Los genios no nacen, se hacen”, leyó hace muchos años César Herrera Zárate. Se había graduado como odontólogo y cursaba una especialidad en pedagogía, cuando entró a una biblioteca y encontró un pequeño libro maltrecho y ‘despastado’, donde curiosamente estaba escrita esa frase. Lo marcó. El autor era László Polgár, un reconocido pedagogo y profesor de ajedrez húngaro, que utilizó el ‘juego ciencia’ como método educativo para formar personalmente a sus tres hijas: Zsuzsa (Susan), Zsófia (Sofía) y Judit.
Herrera, hoy docente de la Universidad de Cartagena, recuerda que no tuvo siquiera la necesidad de prestar el libro, porque estaba tan estropeado que se lo regalaron. Y lo leyó. Y empezó a aplicarlo con su pequeña hija, Milena. Aunque, a diferencia de Polgár, César nunca la retiró del colegio.
Las tres hermanas Polgár son unas maestras del ajedrez. Zsuzsa, a los 15 años, fue considerada como la mejor ajedrecista del mundo y, a los 23 (1991), consiguió el título ‘Gran Maestra Internacional de Ajedrez’, otorgado por la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE, por sus siglas en francés); fue campeona mundial; ganó varias olimpiadas y, en 2005, se convirtió en la segunda mujer en el ranking mundial, después de Judit. Ahora, Zsuzsa tiene una fundación para entrenar a niñas y niños. Zsófia, por su parte, participó en varios torneos, batió récords y es ‘Maestra Internacional’ (inferior al Gran Maestro Internacional). Y Judit, que también posee el título ‘Gran Maestra Internacional’, es considerada la mejor jugadora de ajedrez y, recientemente, fue incluida dentro de las diez mentes más brillantes del mundo por la organización estadounidense Super Scholar, que midió el coeficiente intelectual de varios personajes destacados, sus aportes y sus reconocimientos.
Y César Herrera, como pedagogo y como padre preocupado por el desarrollo intelectual de su hija, se apasionó por el ajedrez. Lo aprendió y lo usó con Milena, quien se convertiría en una de las mejores ajedrecistas de Bolívar, que desde muy pequeña empezó a dar resultados extraordinarios. Entonces el docente se convenció de las bondades del ajedrez para desarrollar las inteligencias múltiples. “Ella no usaba el ajedrez para alcanzar títulos como ajedrecista, sin embargo, despuntó muy bien allí y fue campeona nacional varias veces, fue panamericana, habla cinco idiomas. La considero una persona exitosa: es profesora de la universidad de Antioquia y del Instituto Tecnológico de Medellín, y le va muy bien en sus trabajos. Milena estudió administración de empresas en la Universidad de Cartagena, donde se graduó con honores. Es especialista en Finanzas y Magister en Administración Financiera de la Universidad de Eafit de Medellín.
Herrera también argumenta que otra de las mentes más brillantes de mundo es Garry Kaspárov, también jugador de ajedrez. Y de Cartagena también destacó el caso de Mario Echavarría. “Él jugó ajedrez. Es un pelao con dos doctorados encima, además de eso es un empresario exitoso, muy inteligente”.
El ajedrez es considerado como una excelente actividad para la agilidad y el desarrollo de la mente, y para mantener el cerebro en buena forma. La agencia EFE publicó la labor de un club en Guareña (Badajoz-España), liderado por la Red Internacional de Ajedrez Social y Terapéutico, en el que se fomentan las aplicaciones del ajedrez para ralentizar el deterioro cognitivo provocado por el alzhéimer o la demencia senil, y señala que dicha entidad trabaja con adultos mayores, personas con discapacidad o que han sufrido un accidente cerebrovascular y enfermos de cáncer o con principio de alzhéimer.
Con el ajedrez, realizan ejercicios con los que trabajan “las funciones cognitivas del individuo, como la atención, la memoria, el razonamiento y las funciones ejecutivas”, explica el artículo.
“Lo más emocionante del ajedrez es su enorme valor como herramienta educativa”, decía el periodista especializado en ajedrez, Leontxo García, en una entrevista al diario El País, de España. En 2012, el Parlamento Europeo recomendó el ajedrez en la escuela y pidió “tomar en consideración los resultados de los estudios sobre los efectos de este programa en el desarrollo de los niños”.
“Los juegos mentales son buenos, pero ninguno como el ajedrez, porque te enseña, además, valores como el respeto. Desarrolla la intuición, la creatividad”, agrega Herrera, que además es uno de los organizadores del torneo de Ajedrez Copa Fonducar, del Fondo de Empleados Docentes Activos y Jubilados de la Universidad de Cartagena. Su propósito es “contribuir a seguir desarrollando en los niños y adolescentes el ejercicio y desarrollo de varias habilidades mentales además de formar pensamiento científico”, explicó su gerente, Orlando Arrieta, días antes de que comenzara la competencia, el 7 de octubre.
Herrera afirma que hay muchas investigaciones que muestran que el uso de este deporte como herramienta pedagógica es beneficioso para cualquier persona, es por ello que su intención es llevarlo al Instituto de Habilitación El Rosario, que trabaja en convenio con la Universidad y donde él y los estudiantes prestan sus servicios de odontología a los niños y adolescentes con alguna condición especial de esa fundación sin ánimo de lucro. Asegura que aunque ya tiene el proyecto elaborado, no ha sido fácil encontrar apoyo para llevarlo a la realidad. Es por eso que insta al Distrito y a las autoridades competentes a trabajar por esta población que muchas veces es apartada.
“Si el ajedrez tiene muchos beneficios para cualquier chico, imagínese cómo será para un chico que tiene alguna condición de las que vemos aquí, en el instituto, en donde se le puede habilitar y llevar a la sociedad con unas calidades y cualidades que le van a permitir ser más útil a la sociedad”, reflexiona el profesor.
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