Mochilero

Ser mochilero: más que aventura


Pedir chance, hacer dedo, autostop, pedir carona

Mochilero

Imagen libre de derechos. Pixabay.com

Si estás pensando ser mochilero en los términos más extremos de la actividad, es decir: pidiendo chance (haciendo dedo a los vehículos en la carretera para que te lleven lo más cerca posible de tu destino), armando la carpa donde te tome la noche, o esperando la ayuda desinteresada de una persona caritativa que te brinde un plato de comida o te preste su baño. Si es así de esa manera que piensas ser mochilero, entonces debes pensarlo bien, pues no es un juego, ni un sueño romántico. Es una experiencia desafiante que te llevará a los límites de tus fuerzas tanto físicas y mentales.

Lo primero que se debe tener en cuenta antes de emprender la osadía, es un planeamiento general, pero no por esto menos cuidadoso del viaje. Allí decidirás en líneas generales los destinos imperdibles a llegar. Puede ser una ciudad, una cascada, un parque natural, una playa, un río, etc. Aunque las condiciones adversas de un viaje como mochilero pueden atrasar tu plan de viaje, el objetivo es siempre la experiencia de lo nuevo.

Dicho lo anterior, lo primero es hacer la mochila con todo lo indispensable de acuerdo al viaje en cuestión y tratando de ser lo más práctico y ligero posible. Comienza entonces lo bueno de ser mochilero, o sea, enfrentarte a la carretera, donde te colocarás para pedir chance. Para esto hay que aprovechar al máximo todos los recursos posibles para una buena elección (mapas, guías turísticas, sistemas de localización satelital, google maps, etc.) que nos indiquen el camino más adecuado. Pero nada remplazará la sugerencia de la experiencia vivida por otros mochileros. Así que en este caso, una palabra o algunas palabras pueden valer más que mil imágenes.

Como la carretera es tu punto de partida, por eso la debes tener bien definida, pues una mala elección de esta, hará tu proyecto casi que muerto antes de nacer. Pues verás pasar infinidad de vehículos sin que ninguno te pare o te brinde el destino que a ti te sirva. Entonces caminarás más y más buscando el lugar soñado para que alguien se apiade de ti y te lleve por esa ruta deseada.  Además de la correcta elección de la carretera, se debe hacer una correcta elección del sitio donde esperas que los carros paren, pues debe ser lo suficientemente amplio para que el conductor puede verte a gran velocidad, y pueda tener una desaceleración suficiente y así poder frenar.  Cerca de los puestos de gasolina es una buena elección, o también en lugares cercanos a algún restaurante o sitios de deceso de velocidad y con suficiente espacio para hacer dedo. No olvides que esta práctica del chance debe ser lo más temprano posible del día, y que al caer la noche es mejor buscar donde quedarse, pues por varias razones se hace peligroso seguir intentado a la penunbra. 

Si es tu primer viaje de esta manera, puedes arriesgarte a hacerlo solo, pero también deberás tener la fortaleza para afrontar la frustración sin nadie que te consuele. Por eso lo mejor sería en dupla. Pueden ser dos hombres, dos mujeres, pero tal vez la mejor fórmula sea hombre-mujer. Y esta es la razón: dos hombres pidiendo chance en la ruta produce un poco de prevención en los conductores que pasan por la carretera. Dos mujeres pueden producir el efecto contrario, el de cierta vulnerabilidad. Quizá sea más fácil para conseguir el objetivo, pero a la vez requiere más atención al momento de afrontar el reto. Por el contrario, hombre-mujer produce la sensación de ser una pareja de novios o esposos. Esto de alguna manera previene a quien ofrece el chance. De alguna manera sabe con antecedencia que no puede cortejar mucho a la mujer, pues esta va acompañada. Eso si hay suerte y el conductor brinda transportarlos. También es más práctico en el sentido que se complementa la sutileza y delicadeza de la mujer con la fuerza y el porte de un hombre. Es importante llevar un buen marcador para poder realizar placas indicando tu destino de viaje. De esta manera puede que sean más visibles tus intenciones; y aunque el gesto de hacer dedo es casi que inconfundible en el mundo de la carretera, una ayuda de estas nunca está de más.

Por prevención general es también mejor ser llevado por un camionero, más que por un conductor de carro particular. Comúnmente los camioneros necesitan llevar una carga y seguir su ruta de viaje. Es importante ver en los camiones el nombre de la empresa a la que trabajan y las placas (las cuales ayudan mucho de acuerdo al destino que quieras llegar). Mejor evitar camiones sin referencias o que su estado general no parezca en buen estado. Con los carros particulares que paran, el sentido común juega un papel principal. Ver a los ojos de la persona, si va sola o acompañada, si está bebiendo o desvaría en algún juicio. Si notas algo extraño, evita. Siempre habrá una nueva oportunidad. También, e independientemente al tipo de transporte en que conseguiste tu objetivo, está atento a la velocidad y las precauciones que toma el conductor.Es mejor pedir bajarse con mucha cortesía que estar en un viaje peligroso por simple impertinencia.

Por último, tener en cuenta el día en que se pide chance. No es lo mismo salir en días hábiles que los fines de semana que son más tranquilos,  y aun más durante un feriado donde el tráfico de camiones disminuye considerablemente. Tampoco es bueno en un feriado ir a los puntos turísticos o sitios de playa. Pues casi todos los carros van llenos y en familia, lo que baja sustancialmente las chances de acertar. Ir en días de fiestas a estos puntos comúnmente turísticos es casi ir en contravía del proyecto de dar correcto en un plan de mochilero extremo. 

parque tayrona

Entrada al Parque Tayrona, Magdalena, Colombia, en un fin de semana de enero, comúnmente, época de vacaciones. 

 

 


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