1. Hágalo de frente.
La tecnología y el uso de la red también alcanzaron las relaciones, así que no es raro saber que a alguien le terminaron por chat o por e-mail.
Cuando usted termina la relación de una manera tan impersonal, le está diciendo al otro que ni él(ella) ni la relación fueron valiosos o tuvieron algún significado.
2. Elija un sitio neutral.
El ideal es un lugar a donde cada uno pueda llegar e irse por su lado. Así se evitan situaciones incómodas como, por ejemplo, tener que acompañarla a ella de regreso hasta la casa.
3. Dele una razón sincera y clara.
Evite frases de cajón como “no eres tú, soy yo” o “necesito mi propio espacio para pensar”. Esa persona merece su honestidad.
4. Evite extenderse en los “porqué” de su decisión.
Si usted comienza a hacer una lista de los errores y los defectos del otro, corre el riesgo de que él(ella) le prometa que puede cambiar, rogándole que le dé otra oportunidad.
Lo mejor es no hablar del pasado, sino decir algo como “esta relación no tiene futuro”.
5. Si no tiene total seguridad sobre su decisión, no hable de terminar.
Este consejo es clave. Nunca utilice esta estrategia como una forma de amenaza.
6. Sea amable pero contundente.
No deje la puerta abierta con frases al estilo de “tal vez en el futuro podamos volver a encontrarnos” o “la vida da muchas vueltas y quién sabe… a lo mejor…”. En otras palabras, no genere falsas expectativas.
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