En shock emocional está la mamá de la joven Heile Bello Montero. Su hija salió el lunes de su casa en Membrillal, a las 9 de la mañana, y dijo que iba a visitar a un amigo al que iban a operar en un centro médico en Bocagrande. Antes de partir, la joven, de 21 años, le dijo a su madre que no se preocupara, que regresaría pronto. Pero su progenitora se quedó esperándola. Nunca volvió.
Al día siguiente, su madre recibió la noticia trágica que hoy la tiene sumida en el dolor. Tras la desaparición de la joven, familiares fueron a la morgue de Medicina Legal y allá, tras ver fotos, confirmaron que el de Heile era uno de los tres cadáveres que fueron hallados el lunes a mediodía, en la trocha que está frente a la entrada de Nelson Mandela, del lado de la variante a Turbaco, en jurisdicción de este último municipio. Desde entonces la madre de Heile no hace más que llorar. “No sabemos por qué le hicieron eso, ella era una niña de su casa y estudiaba gastronomía. No tenía problemas”, dijo entre lágrimas la mujer.
Otro de los cuerpos reconocidos es el de Wilson Enrique Soto Mojica, de 30 años, quien vivía en Pasacaballos. Un hermano dijo que era mototaxista y que el lunes fue a las 8 de la mañana a buscar a un amigo en Membrillal, de nombre Jaime. “A las nueve de la mañana los vieron juntos en la entrada de Membrillal y de ahí no sabemos más. Estamos en el limbo. No sabemos por qué le hicieron eso. Esperamos que las autoridades investiguen”, dijo el hermano de Wilson.
El otro cadáver pertenecería a Jaime Rentería Pedraza, de 31 años. El hombre también vivía en Membrillal, cerca de la casa de Heile.
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