Raquel Ochoa Covo de Serrano mira con nostalgia el pasado de Manga y con mucho optimismo el futuro de ese barrio que la vio crecer. Ha elaborado numerosos mapas a mano y recopilado un invaluable álbum fotográfico, imágenes incluso inéditas, de un antes y un después, sobre construcciones desaparecidas y aún en pie de la isla.
Su deseo, mantener viva la historia y conservar el patrimonio de las casonas estilo republicano que persisten en ella, como la suya: la Casa Covo, una bella edificación de la tercera Avenida, de 2.700 metros cuadrados, con amplios jardines, fachada blanca de encajes, filigranas y arcos que reflejan el arte moro.
Es Monumento Nacional de Colombia por su valor histórico, artístico y cultural. A Raquel, como a muchos de sus vecinos, le preocupa la desprotección, el abandono y el reemplazo de muchas de estas viviendas por modernos y altos edificios.
Le dicen la historiadora de Manga, ¿por qué?
“Ese es un nombre que me ha puesto Julio Romero de Asomanga, porque vengo trabajando en las casas de Manga y su historia más o menos unos 10 años. He logrado más que todo recopilar la historia para un futuro de la Isla de Manga. Casas que hay algunas que ya no existen, pero sí estamos trabajando mucho para que este legado quede para el futuro de nuestro hijos y nietos. Es parte de la historia de Cartagena”.
¿En qué estado están esas viviendas que son patrimonio?
“Hay diez casas que son Patrimonio Nacional, aunque deberían ser muchas más, y otras que son Patrimonio Distrital, hay unas que están supremamente en buen estado porque la gente les ha puesto mucho amor, las cuida, pero hay otras que se están viniendo abajo, ya sea porque ya no tenemos la exoneración sobre el pago de impuestos. No sé si se llegará a algún punto en que se derriben o hay que ver qué hacemos con ellas. Hay unas que ya están alquiladas a colegios a supermercados, esa es la forma de mantenerlas, porque es muy caro el mantenimiento de estas casas. Se necesitan carpinteros, pintores, jardineros, hay que mantenerlas muchísimo”.
¿Qué tanto se conservan estas casonas que son patrimonio Nacional?
“Familias han salido y las dejan en manos de otros. Hay una muy bien mantenida que la tiene la Sijín, es la casa de Lucía Román, esa se la dejaron como herencia por parte de su mamá. La casa Mogollón donde está Edurbe, está bastante dejada y por dentro tiene bellezas, hay unas pantallas preciosas, el acabado de las ventanas y de las puertas fueron traídas de Francia y del último piso se han venido abajo las ánforas que tenía, eran en una belleza, están todas arrumadas a un lado. La Cavelier es otra casa bella, no sé por qué ya no está incluida dentro de las que son patrimonio, esa la habitan sus dueños igual que la Román. Villa Susana, también se conserva”.
¿Muchas casas de interés cultural ya no están?
“Hace dos años vino un americano, buscando la vivienda donde habitó su padre y sus abuelos en 1926, quería conocerla. Era la casa Behetania, lamentablemente tuve que decirle que Behetania ya no existe, fue demolida, ya te podrás imaginar el sentimiento. Ahí también vivieron mis abuelos cuando se casaron. La casa Porto, también fue demolida, el Club Miramar, también Villa Myriam y la casa de Misia Henriqueta Lorteau de Segrera, en la Calle del Bouquet, entre otras muchas otras...Han tumbado cuatro que debieron incluirse como monumento nacional”.
Preocupa el reemplazo de estas casas por nuevos edificios...
“En todas partes de Cartagena- pues en el Centro no, porque no está permitido y se supone que en Manga tampoco- pero lo que es Bocagrande ya es puro edificio. Ya Manga se ha convertido como yo lo llamo en Mangattan, con tanto edificio. Detrás de mi casa hay una muralla de cuatro edificios que me han tapado toda la brisa que viene de La Popa. Nos gustaría que se mantengan las leyes de conservación de estas casas, no se está cumpliendo con el espacio reglamentario de distancia”.
¿El barrio y estas casas, le traen muchos recuerdos?
“Espero que no sigan construyendo edificios, al menos que nos den un Plan de Ordenamiento Territorial, para ver si se pueden sostener estos patrimonios que a la larga es la historia de Cartagena y de muchas familias. En un principio todas se conocían, con los Mogollón nos conocimos muchísimo, con los Trujillo Vélez, con los Vélez Pombo, han sido muchas familias, también las Méndez Coronado de Villa Susana, todos los recuerdo desde muy niña. Ha habido mucha unión a través de los años. Hay muchas historias, mi abuela era nieta sobrina de Matilde Tono de Lemaitre, y estas eran unas casas campo, ella se vino por una tos por tres meses, pero esos tres meses se convirtieron en tres años porque se metió la Guerra de los Mil Días y ya les tocó quedarse”.
Casa Covo es una de las mejor conservadas...
“Esta casa y la de los Román fue construida por un español, Alfredo Badenes, en 1919. Aquí se mudaron mis abuelos con sus primeros cuatro hijos, y nacieron los otros tres de sus siete hijos. Ya ninguno vive aquí, pero es un legado. Mi madre la compró a sus hermanos y nosotros se la compramos a mis hermanos, ahora queremos ver cómo sigue subsistiendo para un futuro. Algún día, yo creo que ya no estaremos por aquí pero quiero que quede en la historia de Cartagena parte de esta casa y todas las demás, sería muy lindo”.
¿Qué futuro le espera a estas casas de Manga?
“Como habitante toda la vida de esta casa y con las amistades que hemos tenido a través de los años, buscando con el Ministerio de Cultural la forma de mantenerlas, nos gustaría que para rescatarlas para el Patrimonio Cultural y alistarlas para la conmemoración de los 500 años de Cartagena, le queremos recomendar al señor Alcalde elaborar y presentar la aprobación al Honorable Concejo de Cartagena de un estatuto tributario completo que incluya sin limitaciones todos los mecanismos de compensaciones que establece la asimilación al estrato uno para efectos de pago del impuesto predial, y demás gravámenes municipales y distritales”.
"SOBREPOBLADA"
“El problema es que Manga sigue siendo la misma isla, no tenemos para dónde crecer, los mismos servicios públicos de hace 20 años, pero se siguen generando construcciones y mayor presencia de residentes. Actualmente se están construyendo entre 600 y 700 nuevos apartamentos”, explica Julio Romero, presidente de Asomanga. Dos derechos de petición interpuso esas asociación sobre proyectos de vivienda que se construirían aledaños a casas patrimoniales, uno de ellos cercano a la casa Niza. Según Romero, interpondrán una acción popular para buscar la restricción de permisos de nuevas construcciones en Manga por los menos en los próximos cinco años.
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