De paseo por el vecindario


 

Ser nativa de la ciudad que es Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad es motivo de orgullo que supone estar siempre chicaneando sobre todo lo bueno, bonito y de calidad que tiene nuestra ciudad para ofrecer al turista que nos visita desde otros lares. 

Efectivamente Cartagena de Indias es la ciudad más bella que uno pueda imaginarse, porque ella está cargada de historia y bellezas naturales que la hacen incomparable en este circuito del Caribe Sur.

Cartagena tiene para ofrecer al que la visita la mejor oferta de servicios para turismo nacional e internacional, pero..pero.. Cada vez que tenemos la oportunidad de dar una vuelta por el vecindario del Caribe nos encontramos con que no basta tener lo mejor sino ofrecer y prestar el servicio con altos estándares de calidad. 

Más allá del patrimonio histórico y sus monumentos. Más allá de la arquitectura colonial, de los hoteles 5 estrellas, estamos en deuda con respecto al indicador que es clave para que todo sea sostenible: Oferta y servicio con calidad.

Lo digo porque en estas islas del caribe que pudimos visitar en un corto periodo, el mismo que ocupa un turista de cruceros en Cartagena, el desembarque hacia los sitios turísticos son accequibles en cuanto a procedimientos y  costo de los mismos, unido a eso el asumir una cultura de extremo cuidado y conservación  de calles, playas, arquitectura y zonas de recreación hablan de estar todos en sintonía sobre lo que es fundamental:  Aquí lo que tenemos para ofrecer lo debemos cuidar  porque de ello depende nuestra economía.

Llegar a un puerto y una playa donde el agua de ambos lugares es total y absolutamente transparente, habla de compromiso con el medio ambiente y una  ciudad al servicio de quienes la visitan. 

Las normas estrictas sobre trato hacia los turistas, sin acoso y ubicados todos los oferentes en un área común para escoger la mejor oferta nos deben invitar a pensar  cómo es que aquí en Cartagena la persecución puede llegar hasta el lugar más privado para ofrecer un servicio que no siempre está certificado.

Llama la atención que todos los nativos a más de su lengua nativa(papiamento) como en Curacao, dominan otros tres  idiomas  , eso pone un estándar muy alto para el turismo internacional que espera tener facilidad para comunicarse y disfrutar de la isla.

La ausencia de vendedores ambulantes, masajistas, en las playas, invita a que el turista haga uso de su tiempo para lo que lo destino: descansar sin la presión de  ventas inoportunas y que roben sus pertenencias.

Todo se paga, obviamente, son islas que viven del turismo, pero los precios pueden ser negociados sin perjuicio de las partes porque además  se hace con respeto. En Aruba por ejemplo, si no deseas contratar tour por el centro de la ciudad, puedes tomar el tranvía de turismo  que de manera gratuita pasea por un tiempo  de media hora.

Darse una vuelta por el vecindario del Caribe Sur y regresar a Cartagena en medio de un sol canicular con retraso por parte de Migración Colombia y encima que 2 mil personas aproximadamente, hagan una fila sin protección alguna, obviamente saca lo peor de la mayoría presente  y entonces aparecen los que se vuelan la fila, las protestas, las embarazadas y adultos mayores tratando de tener atención preferencial, es el primer indicador que ya estás en Cartagena. 

Después sales a buscar un taxi y el primero que pides te cobra 30 mil pesos por una carrera que solo cuesta 18 mil pesos. Así son las cosas por acá y todos nos parece parte del paisaje. Pero en el Caribe hay otras ofertas que superan lo que   tiene Cartagena que depreda al turista, la van a superar aunque tengamos lo mejor en cuanto a contenido. Porque  lo que enamora es la formación para buen trato y  calidez hacia el turista, Formación en Historia del Patrimonio para todos los que trabajan en turismo, Formación en cultura de cuidado y conservación de playas y monumentos, costos accesibles para todos, honestidad, bilingüismo, erradicación del turismo sexual y de drogas ilicitas.etc.

Si no fuésemos Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad, ya habríamos  desaparecido del circuito turístico de alto nivel en el  Caribe Sur.

Ojo con la política publica para el Turismo en Cartagena. A quien le sirve?

 

 


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