Cuando Herencia de Timbiquí sube al escenario pasan cosas mágicas. El sonido de los timbales te recuerda un océano, pacífico, meciéndose al vaivén de las olas. Las notas saben a hogar, a tradición, a sonrisas, pero también a melancolía.
El grupo, que sale a escena desde el año 2000, rescata con su música los saberes de las familias Amu y Carabalí, de ascendencia africana. Sus instrumentos distintivos son el bombo arrullador, el cununo macho, la marimba, el bombo golpeador, el cununo hembra, sus tres voces y la guasa, combinada con ritmos urbanos contemporáneos.
William Angulo y Begner Vásquez, como voces del grupo; Enrique Riascos, en la marimba; Pablo Mancilla, en las congas; Etiel Alegría, en el bombo folclórico; Julio César Mancilla, en la batería; Julio Sánchez, en el bajo; Andrés Pinzón, en las guitarras; Cristian Salgado, en los pianos y teclados; Ulises Varela, en el saxo tenor; y Omar Trujillo, en la trompeta y dirección musical, han recorrido incontables escenarios internaciones y además de inundar toda Europa con su música, en 2013 se llevan la Gaviota de plata en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, pero eso Colombia lo olvida, porque en las emisoras nacionales sólo se oye el pum pum del reguetón, la bachata, la salsa, el pop y muchos otros géneros ajenos a ellos.
Quién diría que tres años después, su canción “Te invito”, lanzada en 2013 y banda sonora de la producción de CMO y Caracol Televisión, “La niña”, retomaría el éxito que se le negó en Colombia su momento, y todo por ser proyectada en un canal nacional. Eso nos pone a pensar. ¿Estamos escuchando buena música?
¿Pero por qué todos lloran?
“¿Por qué todos lloran con esta canción?”, pregunta Begner entre risas. “A mí me gusta. Es mi canción favorita. Me inspiré en la forma de vida del Pacífico, pasa que en un momento de la canción donde trato de generalizarlo para que todo el mundo se sienta como embarcado allí en esa película. ‘Donde dice, mi primer día de colegio, mi peinado, mi primer cuaderno’... cosas que a todo el mundo le pasan. La idea era que se pudiera viralizar a través del sentimiento de otras personas. Creo que la felicidad a veces se expresa con llanto, cuando estás muy cargada. Las nubes toman agua y el agua es vida pero hay un momento en el que el agua tiene que regarse porque ya no cabe más donde está y así son los sentimientos”.
Mientras tenía lugar la entrevista, la guionista de la producción “La niña”, le pidió un autógrafo a Begner. “Soy la libretista de la serie, admiradora de ustedes, les quiero decir una cosa. Cuando yo empiezo a escribir escojo una canción y me inspiro y la canción de ustedes estaba escogida, rogando poder tenerla incluso antes de empezar.... ha sido grande inspiradora”.
Begner le preguntaba extasiado cómo hacía para escribir tantos diálogos, y bajaba la vista mientras garabateaba el nombre del grupo en la carátula de su disco.
“Firme rápido que nos va a dejar el avión... firme por Dios”, decía Pablo Gallego , el argentino que es mánager del grupo.
“¿Cómo es que un argentino es el mánager de un grupo de Cali?”, pregunto, ¡Yo no sé,,, ¡es que estos negros están todos locos!, responde mirando a Begner y estallando de la risa.
Un grupo tan bueno como Herencia de Timbiquí no suena con fuerza en las emisoras de la Costa Caribe...
“Creo que nos ha hecho falta funcionar como funcionan todas las bandas. Fíjate, para que una banda se pegue hay que pagar payola (la “liga” acá en la Costa) y nosotros no pagamos payola... es una dinámica y hay otros elementos también... como el que nuestra música sea nueva y no se ha generado un boom. Hay que tomarse el país de gira”.
Ser de donde son, ¿qué significa para ustedes?
“Ser de la Costa, del campo es lo máximo porque somos personas de corazón transparente, sin vicios, personas puras, honestas yo creo que lo más importante de un ser humano es la honestidad. Siempre me llevo mejor con la gente del campo por eso. Soy de Timbiquí, mi pueblo se llama San José”.
La guerra…
“Me toca. Todavía hay gente nuestra que está en el campo y tú sabes que en todas las zonas rurales hoy en día hay esas temáticas… o sea ya no se respeta y Timbiquí ha sido un refugio de paz por mucho tiempo pero lo ha dejado de ser ciertamente... tampoco es que sea una cosa súper hostil no, pero la gente tiene que andarse con cuidado”.
(...)
Hace unos días, un maestro de maestros les hizo una invitación pública vía Twitter. “A Herencia de Timbiquí, en Cali, cuando quieran grabamos juntos. Será un gusto para mí el compartir con talento joven, que no sólo me enseñará cosas distintas, sino que me permite agradecerle por haberse nutrido de las cosas que he creado a lo largo de La Ruta. Un abrazo, Rubén Blades”.
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