Por tratarse de una enfermedad variable y que puede extenderse, el cáncer y en especial el de mama, requiere de un tratamiento intenso que debe integrar a varias especialidades, un equipo interdisciplinario que trabaje en conjunto y una de esas áreas es la patología, el elemento que no puede faltar.
El cáncer de mama es un crecimiento anormal e incontrolable de las células mamarias, usualmente como resultado de mutaciones y genes que controlan la proliferación y muerte celular. Existen factores de riesgo modificables y no modificables, que favorecen la formación de estos tumores.
Entre los no modificables está la carga genética y los antecedentes familiares de la paciente, entre los modificables se ubican la lactancia, la alimentación, así como el uso o no de anticonceptivos y medicamentos que en algún momento alterar la función del tejido mamario, indica el médico patólogo Alex Tejada Núñez.
En los últimos años y debido a la elevada incidencia de patologías de la glándula mamaria, los grupos de patología han efectuado una serie de cambios en su proceder habitual diagnóstico con las piezas procedentes de cirugía, tanto el cáncer de mama como en las lesiones benignas o sospechosas.
Estos cambios fueron provocados en primer lugar por las nuevas orientaciones que ha tomado el diagnóstico clínico de las lesiones mamarias y en segundo lugar por el enorme desarrollo de la punción con aspiración con aguja fina y gruesa, además de la precisión alcanzada por el estudio citológico de las lesiones, también es de anotar las campañas estratégicas de cáncer de mama, adoptado por gobiernos y organizaciones sanitarias, lo que hace que el patólogo se enfrente a retos que no tuvo tiempo atrás.
El material que recibe el patólogo también ha cambiado, explica el doctor Tejada, quien recibe lo que envía el mastólogo y de ahí parte el inicio de ese diagnóstico patológico, donde se define si es una lesión benigna, maligna o de comportamiento incierto.
La tendencia es la biopsia por trucut, indica el profesional. Ésta orienta, pues permite a los patólogos observar la morfología total del tejido, el espectro de los núcleos y la proliferación celular de cada tumor, esto lleva al mastólogo que de acuerdo al diagnóstico recibido, realice una adecuada planeación con su grupo quirúrgico sobre la resección que debe hacer, bien sea conservadora o radical.
Entre los procedimientos quirúrgicos conservadores, existe también la posibilidad de realizar la biopsia por congelación intraoperatoria o el ganglio centinela, haciendo un marcaje de los ganglios axilares y enviándolo al patólogo para que realice el diagnóstico en el mismo acto quirúrgico y dependiendo del resultado, el cirujano o mastólogo toman la decisión final.
Es importante que el diagnóstico del grupo de patología sea preciso, advierte el doctor Alex Tejada, pues esto va a dar cabida al establecimiento del grado tumoral de la paciente y el pronóstico, que como se sabe éste último se establece tras el estudio de un patólogo, además de estudios complementarios que demarcan el tratamiento a seguir.
Los avances tecnológicos y la preparación constante de los grupos de patología, permiten detectar tumores cada vez más pequeños y a tiempo, logrando que los tratamientos que se implementen sean conservadores.
Todo esto, sumado al autoexamen permite que el paciente se acerque a su médico para tomar las medidas correspondientes, porque es sabido de la incidencia del cáncer de mama, sin embargo la detección temprana lleva a buen pronóstico.
El equipo dirigido por el patólogo Alex Tejada y conformado por las doctoras Astrid Del Valle, Jackeline Blain y Liney Mendoza, han trabajado con pacientes en edades muy tempranas, pero que la detección a tiempo ha permitido que todo se remita a tratamientos certeros que evitan la propagación de la enfermedad.
Es de aclarar, que cuando en una junta de patólogos no existe unidad de criterios, el caso debe ser analizado con otros profesionales, la idea es que haya consenso, pues la responsabilidad es grande en este tipo de diagnósticos.
Comentarios ()