Por: Carlos Darío Rodríguez Redondo

EL HAMBRE NO ES CONTAGIOSA, EL HAMBRE NOS ESTÁ GOLPEANDO.


Por: Carlos Darío Rodríguez Redondo

Escribo esta columna con el corazón arrugado, porque no estamos pasando por un buen momento. Lastimosamente, esta pandemia desnudó a nuestro país, mostró lo realmente pobre que somos. Mostró esa realidad que vivimos día a día, donde muchos; si desayunan no almuerzan, sí almuerzan no cenan, y en el peor de los casos, no hay para ninguno de los 3 bocados.

Con todo esto, quedó demostrado que los más humildes si son importantes en este país, que la clase obrera es importante en este país, sin ellos; la economía no se mueve, pero que paradoja. Hagamos este ejercicio: Clase obrera = Economía Dinámica, pero a esa misma clase obrera le pagan mal, abusan de ellos, violan sus derechos, y son los mismos que ahora están pasando trabajo, pero en la pandemia los exponen porque saben que son la pieza fundamental de todo este engranaje y están gritando a viva voz; “la clase obrera somos un buen negocio, inviertan en nosotros”

Vendrán tiempos difíciles, para el próximo año se estima que la pobreza aumentará a 22 millones de personas y la agenda debe estar dirigida a combatir esa pobreza, ahora sí se deben generar proyectos de inversión social, y que no se vuelva una demagogia barata, porque cuando se debió invertir en eso, creyeron que era un simple capricho de una ideología política.

Falta mucho, pero soy optimista, aún no hemos pasado la etapa más difícil pero mantengo la fe intacta. Saldremos de esta, porque somos esa Colombia berraca y echada para adelante, que a pesar de que el hambre nos está golpeando, no nos dejamos y nos levantamos día a día para sacar adelante a nuestras familias, y a nuestro país.

Somos una raza de guerreros y esta es una prueba más, para saber de qué estamos hechos. Vendrán mejores tiempos, porque si estamos esperando un cambio; Ese cambio llegó y sin golpear la puerta.

@cdariorodriguez

 

 

 

 

 

 


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