¡Un No Rotundo a la Revocatoria del alcalde William Dau!


¡Un No Rotundo a la Revocatoria del alcalde William Dau!

1.Buscando un buen alcalde en la historia Total de Cartagena de Indias.

Sin Duda alguna, el gobierno del alcalde William Dau no ha sido uno de los mejores de los últimos tiempos.

Los buenos gobernantes nunca han existido en nuestra historia urbana. Desde los miembros de la primera Junta de Gobierno que se instaló aquel glorioso 11 de noviembre de 1811, ninguno sin excepción, ha gestionado y logrado el bienestar material y espiritual de las mayorías cartageneras, ni aun cuando Cartagena era un villorrio de 10.000, o 18.000 habitantes (1815), entre otros factores porque la esclavitud sólo se abolió en 1851 con su correspondiente lastre económico, político, social y cultural.

Después, continuó la servidumbre de los manumitidos en casa de los blancos ricos, en las haciendas ganaderas y agrícolas de Cartagena de Indias y sus cercanías, y allí donde quiera hubiese inversión de capital, es decir, en cualquier tipo de empresa o negocio.

A la par de estos, surgieron los jornaleros y jornaleras a destajo, y después los asalariados y asalariadas; los pobres, pobres en extremo, mendicantes e indigentes, siempre han existido desde cuando se inició la dominación colonial.

Sin embargo, muchas personas de la generación de mis padres, conceptúan que, en la vida cotidiana de la urbe, existieron dos buenos alcaldes como fueron Daniel Lemaitre Tono (1884-1961), quien gobernó dos veces,(1939  y ¿’?)y Vicente Martínez Martelo (1897-1974) alcalde de la ciudad en los períodos 1951-1953 y 1960-1961.

La connotación anterior obedece la gestión de los gobernantes, quienes lideraron y realizaron proyectos de apoyo a obras de beneficencia y fiestas de la ciudad, de traslados de barrios populares del centro histórico a la periferia, entrega de solares y viviendas y otras obras materiales que paliaron algunas necesidades de varios sectores pobres de ese entonces, aunque nunca faltaron los juicios críticos no favorables a su administración.

2. LA HERENCIA QUE RECIBE EL ALCALDE DAU.

Por su parte, al alcalde William Dau no le tocado nada fácil:

La herencia político - administrativa que recibió, muestra la crisis total que durante muchas décadas ha sufrido y sufre la ciudad.

En los ámbitos de la economía y la sociedad resaltan los altos niveles de desempleo, la informalidad del empleo, (60% aprox.) absurdos índices de pobreza, pobreza extrema, mendicidad e indigencia, escasez de recursos financieros y monetarios en el presupuesto distrital, violencia extrema y cotidiana agenciada por la intolerancia entre las relaciones interpersonales y la delincuencia.

Le siguen la inseguridad real y percepción de la misma, con niveles preocupantes, carencia de infraestructura en los servicios básicos, crisis en los sistemas de salud y educación, decenas de obras públicas inconclusas, y un mercado público con la categoría de ser “una de las plazas más contaminadas del país”, y con un viejo proyecto de traslado en agonía.

Cierran el círculo “muy vicioso”, la crisis de movilidad de los ciudadanos provocada por la incompetencia del Departamento de Tránsito y Transporte, la insuficiencia de Transcaribe, peajes internos detestados por los ciudadanos y señalados por la Contraloría General de la República de causar detrimento patrimonial a la ciudad por un valor de $300.000 millones.

Otros factores de la crisis que azota y agobia a los citadinos, son demasiado extensos para

continuar enumerándolos, por lo que aquí se hace un corte prudente en su mención.

En el campo de la política es preciso destacar, el dominio férreo de la clase política tradicional en el gobierno distrital y regional, a la cual el mandatario calificó (a sus dirigentes) de “malandrines”, hoy desalojados, parcialmente del poder, hasta la presente, responsables de la crítica situación que en todos los ámbitos de la vida sufre la ciudad.

Hereda también, la administración del alcalde Dau Chamatt una burocracia, en gran parte estéril a la cual reemplaza de manera parcial por funcionarios serios, pero varios inexpertos; sigue aumentando la herencia, la apropiación de los recursos públicos por gran parte de los entonces gobernantes y funcionarios, de acuerdo con los informes de los organismos de control y del mismo mandatario.

En el espacio de  la cultura, se reflejan los escasos recursos destinados al fomento de la “cultura popular sostenible”, y en general de una cultura ciudadana proactiva, con sentido de pertenencia e identidad cultural masiva; un sistema educativo en crisis , cuestionado por la calidad de la educación, tomando como parámetro las cuestionadas Pruebas Saber, realizadas por el ICFES, las cuales, para evaluar la calidad del proceso educativo obvian la medición  del desarrollo humano que promueve la escuela con los estudiantes(de manera especial)  y los padres y madres de familia.

A lo anterior, hay que adicionar la vetusta infraestructura de la gran mayoría de las instituciones educativas públicas, a través de un largo proceso que parece no tener fin, para mal de los sectores pobres y marginados de la ciudad.

Cierra el círculo la carencia de un eje vertebral y fundamental que centre el sistema educativo local en el fortalecimiento de la Educación Ambiental, en particular, y de la Educación Patrimonial (para fortalecer el Desarrollo Humano Sostenible), en general, acorde con la calidad de nuestra ciudad de Patrimonio Cultural de la Humanidad, los valiosos ecosistemas que posee y la grave crisis que sufren.

A toda la debacle anterior se agrega la pandemia que nos azota desde el pasado marzo del 2020, que obligó a la administración a priorizar su control, a hacer transferencias de recursos y utilizar nuevas y eficientes estrategias que mantuvieron a raya el virus, hasta cuando se decretó de nuevo la apertura de las actividades económicas y disminuyeron algunas restricciones a la movilidad cotidiana de las personas.

 Hoy, pese a los esfuerzos de la administración, producto en parte de la indisciplina social de varios centenares de miles de personas, los cartageneros lamentamos 52.294 contagiados, lloramos 911 fallecimientos, pero también nos regocijamos con los 49.494 recuperados (eluniversal.com. Enero 24.2021).

En síntesis, la herencia política recibida por la administración del alcalde William Dau, a la cual se le suma la actual pandemia, es una crisis compleja, crítica y delicada, cuya solución precisa de estrategias novedosas, inteligentes y eficaces, mucha entereza, fuerza de voluntad, transparencia, gestión gubernativa eficiente, dedicación y el ingrediente superior:

 “Amor por Cartagena y sus gentes”, amor a la ciudad fantástica que acoge a nativos y visitantes y que sueña con un futuro sostenible y de bienestar material y espiritual para todos.

Este fue el sueño que llevó a miles de cartageneros a votar por el actual alcalde, quien inauguró un nuevo discurso  anticorrupción y de bienestar, discurso, que de inmediato fue rechazado por las casas políticas tradicionales, sus clientes que viven de un puesto  de trabajo en la administración, algunos funcionarios de los entes de control, y todos aquellos ciudadanos del común, que vieron desaparecer sus ilusiones ante la derrota del candidato de la política tradicional,(por el cual votaron) contraria a los reales interese de las clases desposeídas y marginadas.

Por otra parte, estas situaciones han llevado a que un buen número de seguidores   de la política del alcalde Dau, hayan retirado su apoyo al burgomaestre, para satisfacción de sus contradictores, quienes no cesan en sus ataques, aprovechando los errores del funcionario, quien a pesar de todo mantiene una imagen favorable del 78% de acuerdo con una de las últimas encuestas realizadas en el país.

3.EL JUICIO DE LOS POLITÓLOGOS CARTAGENEROS.

De esta forma, diversos politólogos conceptúan que la gran fortaleza del alcalde es su discurso y praxis anticorrupción, a la par de su oposición a la continuidad de los peajes absurdos que encierran y esquilman a los cartageneros.

Por ello, para poder escribir el titular y contenido del presente trabajo fue necesario tener presente el juicio de tres politólogos de la ciudad; los conceptos de dos de ellos aparecen en la entrevista realizada por la periodista Lía Miranda del universal.com y los de un tercero en otro periódico electrónico: políticaheroica.co; Miranda centra su entrevista en tres ejes fundamentales:

Manejo de la pandemia

Relación con el Concejo.

Gestión.

En el campo del manejo de la pandemia, el politólogo Armando Mercado Vega(Entrevista :eluniversal.com) y Daniela Pinzón(políticaheroica.co) conceptúan que a la actual administración le hace falta un plan claro de gestión ante el covid-19, un plan estratégico a mediano y largo plazo que vaya más allá del pico y cédula y del toque de queda; por su parte Germán Ruiz( Entrevista:eluniversal.com) explica que el manejo a la pandemia es acertado y que el único error estuvo en las circunstancias que  mediaron en la renuncia del director del Dadis.

Pinzón, a su vez agrega que el mayor acierto del alcalde fue la ampliación y habilitación de los servicios hospitalarios.

Referente a las relaciones con el Concejo Distrital, Ruiz conceptúa que es una relación maltrecha, casi un año perdido entre las relaciones de los dos poderes.

Armando Mercado explica que:

“El carácter confrontacional del alcalde le trae más males que beneficios, y   echa todas las críticas en el mismo saco: “No todas las críticas a su gestión provienen de las clases políticas tradicionales. Estas   provienen también de los medios de comunicación, activistas y académicos”.

Frente a la gestión del alcalde, Daniela Pinzón (políticaheroica.co) explica que “el burgomaestre tiende a gastar tiempo y energía reaccionando impulsiva e irrespetuosamente ante cualquier ataque que provenga de la oposición: todos son unos malandrines, excepto los que están a su lado.”los aciertos y los desaciertos de Dau. “Parte 2. dic. 5.2020)

Por su parte Germán Ruiz explica que “el alcalde llega a un año de su mandato pensando que todavía es candidato. Ya be dejar la peleadera; debe reestructurar su equipo de gobierno y dar oportunidades a quienes demuestren mejores habilidades: no se gobierna sólo con buenas intenciones y menos a una ciudad tan compleja como Cartagena”.

Mercado Vega concuerda con Ruiz y añade “que es muy mala la cantidad de cambios en el gabinete distrital.10 cambios en menos de un año se traduce en una crisis en el gabinete, es uno de los lunares más graves de la administración”.

4.LA CONCEPTUALIZACIÓN DE UN DOCENTE PATRIMONIALISTA.

Sin el ánimo de posar como politólogo, pero si en el desempeño de mi formación en ciencias sociales y económicas y como docente patrimonialista conceptúo, tal como escribí al inicio de este ensayo, que la gran fortaleza del alcalde   es su lucha contra la corrupción de la clase política tradicional y su empeño en desmontar los peajes que hoy impiden la libre movilidad a cartageneros y visitantes.

De igual forma, he de reconocer, de nuevo, que la lucha de la administración contra la pandemia resultó exitosa durante los meses de vigencia de la cuarentena; sin embargo, una vez se reabrió la economía y cesaron algunas medidas restrictivas, de nuevo se disparó la pandemia, con los dolorosos resultados que vivimos hoy en día.

Al alcalde de Cartagena, como a miles de alcaldes en el mundo le tocó enfrentar la cruel encrucijada:  flujo económico o enfermedad; difícil decisión para tomar; pero todo hubiese sido menos mal, y puede serlo si se invierte más en educación contra el covad 19 y en educación para el desarrollo humano sostenible y una cultura ciudadana proactiva y de sana convivencia.

A mi juicio, el gran error del primer funcionario de Cartagena, fueron sus disputas con el consejo y con otros funcionarios de distintos niveles y jurisdicciones, con un lenguaje soez e irrespetuoso, y el acusar de malandrines a personas que, por las razones que todos conocemos, ningún tribunal los ha condenado.

Esto le ha costado al alcalde retractarse en diversas oportunidades desperdiciando así su valioso tiempo de gobernante de una ciudad compleja, y en críticas situaciones de índoles diversas. 

Hoy, al igual que antes del gobierno de William Dau, Cartagena de Indias continúa siendo una ciudad de muchas carencias básicas, agravadas por la pandemia que vivimos, la cual obligó a paralizar actividades en diversos frentes y secretarías; sin embargo, se abusó del pare de la situación, como sucedió con la secretaría de Hacienda, a manera de ejemplo.

Hoy, en el sentir y percibir de muchas personas, la ciudad no ha despegado en diversos frentes estratégicos: las obras públicas, la seguridad, la recuperación de ecosistemas estratégicos como los del Cerro de La Popa, el ecosistema de caños y lagunas   y el fortalecimiento de la cultura ciudadana.

Sin duda alguna, el año 2020 no fue el mejor para centenares de funcionarios distritales y mucho menos para decenas de miles de cartageneros y cartageneras; la herencia que recibe Dau, la pandemia y los errores de la administración, así Ío determina.

5. UN NO ROTUNDO A LA REVOCATORIA DEL MANDATO DEL ALCALDE DAU.

La crisis total de Cartagena es tan compleja y profunda que precisa de tres administraciones para construir una ciudad con Desarrollo Sostenible y para que se genere bienestar para los sectores sociales más vulnerables, trabajando todos los poderes institucionales en un nivel mínimo de armonía, colaboración y compromiso ciudadano.

Por ello es absurdo, que pequeños grupos de la ciudad pretendan revocar el mandato de Dau, empoderado por el voto de los humildes y de quienes soñamos y aportamos por una ciudad con justicia social, pacífica y sostenible.

Absurdo que grupos de personas que tuvieron en sus manos el poder distrital de manera inocua,  que se auto proclaman populares, pero están adscritos a las camarillas politiqueras, hoy pretendan hacer revocatoria de este mandato.

Por ello hoy, (ante el ahora improbable hecho de la continuidad del proceso revocatorio por razones que expone la Registraduría Nacional) nuestra propuesta es: UN NO ROTUNDO A LA REVOCATORIA DEL ALCALDE DAU., UN NO ROTUNDO A LAS ABSURDAS PRETENSIONES DE LOS HUÉRFANOS DEL PODER DISTRITAL, AMANTES DE LA INESTABILIDAD POLÍTICA Y DE PESCAR EN RÍO REVUELTO.

Un año en Cartagena sin que los dineros del erario pasan de manera ilegal a las manos de las casas políticas tradicionales y unos peajes a punto de desaparecer, es una gran ganancia para este pueblo heroico desde los tiempos de la conquista del gobierno español, iniciada al despuntar el siglo XVI (1503).

Por ello mis recomendaciones respetuosas al alcalde y su gabinete es que los dineros salvados de la corrupción se inviertan en la mejor atención a la pandemia, a la educación formal centrada en la pedagogía de la enseñanza patrimonial, y la cultura ciudadana, en la salud preventiva y curativa y en el fomento del empleo de mano de obra no calificada en la infraestructura básica de los barrios populares (más del 90% del total de la ciudad), a través de organizaciones cooperativas de verdad.

A los detractores del alcalde, con igual respeto, recomiendo que esos dineros a invertir en la revocatoria lo utilicen para los ítems arriba mencionados con sus partidos y organizaciones; que no voten su dinero en un proceso condenado desde ya al fracaso; especial recomendación les hago, y es que si todavía no  están convencidos de su inútil esfuerzo, lean las redes sociales y los comentarios ciudadanos que aparecen en  “el universal.com”y verán el inmenso e indestructible apoyo popular que tiene el alcalde, a pesar de sus errores, los cuales, estoy convencido los está corrigiendo, por que :

“De humanos es equivocarse; sólo los necios persisten en sus errores”, enseña un sabio adagio del romano Marco Tulio Cicerón.

Con los afectos de siempre,

Reforzados con el NO ROTUNDO

 A LA REVOCATORIA DEL ALCALDE DAU.

Ubaldo José Elles Quintana

 

 

 

 

 


TAMBIEN TE PUEDE GUSTAR