¿De que UNIDAD estamos hablando?


 

De la que se construye para un propósito común que nos convoca porque es una decisión sustentada objetivamente en los hechos históricos y  existe el deseo de superarlos.

En Cartagena es y sigue siendo una tarea pendiente encontrarnos todos los sectores democráticos alternativos para darle una estocada de muerte a la corrupción que ya caló en lo más hondo de la vida política en nuestra amada tierra.

Todos los sectores políticos alternativos democráticos   están casi que obligados a sentarse y deponer cualquier ambición mezquina frente a un hecho sin discusión: La Alcaldía de Cartagena urge de los mejores hombres y mujeres para confrontar sin ambages a la clase politiquera tradicional en connivencia con las mafias política responsables de los desastrosos indicadores socio económicos de la ciudad.

La Unidad de la que hablamos implica juntarse para aportar lo mejor que cada uno tiene como ciudadano(a) y dirigente político que vive y conoce la ciudad profundamente.

Cartagena y sus ciudadanías libres esperan que esta vez sí, la unidad se consolide no por coyuntura y oportunismo, sino porque el pacto de ciudad compromete a todos los que en ello participen de manera creíble y sostenible.

Esa unidad está lejos de todo egoísmo y ventajismo personal porque los graves problemas que nos aquejan se vuelven la razón de ser para trabajar juntos en pos de ir cerrando las brechas de injusticia social y transitar con certeza y firmeza hacia una ciudad más incluyente y próspera. Todo pensado y desarrollado en el corto, mediano y largo plazo.

El acuerdo para esa unidad de la que hablamos pasa por tener claro hacia dentro y hacia afuera que no se tiene la varita mágica para resolver macro problemas sociales, pero si la voluntad política de allanar el camino para superarlos. Quienes están en ese escenario de unidad deberán trabajar por un acuerdo sobre lo fundamental con la honestidad de reconocer que su origen e historia política pueden ser una oportunidad y no un estigma cuando la lucha los hace fuertes contra un monstruo que se devora la ciudad.

La Unidad para la Alcaldía de Cartagena y entrar honrosamente con un alcalde o alcaldesa demócrata supone que lo programático es prioritario frente a temas de urgencia. ¿Cuáles temas de ciudad? Aquellos que comprometen el bienestar y el futuro de todos sus habitantes y visitantes.

El acuerdo programático en el  escenario de unidad entre demócratas alternativos supone comprometerse con echar andar la actualización del POT, Plan de Drenaje Pluvial, Infraestructura urbana para niños, jóvenes, mujeres y adultos mayores;  Saneamiento fiscal, Plan para la mitigación del cambio climático en la ciudad, Educación Publica pertinente y de calidad, Universidad Distrital, Control y reajuste de las OPS, Ampliación de la oferta cultural y deportiva de la ciudad, Movilidad segura y económica. etc.

Son muchos los temas por abordar porque la deuda es grande; pero la legitimidad de un proceso acordado sobre la base del compromiso sincero con la ciudad tendrá mucha solidez en la medida que las ciudadanías libres lo sientan como propio y se organicen para hacer veedurías a todo el programa de gobierno, pero también será muy importante que  se tengan concejales, ediles dispuestos a cabildear desde la perspectiva de promoción y defensa de derechos del ciudadano(a). Cualquier sesgo al acuerdo programático lo coloca en riesgo frente a la posibilidad que se cumpla cabalmente. Hay que creer y actuar sin miedo.

Hoy la confianza esta puesta en que las ciudadanías libres tengan un candidato(a) alternativo(a) demócrata que sin miedo se lance a sacar a esta ciudad del ostracismo en el que se encuentra y para ello sus coequiperos deberán ser   prenda de garantía para que se inicie el proceso de la auténtica independencia de nuestra ciudad.

Ya lo dijo el Libertador Simón Bolívar: ¡En la UNION está la fuerza!

   

 

 


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