Analfabetos en el amor


Oprimió el botón, se paró impaciente frente a la puerta observando el letrero de grandes y hermosas letras rojas que estaba pegado en ella sin entender lo que decía porque no sabía leer, pasaron unos pocos segundos y la puerta se abrió automáticamente; él como un relámpago entró en el hueco del ascensor que estaba en mantenimiento y cayó 20 pisos hasta una muerte segura. Murió por analfabeto.

Hoy les digo, con pleno conocimiento de causa, que si hacemos un estudio detallado de la preparación que tenemos para amar, realmente se dejaría en evidencia el peligroso grado de analfabetismo amoroso en que está nuestra sociedad. No nos preparamos adecuadamente para el amor y muchos hogares están pagando las consecuencias. Ahora bien, esto no significa que los letrados y estudiosos no tengan problemas, lo que sí tienen ellos a favor es que pueden hacer un mejor uso de su inteligencia, entendiendo que inteligencia es “la capacidad de resolver problemas” (Piaget). Se afirma con ello, que el analfabetismo en el amor es un serio obstáculo que debemos superar para mejorar nuestros niveles de felicidad en la vida conyugal.

Debemos aprender a leer-nos a nosotros mismos, pero también debemos aprender a leer a nuestra pareja. Cuando en la consulta psicológica yo le pido a mis pacientes que se lean un libro, como por ejemplo: “Los 5 lenguajes del amor” de Gary Chapman, les aclaro que lo importante no es leer el libro lo importante es leer a su pareja a través del libro, reconocer cuál es su lenguaje de amor principal y cuál es el de su pareja, de modo que puedan llenar el tanque de amor de su cónyuge con el combustible correcto, por ejemplo: Si mi carro es una camioneta que funciona con Diesel, su combustible es el A.C.P.M. y si mi esposa tiene un automóvil que funciona con gasolina, entonces no le echo A.C.P.M. le echo gasolina, de lo contrario le puedo dañar el motor; esto significa que si su lenguaje de amor principal es el tiempo de calidad y el mío es el toque físico, para comunicarle correctamente el amor que siento por ella deberé aprender su lenguaje y expresarle el amor de manera prioritaria dedicándole tiempo de calidad, es posible que la manoseadera, abrazadera, besuqueadera (toque físico) le termine resultando fastidiosa si no le dedico el tiempo de calidad que ella necesita. De igual modo pasar mucho tiempo juntos, sin besos, abrazos y caricias tal vez no signifique mucho para mí. Echar el combustible equivocado puede terminar dañando el motor y hablar en un lenguaje incomprensible puede generar escozor, ¿Qué tal que tu pareja te diga “jinguiri jajajai, churutun chun chai”? De pronto tú le podrías responder: “a la tuya por si acaso”, y de este modo se puede iniciar un conflicto que se podría evitar si supieras que en el idioma de tu pareja esa jeringonza significa “me encanta tu manera de ser, te amo mucho”, pero por tu “analfabetismo” no lo sabes leer y respondes desde tu ignorancia con agresividad (terminas cayendo por el hueco del ascensor a una muerte segura). Esto significa que uno debe ser un estudioso “de su pareja” para no ser un “analfabeto de ella”; repito, no se trata de leer libros, se trata de leer al otro usando las claves que me facilita el libro (o la película, o la conferencia, etc.), decir que no lees porque no te gusta o te da flojera solo agravará el problema, porque inmediatamente la persona interpreta la frase de esta manera: “no leo porque me da flojera conocerte a ti, no eres valiosa, no eres atractiva para mis intereses personales”. En sentido estricto, y con base en lo anterior, yo Mauricio Pareja, el día que me casé (viernes 8 de diciembre de 1995) inicié oficialmente un estudio superior de “Janología”, es decir, un estudio permanente y serio de mi esposa Jana, he ganado exámenes, pero también he perdido otros, pero ahí vamos, unidos y con alegría tratando de mejorar cada año. Te pregunto: ¿Ganaste este año o lo perdiste? ¿Conoces y amas más y mejor a tu pareja?


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