El galeón San José fue hundido al atardecer del 8 de junio de 1708, en un combate naval al noroeste de las islas del Rosario.
La flota española estaba compuesta por 19 embarcaciones, 15 de ellas mercantes, que venían de Portobelo en el Istmo de Panamá, precisa el historiador Francisco Muñoz Atuesta, uno de los guardianes de este patrimonio sumergido en el océano.
La flota española venía de la reciente feria “donde se intercambiaban mercancías europeas y asiáticas por las riquezas americanas. Su rumbo era Cartagena de Indias, donde debían reponer provisiones y realizar las reparaciones o carenas que fueren necesarias a los navíos, para seguir a La Habana (Cuba), donde se reuniría con la flota del francés Juan Bautista D’Casse, y continuarían rumbo a España”.
Junto a la flota española navegaban dos naves de guerra francesas, enviadas desde Cartagena para servir a la escuadra como escoltas.
Lo ocurrido después, ha sido narrado por diversos historiadores, como quien intenta armar un inmenso rompecabezas disperso entre las aguas del tiempo. El galeón ha sido obsesión tutelar de expertos mundiales en patrimonio sumergido.
Transcurrieron 307 años para que el misterio empezara a aclararse, el 5 de diciembre de 2015, cuando el presidente Juan Manuel Santos reveló al mundo el hallazgo del galeón San José.
“Un hallazgo arqueológico, que representa sin lugar a dudas, el mayor hallazgo documentado de patrimonio cultural sumergido de la historia, la aparición mítica de esta leyenda es tan propia para Cartagena como su mar y murallas”, explica Muñoz Atuesta.
“Este legendario navío español del siglo XVII, cargado de inimaginables tesoros, finalmente encontrado, nos permitirá ser testigos privilegiados al contemplar un documento histórico de estas dimensiones que representa la razón de ser de lo que somos.
El galeón San José representa la identidad y memoria histórica de nuestra nación, debe ser honrado en su majestad en un muy especial pedestal, pues su singularidad, representatividad, estado de conservación e importancia científica y cultural, le hacen pieza fundamental, unidad indivisible, uno de los mayores legados físicos a la historia de la hispanidad y reitero, el galeón, en su especie, es el mayor patrimonio cultural sumergido de la Historia Universal”.
El clamor del historiador Muñoz Atuesta, como miembro de la Academia de Historia de Cartagena y director general de la Veeduría Nacional para el Control Social del Patrimonio Cultural Sumergido de Colombia (VNPCS), es que los restos o despojos del naufragio (pecio), sean preservados en su totalidad, y los organismos de control eviten un desastre anunciado.
Más allá de declarar el hallazgo del galeón San José como el más grande patrimonio submarino de nuestra historia ¿Cuál cree usted que es la mayor prioridad de las autoridades de Colombia?
-Es, por decir lo menos, sumamente inquietante que el Gobierno siga empeñado en firmar este proyecto de importancia superior para la nación, antes de finalizar su periodo constitucional, esto empaña, oscurece y da pie a especulaciones de todo tipo y hace ver a Colombia como un paria ante la comunidad internacional.
¿Cómo evalúa usted como historiador lo encontrado en el galeón?
-Lo encontrado en el galeón es un conjunto o colección nunca antes vista, representa la memoria histórica de la nación, representa la identidad de la nación.
¿Cuál es la mayor sorpresa?
-Indudablemente la mayor sorpresa en el estado del pecio, su conjunto o colección, la que nos permitirá apreciar el motivo por el cual estas tierras fueron conquistadas y colonizadas, comprenderemos y nos acercaremos al sufrimiento de nuestros ancestros indígenas y africanos, quienes fueron brutalmente esclavizados por cada gramo de oro o plata, perla o piedra preciosa, que sea encontrada a bordo.
El mayor tesoro es la oportunidad de observarnos desde un referente que nos otorgue identidad nacional, (respetado y preservado el pecio en toda su honra y majestad), así nos unirá y nos dará sentido de pertenencia, ya que es una representación excepcional de la memoria histórica de la nación.
La disputa generada por la preservación del galeón, ¿qué debilidad revela por parte de España, Inglaterra y Colombia?
-La mayor debilidad la presenta sin duda Colombia al manejar un tema de esta dimensión con criterio de cazatesoros, afectando a la Nación, empañando nuestra imagen, no solo ante nosotros mismos, sino internacionalmente, desde donde nos ven como unos parias capaces de atentar contra un legado que pertenece a la historia universal.
La posición de Inglaterra es inicua, esta gran nación hará valer cada punto y cada coma de lo que firmen sus naturales con el gobierno de Colombia, así lo han hecho en el pasado. Una vez se firme esto como va, estaremos en graves problemas.
La posición de España, que yo conozco, lejos de ser una debilidad, la considero más bien gallardía, y es que el pecio del San José, se respete y preserve completo y sea expuesto en un museo en Cartagena de Indias, como un documento histórico representativo de nuestro pasado común.
¿Cuál es el texto histórico sobre el galeón que más le ha impactado hasta hoy?
- Obviamente el escrito en 2010 por la estadunidense Carla Rahn Phillips, “El tesoro del San José”, y los publicados por el colombiano don Jorge Bendeck Olivella, “El Galeón Perdido” (2003) y “El Almirante Olvidado” (2016).
¿Qué puntos de encuentro percibe entre las historias de ficción alrededor del galeón y la confirmación histórica?
-Los puntos de encuentro los dará el mismo galeón al momento de ser expuesto, donde los agentes y procesos históricos traigan su voz al presente. Uno de ellos la causa de su naufragio, otro los relacionados con un enorme cargamento que se supone iba de contrabando en el galeón San José que habla de “barriles llenos de esmeraldas”, y finalmente el volumen real de la carga, que será esta la primera vez en que se documente la dimensión del contrabando que se embarcaba en estos navíos.
¿Qué considera usted que debe contener la propuesta museográfica de este hallazgo histórico, para que sea vivificado por la ciudadanía?
- El hallazgo da para muchas cosas. Una de ellas un mausoleo para los despojos mortales de la tripulación, con especial énfasis en los del señor conde de Casa-Alegre, comandante de la flota, ojalá acompañados con sus pertenencias, las que supongo preservadas en su camarote en la popa del navío. La muestra completa de los tesoros recuperados serán el éxito del museo, este será motivo suficiente para que este museo sea visitado desde todas partes del mundo, incrementando notablemente los visitantes a la ciudad.
¿Qué personajes iban en el galeón San José y que nuevas revelaciones ha completado este hallazgo?
- Los documentos históricos revelan muchos nombres de la tripulación, y poco o nada de los pasajeros, pero la historia es dinámica y estos nombres aparecerán en su momento, para que sus nombres sean incluidos en el mausoleo y sus historias esbozadas para la posteridad.
Epílogo
Como patrimonio universal, lo contenido en el galeón San José es un tesoro invaluable e intocable.
No debe ser tesoro de pocos, sino patrimonio de todos, y su uso formará parte de una nueva travesía de la humanidad: recorrerlo por dentro para revivir aquella batalla naval al atardecer de 1708
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