Revista dominical


"Los jóvenes no quieren ser artistas sino famosos"

ANDRÉS PINZÓN SINUCO

25 de agosto de 2013 12:00 AM

Inicialmente pensó quedarse tan sólo seis meses en el país.
La tentadora invitación se la hizo Jorge Alí Triana, a quien Jorge Cao considera el primer director de televisión de Colombia. El anzuelo definitivo fue un papel protagónico en la telenovela Pecado Santo.
Triana no tuvo que insistir demasiado, la idea era atractiva por sí sola, y además desde un primer instante se tendió entre ambos la química del respeto y la admiración por el trabajo que Jorge demostraba como actor y director en la Escuela de Cine y Televisión de San Antonio de Los Baños (Cuba).
Los seis meses se prolongaron hasta 19 años. El cubano le atribuye su permanencia al sentido de calidez que percibió desde que llegó, pero sobre todo a que se enamoró de una colombiana.
A día de hoy su nombre es una institución en la televisión nacional. Pero el reconocimiento no fue gratuito. Más bien es el producto de probarse continuamente en el teatro, la televisión, el cine, e incluso ahora en la canción porque Cao acaba de realizar una producción discográfica llamada ‘Boleros para un actor’, demostrando la versatilidad y la confianza suficiente para invadir terrenos ajenos.
Podría afirmarse que es el cubano más colombiano, pues incluso le fue conferida la nacionalidad y afirma conocer el país mejor que muchos. Esto gracias a un peregrinaje que hizo por las zonas rurales de Colombia para descubrir talentos histriónicos naturales.
El artista también se suma a las protestas habituales de sus colegas, en el sentido del poco apoyo o la ausencia definitiva de impulsos para el arte y la cultura por parte de las entidades estatales. No obstante, su entrega y el profesionalismo no han cambiado con los años. Se considera un trabajador infatigable, consciente de que en su caso la vocación va por dentro y a lo mejor es un camino inequívoco de muchos años en el tiempo. 
Gracias a una invitación de la Alcaldía de Medellín y de la aerolínea VivaColombia fue posible entrevistar a este actor que llegó también a la capital de Antioquia para ofrecer un concierto de boleros en donde dejó claro que merece cada una de las letras que componen la palabra artista.

¿Cuál es la materia prima de un buen actor?
Pienso que la entrega. Pero la gente ve el facilismo de los medios masivos de comunicación, y quieren ser famosos ya. Los más jóvenes no quieren ser artistas sino famosos, y son dos cosas diferentes. A veces ambas condiciones se dan. Pero la gente no quiere estudiar.
Hace poco en Ensamble Teatro estaba ofreciendo un taller. Hice un examen básico y pregunto: ‘¿Cuál es su pintor y novela preferida y porque? A la mitad del aula, de 35 alumnos, le di baja. Entonces uno se pregunta cómo una gente que quiere dedicarse al arte no ha ido a un museo, no se ha leído una novela. No me pueden decir que es porque no tienen plata porque ahí están las bibliotecas y los museos públicos. 
Y la gente así uno la nota. Me ha tocado trabajar con gente que entró a televisión y aprendió tres o cuatro rudimentos de la cámara y vienen a dirigirlo a uno. Pero es una gente con un grado de incultura que evidentemente no va a hacer ningún legado de nada. Son muchas cosas…; Habría que seguir batallando y no cansarse uno. Pero a veces uno se agota porque después de 50 años uno dice que debería estar tirado en una cama descansando o pescando en Cartagena…;

¿Y cómo es su enlace con esta ciudad?
¡Adoro Cartagena! Hace unos años hice ‘El último carnaval’ que es el primer filme de Ernesto McCausland y me quedé con un vínculo muy grande con Barranquilla y Cartagena. Además, por ejemplo, siempre me invitan al Carnaval de Barranquilla y cada vez que puedo voy. Pero como nunca se sabe cuándo voy a llegar porque estoy grabando y llego en el último minuto me gusta quedarme en Cartagena. ¡Y entonces eso es lo que yo disfruto! Porque me levanto al amanecer y arranco a caminar por esa ciudad y percibo el olor a jazmines…; y esas noches que son las mismas noches de mi Habana, y me pongo sentimental.

¿Cómo ve la televisión colombiana actual?
Me parece que estamos el nivel de cualquier televisión de Hispanoamérica y del mundo. Hemos mejorado técnicamente en todos los aspectos. Yo mismo he tenido el privilegio de hacer 19 producciones en el país, y, de esas, 12 están vendidas al mundo en países que uno ni se imagina. A mí me llegó un premio por ‘La Venganza’ desde Moscú (Rusia) porque estaban locos por esa novela.
Eso quiere decir que hay una manera de narrar especial y que la gente que puede valorar realmente la televisión, la valora. Y no tenemos que perder la esencia colombiana de hacerlo.

¿Cómo llegó usted a Colombia?
Bueno llegué hace 19 años, Yo era profesor de la escuela de los tres mundos en San Antonio de Los Baños (Cuba), que es la escuela de cine donde estudian los cineastas y los directores de televisión, y yo impartía televisión allí. Un día llegó Jorge Alí Triana, que es el primer director de Colombia, me vio en el teatro y me dijo: ‘yo quiero trabajar contigo’. Cinco años después me ofreció un rol en la novela Pecado Santo.
Así fue que llegué yo a Colombia y llegué por seis meses y llevo 19 años. Claro que me enamoré de una colombiana y me hundí (ríe).

¿Considera que hay apoyo suficiente en el país para las artes escénicas?
No hay ningún apoyo. Ni del Ministerio de Cultura ni de los centros culturales más importantes. Aquí no tiene apoyo nadie, ¿ok? Yo todo el teatro que dirijo en Colombia…; Me gano la plata en televisión y me la gasto en el teatro…; Esa es nuestra realidad. Pero eso no quiere decir que no vamos a seguir luchando para hacer arte de calidad para un pueblo. Hay que seguir luchando y batallando, y ahí estamos.

¿Por qué dice que conoce tanto a Colombia?
Cuando me nacionalicé di un taller itinerante por todo el territorio y durante muchos años gente que hace cultura empezó a tener contacto conmigo a través de e-mails y empecé a hacer talleres por zonas por donde no va nadie. Y muchos de esos muchachos que fueron talleristas míos decidieron graduarse en el Teatro Nacional.

¿Qué memoria particular le quedó de esos talleres?
He hecho el taller itinerante dos veces. Por ejemplo lo hice en Pailitas (Cesar) que tiene apenas tres calles pero el movimiento cultural que hay allí es tremendo. También lo desarrollamos en Barranquilla en zonas que uno ni se imagina. Recuerdo que una vez en Barranquilla apareció un mulato con ojos verdes que era como Marlon Brando. El tipo además de una pinta tenía condiciones. Y recuerdo que vino el abuelito del muchacho, porque era un chico desplazado por la violencia, y me dice: ‘Si usted me dice que este chico tiene condiciones, lo mando a estudiar, dígame a dónde’. Y le dije: ‘¡Se va para Actors Estudio (Nueva York, EE.UU.) ya!’ Empezamos a hacer las conexiones y se fue. El chico hizo la prueba y se fue. Así que si el tipo regresa algún día tendremos a nuestro Marlon Brando colombiano siendo un talento.

¿Qué piensa del cine que se está haciendo?
Creo que hay buenas producciones pero desafortunadamente nadie se entera. El cine nacional necesita más apoyo porque un país sin cine no tiene rostro. Esa es una verdad a nivel mundial…; Siempre hablamos del narcotráfico y la violencia y nunca hablamos de la gente maravillosa que hace cosas por Colombia en diferentes zonas del país.

¿Cuál es su paraíso personal?
Es mi trabajo. Creo que le he dedicado mucho tiempo a enriquecerme como ser humano y persona y a crecer técnicamente. Es a lo que le he dedicado toda mi vida. He abandonado la familia y cosas que amo profundamente porque tengo que dedicarle más tiempo al proceso de construir a los personajes. Ese es mi paraíso.

Se ha producido un error al procesar la plantilla.
Invocation of method 'get' in  class [Ljava.lang.String; threw exception java.lang.ArrayIndexOutOfBoundsException at VM_global_iter.vm[line 2204, column 56]
1##----TEMPLATE-EU-01-V-LDJSON----
 
2   
 
3#printArticleJsonLd()
 

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS