La Universidad de Cartagena y el consumo de drogas


Circula por las redes sociales un vídeo donde algunos estudiantes de la Universidad de Cartagena se dan empujones con varios vigilantes y miembros del equipo de seguridad del rector Edgar Parra Chacón, porque según un vocero de la universidad “no querían presentar el carnet”.

Haciendo una lectura inicial de este enfrentamiento, podríamos decir que la Universidad de Cartagena es pública y por tanto bastaría con presentar un documento de identificación para poder ingresar a sus instalaciones. http://www.eluniversal.com.co/cartagena/polemica-por-altercado-en-ingreso-de-jovenes-la-universidad-de-cartagena-264044

Sin embargo, estos hechos, al igual que otros que tuvieron lugar en 2014, tienen como fin no dejar entrar a jóvenes que consumen marihuana en salones y espacios de la universidad. http://www.eluniversal.com.co/cartagena/se-propaga-video-de-presunta-agresion-estudiantes-de-la-udec-171305

Craso error cometen los directivos de la Universidad de Cartagena si creen que el problema de consumo y posible venta de sustancias psicoactivas al interior del alma mater se soluciona pidiendo un carnet o con cámaras de vigilancia. No. Se trata de un problema de salud pública y como tal las directivas deben adoptar un enfoque en esta dirección.

Y es que un conflicto no se resuelve iniciando otro. Por el contrario, el régimen que se ha implantado en la Universidad de Cartagena raya en el abuso. Comienza con las restricciones para poder ingresar a sus instalaciones, pero ha hecho que el problema se extienda más allá de lo que inicialmente se pretende resolver, pues los agentes de seguridad del alma mater utilizan este argumento como vía para monitorear y contener otras manifestaciones del estudiantado que nada tienen que ver con el microtráfico y el consumo.

Toda esta situación deja al descubierto la pobre estrategia de la Universidad de Cartagena para resolver un problema de salud pública al interior de sus aulas, y de paso sirve para estigmatizar a la comunidad estudiantil.

Pero el problema está lejos de resolverse. Es evidente que la población que consume algún tipo de sustancia psicoactiva al interior de la Universidad de Cartagena ha crecido en los últimos años. ¿Pero acaso es excluyéndolos de la Universidad la mejor manera de tratar una problemática social? ¿Se diferencia este tipo de adicción de otras adicciones?.

Si a las directivas en realidad les interesa tratar el problema desde sus causas estructurales, debería brindarles un programa desde Bienestar Institucional no impuesto, sino construido, dialogado y concertado con los y las jóvenes que están involucrados en el consumo de drogas.

No es poniendo a los vigilantes como guardias carcelarios como se resolverá esta situación. Se puede pasar de los empujones e insultos a agresiones mayores, lo cual sería lamentable.

Por último, la Universidad de Cartagena, por su carácter público, y por ser centro del pensamiento y de desarrollo de las ideas debe ser abierta. Los tiempos en que la universidad era considerada "Claustro" son parte del pasado.

Adenda 1: Ojalá los estudiantes presenten la denuncia formal el personal de seguridad que presuntamente los intimidó con sacar un arma de fuego. De ser cierto esto es totalmente reprochable, (sin eximir los demás abusos cometidos ese día).

2: Jóvenes, la violencia no se responde con más violencia. No es esa la respuesta que se espera de ustedes.


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