Llega el gran día, el momento en que los niños se afirman como hijos de Dios y el sacramento los acerca aún más a él. La Primera Comunión ha de ser inolvidable, un compromiso propio que establece bases de valores y virtudes.
El atuendo es importante, es el sueño de cada uno de los niños y aunque la moda siempre marca época, en este caso la comodidad se impone en las creaciones. En los últimos años la propuesta para vestidos de Primera Comunión se ha simplificado y va más acorde al clima predominante en esta ciudad.
En este sentido, la diseñadora Vivian Yacamán optó por presentar un par de atuendos con toque elegante y moderno, guardando el requerimiento del acto y la comodidad de las niñas en el mismo.
La diseñadora Jenny Amador Chaljub trabaja en la creación de vestidos que marquen la tradición católica. De esta manera, ella se basa en lo clásico, adecuándolo a las necesidades de la ciudad, en cuanto al clima se refiere. Los vestidos tradicionales son elaborados con alforzas y letines, en organzas bordadas y organdí suizo y español.
El blanco es el color para la Primera Comunión, afirma Jenny Amador, y la opción que marca la diferencia está en los detalles finamente elaborados sobre cada tejido.
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