No hay mejor equilibrista que un actor político, ni mejor cuerda que lo soporte que los medios masivos de comunicación. Caer siempre será una opción (muy remota...), aunque muchas veces el piso de la sociedad funcione como resorte que catapulta a los desnucados. Como la realidad es un circo, y muchos bufones participamos de ella, La Maroma es un intento por descubrir ese juego de equilibristas, payasos y enanos traviesos (léase todos los actores de una sociedad) que pululan en nuestro ambiente, y, pese a tantas piruetas logran salir ilesos y para colmo, sonrientes!