El cartagenero Carlos González Cantillo me muestra un jabón hecho de aceite de cocina reutilizado, envuelto en fique. Él es el fundador de Prolicar y desde 2015 emprendió esta iniciativa que poco a poco busca disminuir el uso de químicos en los productos de aseo, utilizando elementos lo más naturales posible y reciclando ingredientes cotidianos. La idea nació en la universidad, cuando trabajó con su grupo un jabón a base de cenizas de madera.
“Me di cuenta que en la naturaleza hay tanto que se puede utilizar para limpiar, así que quise explorar”, dice Carlos (de hecho, está investigando el corozo para estos usos). “Actualmente somos ecoamigables no solo con el producto sino con el empaque. Hemos ido progresivamente cambiando la manufactura, reduciendo los fenoles y conservantes o aditivos, y usando lo más natural posible”.
Carlos destaca que para completar sus procesos tienen convenios con la Universidad de Cartagena, cuyos laboratorios usan para desarrollar algunos de sus artículos, economizando al máximo la cantidad de agua en la fabricación, pero también tienen enlaces con la Universidad de Antioquia, para que les faciliten algunos de los ingredientes.
Enseñar a Cartagena
En convenio con el Ekoparque Luna Forest, Prolicar busca crear próximamente talleres para que las personas fabriquen sus propias esencias y productos de limpieza, además de enseñarles a ahorrar agua en los procesos. De esta manera, quieren contribuir frente a la crisis climática desde Cartagena.