Inquisición, el último recurso que le quedaba: la censura.

En 1811, en el seno de las mismas Cortes se escucharon las primeras voces que clamaban por la abolición del “Santo Oficio”, pero en 1814, el depuesto rey Fernando VII, recobró el trono, imponiendo, de inmediato, medidas represivas contra los liberales, y el 21 de julio del mismo año restableció el aparato inquisitorial.

2.LOS ÚLTIMOS AVATARES Y EL FIN DEL

 “SANTO OFICIO” ESPAÑOL.

La tercera y cuarta década del siglo XIX fueron decisivas para el final del Tribunal:

En 1820 triunfa de manera parcial la revolución liberal en España, (revolución de Rafael Riego) obligando al rey Fernando VII a abolir la inquisición el 9 de marzo de ese año.

La desaparición del Tribunal no desagradó, inicialmente a las autoridades eclesiásticas, que en se momento recuperaban sus poderes en materia de censura religiosa.

En Roma, una congregación especial determinó que no había lugar a lamentarse por la abolición, porque el Tribunal había degenerado grandemente de su fin, sirviendo sobre todo a intereses políticos y mostrándose contraria a la “Santa Sede”, cuyo representante en España era excluido de todo reconocimiento de lo que en dicho Tribunal ocurría (Kamen. (1985). La Inquisición española).

No obstante, la satisfacción no duró mucho, porque en 1823, ahora, los realistas y franceses lograron derrotar la revolución liberal y reestablecieron a Fernando VII en el trono.

El “Deseado” rey Fernando revocó el decreto expedido en marzo de 1820; se creyó entonces que este acto representaría una nueva vida para el Tribunal, pero el rey no dio ningún paso para lograrlo. Tal vez, ya la Inquisición representaba más un estorbo que una ayuda.

Así, en medio de estas situaciones la Inquisición continuó su existencia hasta 1834:

El tribunal permaneció suspendido hasta la regencia de María Cristina de Borbón(1833-1840), quien después de la muerte de Fernando VII en septiembre de 1833, controlaba el gobierno y los intereses de su hija Isabel II. Entonces se tomaron las medidas para acabar de una vez por todas con el fatídico ente.

Las discusiones que se efectuaron en el seno de gobierno, en enero de 1834, mostraron que hacía tiempo se considerado suprimido el Tribunal y que volver a abolirlo, sería una mera formalidad. A pesar de lo anterior se promulgó un decreto formal, el 15 de julio de 1834, por el cual se abolía definitivamente la Inquisición, siendo aplicadas sus propiedades y canonjías (prebendas que daba la iglesia catedral), al pago de la deuda pública del gobierno y al justo pago del salario adeudado a sus ex funcionarios.

A partir de esta fecha, la Inquisición dejó de existir en España: de inmediato, en 1835, otro decreto suprimió las Juntas de Fe de España. 

De esta manera, desapareció la Inquisición odiada y abandonada por el pueblo, y el clero para el cual su existencia había sido, una vez sinónimo de la cristiandad. (Kamen).

  1. El ÚLTIMO AUTO DE FE Y LA ÚLTIMA EJECUCIÓN

DE LA INQUISICIÓN ESPAÑOLA.

En 1826, el Tribunal del Santo Oficio realizó el último Auto de Fe, y su última ejecución por herejía, de acuerdo con las normas dispuestas por las Juntas de Fe Episcopales existentes.

El Maestro de Escuela, Cayetano Ripoll fue denunciado por no llevar a misa a sus estudiantes. Cayetano era de pensamiento liberal y deísta, es decir creyente en un Dios personal, creador de la naturaleza, quien para creer en Él no necesita una religión. (Wikipedia).        

 En 1824 fue arrestado y dos años después, (1826) condenado a la horca y a la hoguera en Valencia. La quema fue simbólica al ser colocado un barril pintado con llamas debajo de la horca, pero el ahorcamiento si fue real el 26 de julio del mismo año. 

4. El FIN DE LA INQUISICIÓN CARTAGENERA.

UN BALANCE DE SUS ACTIVIDADES SINIESTRAS.

De acuerdo con nuestra versión anterior, la inquisición en Cartagena de Indias desapareció, en 1821, cuando se dio la independencia definitiva frente al decadente imperio español, pero siguió activa en Europa, por lo menos.

 Tal como recuerda el lector, fue creada por el rey Felipe III, “El Piadoso” (1578-1621) y se convirtió en un lapso de 211 años de iniquidad y oprobios (1610-1821) para cartageneros y extranjeros.

Durante ese tiempo, de acuerdo, con Medina, se realizaron 12 Autos de fe generales,38 particulares o Autillos (el último de estos se realizó en 1717, y en estos o en la sala de despacho de la “Santa Casa” fueron penitenciados 717 reos, de los cuales por lo menos, cinco perecieron en la hoguera.

Ellos fueron los siguientes, todos en el siglo XVII en la “Plaza de quema” en ese tiempo          ubicada detrás de la actual Iglesia de Santo Domingo:

*El inglés y protestante Adán Edón quien murió al fuego el 13 de marzo de 1622.

*Juan Vicente: el brazo secular lo mandó quemar. El 16 de junio de 1626.

José Jiménez, Juan de Frías y Francisco del Valle, quienes también fueron quemados el 30 de mayo de 1688.

Por otra parte, Manuel Álvarez se salvó de las llamas por haber fallecido antes del Auto de Fe el 26 de marzo de 1638, en el cual sólo pudieron quemar sus huesos, que para el intento se mandaron desenterrar. (Medina. 1952. P.391).

Sin embargo, la Inquisición no se limitó sólo a perseguir brujas y hechiceras, herejes , blasfemos, luteranos , mahometanos, frailes solicitantes, deudores morosos, ateos, francmasones y todos aquellos que disentían de las políticas de la corona y de la iglesia católica, sino también a los portavoces  del Movimiento Ilustrado, que orientó la revolución de independencia, del cual fueron sus adalides Pedro Romero, los hermanos Gutiérrez de Piñeres, Cecilio Rojas, Manuel Rodríguez Torices, José Fernández de Madrid, y los llamados Mártires de Cartagena, entre otros.

A lo anterior, hay que agregar la prohibición y quema de libros contrarios, y críticos de la fe católica y de aquellos que cuestionaban la autoridad del monarca.

El objetivo de estas acciones fue eliminar la ideología y las ideas contrarias a la religión católica y el rey; eliminar la memoria histórica de los hechos y las ideas y mantener el control férreo que ejercía esta iglesia y la monarquía.

Un concepto más amplio, afirma que el objetivo de estas prohibiciones era el de desarraigar los errores y supersticiones contrarios  al dogma y buen uso de la religión y las opiniones relajadas que perviven en la moral cristiana…Aunque fueron combatidos cuentos y novelas, las obras más perseguidas  fueron las de carácter filosófico y teológico, que atacaban los fundamentos de la fe católica y aún del pensamiento cristiano(losojosdehipatia.com.es. Consultado mayo1. 2021).

 Sin embargo, el Tribunal fue más allá:

 Persiguió a los curas que apoyaron la gesta libertaria, como el Obispo Juan Fernández de Sotomayor, quien escribió el Catecismo o Instrucción Popular, el cual justificaba la revolución contra el imperio español, y ´el inquisidor decano Odériz, se convirtió en el porta estandarte de la reconquista en 1815.

Finalmente, las acciones más reprobables de los inquisidores, la institución que representaron y de la religión que profesaron, fueron la de perseguir, juzgar y condenar a miles de cartageneros y extranjeros inocentes, quienes fueron víctimas de la intolerancia, el fanatismo religioso y la violencia de todo tipo; y lo peor de todo:

Usar el nombre de nuestro Dios para cometer tan viles y reprobables acciones.

5. EL ÚLTIMO AUTO DE FE Y LA ÚLTIMA EJECUCIÓN

EN CARTAGENA DE INDIAS.

El último Auto de Fe se celebró en Cartagena en septiembre de 1818, en el cual se procesó al santafereño Rafael Barraza.

La causa fue iniciada en 1813, siendo acusado de proposiciones heréticas y se le confinó en cárceles secretas hasta 1818 cuando escuchó su sentencia en la sala de audiencias:

Abjuró de Levi (se retractó y presentó sólo leves indicios de la falta que se le imputaba) y fue absuelto ad cautelam (declaración escrita u oral, frente a la cual no habrá una nueva opinión contraria) de acuerdo con las notas de Medina, ya citado.

6. EL FALSO FINAL DE LA INQUISICIÓN MUNDIAL.

A pesar de las afirmaciones anteriores sobre la desaparición de la Inquisición, el Tribunal no desapareció. Sólo cambió de formas y procedimientos, adoptando ahora un carácter más universal y direccionada directamente desde Roma. La actual Congregación para la Doctrina de la Fe, sustituyó a la antigua Sagrada Congregación de la Romana y Universal Inquisición.

Wikipedia lo explica de la siguiente manera:

La Congregación para la Doctrina de la Fe, es un órgano colegiado de la Santa Sede, cuya función, custodiar la correcta doctrina católica en la iglesia, está definida según el artículo 48 de la Constitución Apostólica de la curia romana Pastor Bonus, promulgada por el papa Juan Pablo II el 28 de junio de 1988.Esta congregación es la sucesora de la antigua Sagrada Congregación de la Romana y Universal Inquisición”. (Consultado, abril 25.2021).

Por esta razón, en nuestros días hacemos referencia al falso final de la Inquisición pues esta continúa viva a través de la  Congregación; es esta, mediante el liderazgo del cardenal Joseph Ratzinger (elegido papa con el nombre de Benedicto XVI), la que se dedicó a combatir, entre otros curas aperturistas,  a los sacerdotes de la teología de la liberación, quienes predican sobre la necesidad de  una iglesia  católica al servicio de la causa de los pobres, acorde con las prédicas de Cristo El Mesías.

Sin embargo, el papa Juan Pablo II en junio del 2004, pidió perdón por los crímenes cometidos por la Inquisición.

La nación.com en la edición del 16 de junio del 2004 narra de la siguiente manera:

“Papa pide perdón por la Inquisición”.

“El Papa Juan Pablo II, pidió perdón por los horrores de la Inquisición, con siete siglos de atraso, al presentar ayer un voluminoso estudio sobre esos años…en los que la tortura fue legalizada por la iglesia”.(consultado abril 26.2021)

Pero a pesar de ello, la Congregación continúa adelante con su labor doctrinaria; de igual forma lo hace el Estado colombiano, contra aquellos quienes disienten de su ideología, de sus prácticas políticas, económicas, sociales y culturales clasistas y antipopulares; la muestra más fehaciente la constituye el testimonio del Comité de solidaridad con los presos políticos, el cual señala:

“Entre enero del 2012 y julio 2019, 274 personas defensoras de derechos humanos estuvieron involucradas en un proceso con la justicia, en un contexto en el que las judicializaciones han aumentado en un 244%, de las que el 74% son líderes y lideresas ambientales. El informe fue enviado a la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos) en Washington Enel 2019”. (consultado abril 26 .2021.)

 Más a estos se agrega las judicializaciones a líderes populares y comunitarios, a políticos de izquierda, libres pensadores, que disienten de las políticas del Estado y a aquellos que, sin pertenecerlo, son acusados de ser miembros de organizaciones armadas.

Es este ahora, “el brazo secular” que hace inquisición y reprime a los opositores, a quienes disienten de él, en el marco del tipo de   democracia instaurada en el país.

 Fin de la serie: Historias Secretas de la Inquisición cartagenera.

Con los afectos de siempre: UBALDO JOSÉ ELLES QUINTANA


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