Una barrera natural atravesada en el mar. Separando el Golfo de México (este) del Océano Atlántico (oeste) con alevosía.
Una carretera que se eleva de tanto en tanto sobre el mar y desciende entre los islotes del archipiélago de la Florida, te acercan al extremo sur de los Estados Unidos.
Así se llega a Cayo Hueso (Key West), la última ciudad continental donde se inicia o termina, según se mire, la famosa autopista US 1 (Route 1) a través de la Overseas Highway, que cruza de sur a norte el país.
El recorrido comienza 128 millas antes en las intrincadas vías que de Miami conducen a Los Cayos (The Keys), a través de 42 puentes que discurren por la carretera de ultramar pasando por 100 pequeños islotes.
Los Cayos
La entrada es por Cayo Largo (Key Largo), un santuario botánico rodeado de manglares y vida silvestre, ideal para los amantes de la naturaleza gracias a sus parques naturales: el Key Largo John Pennekamp Coral Reef State Park y el Florida Keys National Marine Sanctuary.
La siguiente parada es Islamorada. Un paraíso para los aficionados a la pesca deportiva compuesto por seis diminutas islas unidas: Plantation Key, Windley Key, Upper Matecumbe Key, Lower Matecumbe Key, Indian Key y Lignumvitae Key.
Más adelante se puede apreciar la belleza de Marathón y mientras se sube en uno de los diez puentes más largos del mundo, The Seven Miles Bridge, para ir hacia Big Pine Key, se puede ver una seguidilla de cayos llamados Lower Keys.
Ahí los encantos submarinos quedan al descubierto entre los restos del naufragio del Adolphus Busch, que crea un arrecife artificial.Dejando atrás el amanecer y un camino de cuatro horas, se vislumbran los primeros sonetos de la vibrante y maravillosa ciudad de Cayo Hueso, la última parada de la carretera.
El punto más meridional de Estados Unidos en el continente americano es una pintura de las policromías del Caribe inmerso entre dos franjas azules, que huele a salitre y sabe a mar. Tal vez una postal tornadiza que cambia al capricho de las horas y el ímpetu de sus visitantes. El centro de la Ciudad Vieja con su aura pintoresca se recorre de lado a lado entre casitas de madera teñidas de color pastel que se van insertando en el paisaje. Algunas cuadras después de la entrada está la milla 0, y más allá encuentras el Southernmost Point, una boya que indica que estás muy al sur de la Florida, a 90 millas de Cuba proclama la leyenda.
La milla cero
En la milla cero comienza la vida en el trópico, en un despliegue de fogosidad y calentura. Por eso no es raro que caminar por la calle Duval en Cayo Hueso parezca una parranda interminable, de esas que transcurren entre las cervezas en la playa y las rondas de tequila en el bar. Pero también es un lugar de fuertes influjos que ha servido de hogar para diversos personajes de la historia como:Tennessee Williams, Elizabeth Bishop, Robert Frost y Jimmy Buffett; en especial de uno de sus hijos adoptivos más queridos, de Ernest Hemingway. Fui ahí, en la calle Whitehead, donde vivió el esplendor de su madurez y escribió la mayoría de su producción literaria. En esa misma calle se halla el Key West Lighthouse, un museo que exhibe la réplica del primer faro de Cayo Hueso construido en 1825. Cerca a este, en la avenida Truman se encuentra La Pequeña Casa Blanca (The Little White House), la sede donde el presidente Harry Truman gobernó por 175. La pequeña mansión que hace remembranza a la Casa Blanca, pertenecía a la Naval estadounidense desde 1854 y fue lugar de muchos encuentros políticos. Muy cerca se encuentra el Fuerte Zachary Taylor construido entre 1845 y 1866 utilizado en la Guerra Civil de los Estados Unidos y en la Guerra Española-Americana.
El lugar, que es muy parecido a las fortificaciones de la época colonial después del Descubrimiento de América, tiene hermosas playas aledañas de uso público. Así mismo, a 110 kilómetros, en una de las islas cercanas se encuentre otro fuerte que sorprende por su belleza arquitectónica: el Fuerte Jefferson, una fortaleza masónica encallada en el Parque Nacional Dry Tortugas, terminada en 1826 que servía para defenderse de los ataques de piratas. Antes de terminar su visita no olvide ir al muelle de Mallory Square para una romántica puesta de sol frente a los cruceros que allí atracan y disfrutar de mar en toda su expresión.
Comentarios ()