LOS OJOS HACIA ADELANTE
El Acuerdo de Paz del Estado Colombiano con las FARC, ha sido puesto a consideración del pueblo para que hoy 2 de octubre de 2016, a través del Plebiscito Nacional convocado por el Ejecutivo en cabeza de nuestro Presidente JUAN MANUEL SANTOS CALDERON, decida si este convenio bilateral hacia la consecución de una paz estable y duradera puede seguir adelante o no. Ha sido una valiente y democrática determinación del Presidente con su equipo de asesores, ya que no solo es una decisión política sino ética, tal como se lo escuché decir al propio Jefe del equipo negociador doctor HUMBERTO DE LA CALLE LOMBANA, para legitimar el proceso de paz no solo en la presente coyuntura histórica, sino hacia el futuro, frente a eventuales Gobiernos que mañana más tarde se les dé por reversar parte o la totalidad de los acuerdos, o incumplirlos, solo por la mezquina intención de acabar con el acontecimiento histórico más importante de nuestra vida Republicana después de ganada la independencia del dominio Español.
Frente al casi seguro éxito del SI, se ha hecho una guerra sucia y se ha recurrido a todo: mentiras, difamación, tergiversación, burlas, descontextualización, violencia psicológica y física, y para colmos, con la satanización, por cuanto ciertos líderes religiosos cristianos, han vaticinado hasta la perdición Divina para los que osemos votar el Si hoy 2 de octubre. Sin embargo, la polarización y confrontación dialéctica de las ideas a favor o en contra del Acuerdo de Paz de La Habana es válido, diríamos que necesario, pero deja una sensación inquietante, y es hasta qué punto el Mundo nos evalúa mentalmente, ya lo dijo el Ex Presidente de Uruguay JOSE MUJICA en declaraciones dadas al matutino capitalino El Tiempo “Si Colombia dice “No”, daría la impresión de ser un pueblo esquizofrénico que se aferra a la guerra como forma de vida. América Latina difícilmente lo entendería y sería una frustración para lo mejor de Colombia".
Ver: http://www.eltiempo.com/politica/proceso-de-paz/entrevista-con-pepe-mujica-sobre-la-paz-en-colombia/16709679)”.
Siendo profano en Psiquiatría, si en Colombia hoy 2 de octubre el No gana, la percepción que tendría es idéntica a la del Ex Presidente Pepe Mujica, no entendería por más racional que intentara serlo, llegar a conclusión distinta, me convencería que la empatía como sentimiento necesario para la convivencia pacífica y el desarrollo armónico y civilizado entre los seres humanos es prácticamente inexistente en nuestra Nación, seríamos una especie de Sociedad con serias deficiencias de una importantísima sustancia química como la oxitocina, la llamada y muy necesaria hormona del Amor, y de inmediato buscar estímulos para su producción ya que prácticamente estaríamos con serias probabilidades de extinguirnos como Nación por ser proclives a la guerra. No obstante, pese a la intermitente lluvia que nos deja el coletazo del Huracán Matthew, que ruego al Altísimo no se convierta en una mala jugada de la naturaleza que vaya a favorecer el abstencionismo en contra del anhelado Si, tengo la esperanza cifrada en que la sustancial y gran mayoría del pueblo Colombiano saldrá a votar masivamente, y con más decisión la Costa Caribe, donde las estadísticas de la intención de voto favorece la aprobación de Los Acuerdos de La Habana. (Ver: http://www.abc.es/familia-padres-hijos/20150418/abci-oxitocina-parto-feliz-201504161753.html).
Cualquier ser pensante, con un mínimo nivel de escolaridad, sabe que el normal desarrollo psíquico y emocional parte del hecho natural de poder vivir en un ambiente pacífico, la guerra es totalmente contraria a la vida, a la supervivencia, estar inmerso en ella no solo trae como consecuencia graves enfermedades mentales, sino que constituye un verdadero desastre humanitario, una emergencia o un caos provocado por el hombre, en la mayoría de las ocasiones sin sustanciales causas ética y políticamente aceptables, lo que determina una desorganización total de toda la sociedad, afectándola desde todos los puntos de vista. Para corroborarlo no solo basta con ver nuestra propia historia republicana, sino observar las ultimas confrontaciones internacionales que se han dado en el mundo en los últimos 20 años, donde ha habido de todo, desde guerras multilaterales por invasiones infames, hasta la provocación de conflictos internos con la exportación de mercenarios para derrocar a Regímenes Constitucionales legítimamente constituidos, basta con citar, verbigracia, Irak, Siria, Libia, Palestina, etc.
(Ver: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1727-81202007000300005)
Por ello, hoy más que nunca, se hace necesario a través de este acto democrático de votar a favor de los Acuerdos de La Habana, acabar con la guerra irracional que nos ha bañado por más de 50 años de enfrentamiento armado entre Colombianos, y al fin lograr para siempre la posibilidad de obtener una vital paz estable y duradera, haciendo indispensable aplicar lo que decía el ya citado Ex Presidente JOSE “PEPE” MUJICA, que la vida se hace y prosigue es con los ojos hacia adelante, superando los odios, lo que en manera alguna quiere decir olvidar a las víctimas, solo que hay que detener la pérfida doctrina usada por tanto tiempo que la guerra es un instrumento ya sea en la búsqueda o mantenimiento del poder político. Es claro, que la aprobación final de este importante acuerdo de paz entre los Colombianos, en manera alguna vaticina nada de las apocalípticas predicciones de tanto manipulador que ha querido desdibujar el contenido de los acuerdos, que como todo, tiene sus imperfecciones, pero es nuestro trasegar en una vida en paz el que hará posible la mínima consecución de lo pactado, como es el anhelo de una sociedad mas incluyente, y el ejercicio de una democracia mucho mas participativa como fue el anhelo del constituyente de 1991, que precisamente partió de otro acuerdo de paz con el otrora grupo guerrillero M - 19.
