3) LA SEXUALIDAD EN EL DINAMISMO DE LA VIDA


El sexo tiene un precio

Una conferencia de "Pam Stenzel" que escuché hace muchos años, cuyo titulo he tomado prestado y que pueden buscar fácilmente en YouTube ("El sexo tiene un precio"), me dejo claro que el sexo es una fuerza extremadamente poderosa que no se debe subestimar y de la cual debemos hablar con relativa frecuencia en la vida conyugal (¿Cuándo fue que lo hicieron por última vez?)

Uno de los aspectos que muy poco se habla en la pareja es sobre las características de la sexualidad humana, se cree que es un tema académico del cual sólo se debe hablar en las aulas de clase, más sin embargo, esposo y esposa deben entender el sexo también en un nivel académico, teorizar sobre él sin que con ello se apague la llama del amor, es más, les aseguro que estudiarlo y comprenderlo mejor encenderá con más fuerza esa llama y les evitará muchos malos entendidos e incluso peleas inútiles.

La sexualidad humana es tremendamente asombrosa, y en lo personal, tampoco temo decir que "milagrosa", como "milagrosa" es la vida que disfrutamos gracias a ella (les recomiendo ver en YouTube el video "El milagro de la vida en la voz de Héctor Herrera y la música de Alejandro Santoyo"), pero no nos engañemos, muchos no logran acercarse siquiera a las orillas de ese misterio, se contentan con verlo a la distancia y como animalitos pasan por la vida sin siquiera sospechar de lo que se están perdiendo. 

Hoy sólo hablaremos de las características esenciales de la sexualidad humana, una división que pretende ser arbitrariamente pedagógica, por lo cual espero que sirva para entender cómo evoluciona y funciona esta fuerza poderosa.

Pero antes de empezar, aclaremos dos cosas. Primero, la palabra “sexo” como sustantivo, aparece apenas en el siglo XII (en francés) y tiene su origen en el verbo “secare” que viene del latín y significa “cortar”, “separar”. El sentido equivalía más o menos a los conceptos “sección” o “división”, el sexo es lo que nos separa, lo que nos diferencia a unos humanos de otros. Segundo, la palabra “sexualidad” surge apenas en el siglo XIX, y abarca tanto lo que tiene que ver con el cuerpo (somático) como lo que tiene que ver con lo mental y afectivo (lo psíquico). Por lo tanto los avances en la comprensión actual de la sexología, como ciencia autónoma, son realmente recientes y prodigiosos teniendo en cuenta el corto tiempo invertido en ello. Más aún cuando se va superando el simple aspecto biológico de “conservación de la especie” y se va llegando a otros niveles también esenciales en la comprensión de lo humano, lo cual nos permite avanzar a niveles superiores en donde la sexualidad aparece como un medio importante en la realización plena de las personas, en la consecución de su fin último y del bien supremo (la felicidad y la perfección).

Caracteres sexuales primarios

Cada célula del cuerpo humano tiene un juego de 23 pares de cromosomas (es decir: 46 cromosomas en total). De estas, 22 son iguales en el hombre y en la mujer, sólo un cromosoma del último par es el que va a marcar tan importante diferencia, la diferencia de los sexos. En la mujer el par es X + X; mientras que en el hombre es, X + Y. Por consiguiente los gametos que resultan de la división de la célula son todos iguales en la mujer, pero en el hombre queda una mitad X y la otra con Y.

El primer marcador biológico para determinar el sexo de un nuevo ser humano, se da en el espermatozoide: un portador de X que fecunda el óvulo también portador de X, constituye un individuo con XX, es decir, una mujer (sexo femenino). Pero, un portador de Y que fecunda al óvulo portador de X constituye un individuo XY, es decir, un hombre (sexo masculino). A esto se le llama sexo genético o cromosómico. Según que el óvulo de la madre, siempre portador de un cromosoma X, sea fecundado por un espermatozoide que lleve, a su vez otro cromosoma X. o bien uno Y, tendremos un embrión XX (femenino), o uno XY (masculino).

Cuando se ha concebido una nueva vida humana, durante las primeras semanas de la gestación se desenvuelven sucesivamente las otras etapas de la diferenciación sexual siguiendo el impulso cromosómico inicial, es así que aparece lo que se llama el sexo fisiológico o gonádico (gónadas masculinas en él -testículos- y gónadas femeninas en ella -ovarios-). Además de la constitución genética y de la anatómica, la presencia de gónadas masculina (testículos) o de gónadas femeninas (ovarios) determinan un funcionamiento fisiológico específico (sea de fisiología masculina o femenina).

El sexo gonadofórico o genital interno (canales deferentes y próstata en él hombre; trompas, útero y vagina en la mujer). Siguiendo esta secuencia cronológica, irrumpe posteriormente el sexo urogenital, también llamado sexo anatómico o genital externo (pene y bolsa escrotal en el hombre; clítoris y labios en la mujer). La conformación de los genitales externos (Pene o Vulva según sea hombre o mujer respectivamente) facilita en la mayoría de los casos la asignación de un género (masculino o femenino) en la hora del nacimiento. El ultimo aporte a la sexualidad, en el plano fisiológico, viene dado en la pubertad con el desarrollo de las características secundarias provocado por las hormonas sexuales, es lo que se llama sexo hormonal. La naturaleza humana también dispone un predominio hormonal apropiado para cada sexo, recordemos que ambos poseen las mismas hormonas (andrógenos y estrógenos) pero en el hombre predominan los andrógenos y en las mujeres los estrógenos. Las hormonas posteriormente originarán (durante la pre y la adolescencia) unos caracteres sexuales secundarios propios del varón o de la mujer.

Conclusión

Biológicamente el desarrollo humano embriológico va marcando al individuo, desde el instante mismo de la fecundación, en una doble dirección, esto significa que la masculinidad o feminidad cromosómica de un individuo es el resultado de un andamiaje biológico que funciona igual en cualquier parte del mundo, la genética opera del mismo modo en Colombia que en Japón, en la China o la cochinchina, donde un espermatozoide logre fecundar a un óvulo, el proceso de gestación recorrerá siempre el mismo camino y se desarrollará en dos direcciones, el cromosoma X marca el camino de la feminidad y el Y el de la masculinidad, de modo que el sexo viene determinado por esa doble composición XX (Mujer) o XY (Hombre). 

Pero algo importante que hemos podido apreciar es la cantidad de "sexos" que hemos podido enumerar (5 en total) desde el punto de vista biológico: Sexo genético o cromosómico, sexo fisiológico o gonádico, sexo gonadofórico o genital interno, sexo urogenital o genital externo y sexo hormonal. A menos que se presenten anomalías en el desarrollo biológico del individuo, la genética hace que se de un desarrollo armónico de dichos "sexos" materializándose así en la ya conocida tipología básica de: "masculino" y "femenino". 

Hasta aquí entonces las características sexuales primarias, en nuestra próxima entrega abordaremos las características sexuales secundarias y terciarias.

 


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