"EL AMOR ES ETERNO MIENTRAS DURA". Filosofando sobre la vida y el amor.


La vida amorosa se volvió confusa y complicada dicen unos, otros entre quejas y lamentos dicen que antes era más fácil amar y vivir en pareja, y las más pesimistas simplemente rezan, en un extraño alarde de optimismo, que "El amor es eterno mientras dura", tomando prestadas las palabras de Ismael Serrano en su canción "La extraña pareja".

Hasta hace poco la gente se unía en pareja (casados o arrejuntados) con el propósito de formar una familia, las funciones que emanaban de esa unión eran igualmente claras, el marido debía ser el proveedor de la casa y para ello saldría a trabajar y la esposa juiciosa siguiendo los lineamientos freudianos de las tres K, debía estar ocupada atendiendo a los hijos (Kinder) la cocina (Küche) y ayudando en la iglesia (Kirche). Para que todo este andamiaje familiar se sostuviera con éxito había que añadir mucho respeto y de ser posible un poco de cariño. En este orden de ideas el hombre sin una mujer estaba condenado a estar desatendido y mal cuidado, y la mujer por su parte, carente de estudios y de una profesión u oficio, ante la ausencia de un marido estaba condenada irremediablemente a la pobreza. La vida conyugal era entonces la conformación de un equipo de supervivencia con beneficios para ambas partes. 

La crisis actual de la vida conyugal es una crisis de paradigma, el paradigma de la modernidad no ha resistido a la crisis de la postmodernidad, en parte debido a los naturales deseos emancipatorios de los seres humano y a la misma dinámica de la vida que se resiste al mutismo y al estatismo, la vida es movimiento y como el agua, lo que no se mueve se pudre. 

Los hombres de hoy no necesitan de las mujeres para estar atendidos y las mujeres no necesitan de los hombres para asegurarse un sustento económico, las nuevas masculinidades y las nuevas feminidades son en buena medida las principales causas de esta evidente revolución en la vida conyugal.

Mujeres y hombres empoderados en busca de la emancipación han agudizado el deseo de consolidar la conyugalidad como una "empresa" que debe ser bien administrada (planeación, organización, direccionamiento y control) y para ello se unen tratando de ser un "buen equipo", pero este deseo contrasta por otro lado con lo que Byung Chul - Han a tenido a suerte en denominar "la sociedad del cansancio". Ese empoderamiento contrasta con el tipo de sociedad en el que vivimos, la gente cansada no le está apostando a los planes sino a la improvisación, a la espontaneidad, "el plan es no tener plan" porque no hay tiempo para hacerlo y menos para hacerle seguimiento, el resultado es simple y se resume en esta primera premisa: "El amor es eterno mientras dura" lo cual hace que la frugalidad y la fragilidad sean el común de esas "nuevas conyugalidades" que ahora se suelen llamar "equipos".

El lado positivo de este proceso es el empoderamiento alcanzado con las nuevas masculinidades, feminidades y conyugalidades.

El lado negativo es el carácter desechable en que se cae cuando las relaciones no son asumidas de modo "sismorresistente" (de ello hablaremos más adelante), ello hace que se cosifiquen las personas y las relaciones y que se apliquen los principios que rigen aquello que se se clasifica como desechable: "Tómalo, úsalo, rómpelo y bótalo". Las personas se terminan viendo como cosas, objetos a los que podemos tomar y usar a nuestro antojo y cuando ya no nos sirven los rompemos para que nadie más los use y los botamos", el lío es cuando nos damos cuenta que así también nos ven y nos tratan los demás, en una sociedad marcada por el cansancio, el desencanto y la improvisación.

¿Es posible creer en el amor? ¿Hay esperanza de redención? Todo parece llevarnos a las famosas cuatro preguntas de Kant:

  1. ¿Qué puedo saber? . Una pregunta que se plantea desde la teoría del conocimiento y la metafísica y trata la cuestión del problema del conocimiento y los límites de éste.
  2. ¿Qué debo hacer?. La respuesta se relaciona con el plano de la ética y moral, estableciendo los principios y condiciones de la misma. 
  3. ¿Qué me cabe esperar?. Esta es una cuestión de religión, que debe ser vivida dentro de los límites de la razón y de la Historia.
  4. ¿Qué es el hombre?. Se trata de un análisis antropológico, y viene a ser un resumen de las otras tres, al ser el ser humano, el sujeto de todas las preguntas:

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