A partir del hoy, ese contrato que ‘amarraba’ por uno o dos años a quien tomara un plan de telefonía en pospago es historia y los usuarios que entren a adquirir servicios de telefonía móvil podrán ir de un operador a otro cuantas veces quieran, lo que les permitirá comparar servicios y escoger el que mejor se ajuste a sus necesidades.
Sobre ese panorama, emergen varias expectativas para industria y consumidores, que seguramente se resolverán con el paso de los días: ¿Bajarán las tarifas? ¿Disminuirá o subirá el costo de los equipos? ¿Qué pasará con los subsidios que aplicaban a los dispositivos los operadores? ¿Cómo se pueden financiar ahora los teléfonos? ¿Habrá mejor servicio?
LR consultó a expertos, quienes, desde sus puntos de vista, señalaron los pro y contra de la eliminación de la cláusula de permanencia, medida que rige desde este martes al tomar vigencia la Resolución 4444 de 2014, emitida por la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) y que afectará a futuros clientes de planes pospago.
Lo primero es que libres de un contrato con letra menuda, la competencia entre los operadores de la telefonía móvil será con el servicio puro. “La fidelidad no se va hacer a través de un contrato sino del servicio. Los usuarios eligen ahora en el momento que quieran el operador que mejor lo satisfaga en tarifas, servicio y calidad. Dentro del análisis que se hizo se miró el caso de unos países que eliminaron la permanencia y se observó que la tarifa de los servicios tiende a bajar”, señala el comisionado de la CRC, Juan Manuel Wilches.
Lo que han argumentado los operadores de la telefonía móvil, es que la medida bajaría el consumo y subiría el precio de los dispositivos, por cuanto el subsidio desaparecerá y los usuarios se enfrentarán al costo real de las terminales. Un estimativo de Asomóvil señala que el cálculo del subsidio promedio a los smartphones por parte de los operadores, cuando se ofrecen contratos de permanencia mínima a 12 meses, es de 48%. Esto supone que acceder a un celular de alta gama será ahora más complicado e incluso podría hacer lenta la transición a la tecnología 4G y afectar la penetración.
Sin embargo, tanto el Comisionado como el director de la Maestría en Derecho de la Universidad de la Sabana, Jorge Oviedo Albán, coinciden en que el tema de los subsidios resulta ser una falacia por cuanto con un contrato de un plan a dos años, por ejemplo, el aparato le sale al usuario más caro que comprarlo de contado. “Es un argumento falaz porque hay una serie de estudios en los cuales se demostró que los consumidores terminan pagando más por el valor de los equipos con estipulaciones de permanencia”, señala Oviedo. Pero atado a los precios está la competencia.
La medida de la CRC implica que los operadores no serán los únicos proveedores de dispositivos, sino que además pueden venderlos las grandes superficies, los distribuidores, los mismos fabricantes y todo aquel autorizado para comercializar equipos. En palabras sencillas el usuario puede comprar su celular donde quiera, adquirir varias formas de financiación, por ejemplo, a través de los retails y créditos de consumo, y buscar precios, lo que generará una mayor penetración.
“Sin duda entrarán muchos más actores al mercado y se va a ampliar la oferta en aparatos y en marcas. Seguramente serán más asequibles a la gente porque se verán ofertas de teléfonos buenos y baratos”, señala el analista de tecnología, Polkan García. Pero este experto advierte algo que muchos ya ven como un riesgo y tiene que ver con la seguridad. Para algunos se podrían incrementar los robos e incentivar el mercado negro de los celulares muy dirigido a los apetecidos smartphones.
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