Antes de escoger a un HP*


El derecho constitucional a elegir y a ser elegido, ha dado origen a cantidades de partidos políticos, que, sin ideología, sin proyectos de gobierno y sin identidad, aglutinan seguidores que se acomodan de acuerdo a sus intereses, conformando coaliciones u organizaciones depredadoras de los recursos públicos. Brindan su respaldo al mejor postor, para ofrecer un aval en la contienda electoral y lo hacen tras un solo propósito: Alcanzar el poder, pero tan sólo motivados por los deseos de obtener beneficios individuales, sin tener un objetivo en que beneficie a la comunidad. 

La solemnidad que demanda la democracia y los asuntos políticos, nunca ha estado presente en nuestra sociedad. Debemos hacer un análisis individualizado del ejército de candidatos aspirantes a los cargos de elección popular para por lo menos tener la certeza de que quienes ocuparon curules en Senado y Cámara en el periodo inmediatamente anterior, no deben ser reelegidos si no demuestran que su paso por el congreso, produjo buenos resultados para el País. Los ausentistas, los que no presentaron proyectos, los que votaron a favor del incremento en los impuestos y pretendieron legislar en contra del interés popular, definitivamente no deben volver a tales cargos y es el pueblo quien los debe castigar, negándoles el voto. 

La corrupción no puede continuar y esa caterva de HP, no debe ser quien represente los intereses de la comunidad que los elige. 

Solo aparecen en campaña, llenando la ciudad con vallas publicitarias, rencauchando fotos tomadas hace 10 años. Pero ¡Oh sorpresa!, basta con verlos en la televisión y en las redes sociales, para decir que parecen los abuelos de quienes sonríen en los postes y paredes de cada ciudad. Pretenden llegar a sus curules, con falsas promesas y llenando las calles de carros convertidos en vallas ambulantes, usados hasta para transportar droga, como ocurrió recientemente en Cartagena; porque el descaro no se les acaba, por el contrario, va en aumento. 

Ciudadano dígale que SÍ a ese HP, que le viene con falsaspromesas, con regalitos, a ese que le ofrece puestos, contraticos y que jura acabar con la pobreza. Pero prométase que el día las elecciones lo castigará. No vote por él, no se deje engañar más eligiendo a quien hunde al pueblo en la miseria y en la ignorancia. Llegó la hora de despertar, hágalo por usted, por su familia y por Colombia, piense bien antes de escoger a un HP. 

Hp* honorable parlamentario.    


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