Daniel Enrique Valdez Estrada no pudo más. Tuvo una tarea titánica, pues en la camilla de un centro médico luchaba por seguir aferrado a este mundo, debido a los cuatro balazos y 17 cuchilladas que recibió. (Lea aquí: Tres tiros y 17 puñaladas, la víctima lucha por su vida en una UCI de Cartagena)
El feroz ataque ocurrió el domingo pasado en el barrio La Candelaria. Al día siguiente, en medio de su convalecencia, cumplió 26 años. Los suyos no hicieron mas que pedir al cielo que le diera el regalo más grande de todos: la vida.
Lamentablemente, las heridas que sufrió fueron graves y pereció ayer en la madrugada. Sus familiares están destrozados y piden justicia por el homicidio.
Mañana oscura
Daniel Enrique vivía en La Candelaria y allí muchos lo llamaban ‘el May’. Los suyos recuerdan que le gustaban los deportes y que hace poco participó en un campeonato de fútbol de barrio con un equipo llamado Los Leones.
Pero la suerte del muchacho duró hasta el domingo, cuando apenas el día comenzaba. A las 6 de la mañana, el joven salió de su hogar. Sus parientes contaron que se fue a una tienda cercana a comprar un cigarrillo.
Sin embargo, cuando regresaba a su casa caminando, pasó por el sector La Esquina Caliente y fue entonces cuando tres pandilleros del lugar lo interceptaron. Uno de ellos le dio una cachetada, pero no se sabe por qué motivo.
Cuentan que Daniel corrió tan rápido como pudo, pero uno de los sujetos portaba un arma de fuego y le disparó. El proyectil alcanzó a ‘el May’ en una de sus piernas. Este cayó al piso y sus perseguidores lo alcanzaron.
Casi a quemarropa, el sujeto del arma le volvió a disparar y le causó heridas en un pie, el abdomen y otra en el cuello. Pese a ello, Daniel seguía luchando. Allegados contaron que se arrastraba por el piso buscando ayuda, pero no lo consiguió.
Al verlo indefenso, sus verdugos siguieron con la acción sanguinaria. Entre varios, lo atacaron con cuchillos, causándole 17 heridas. Vecinos del sector empezaron a salir ante los gritos de Daniel.
Los pandilleros huyeron y amigos del herido lo cargaron y en una moto lo llevaron al CAP del barrio. De allí fue remitido a la Clínica Crecer. “Lo operaron de un pulmón, pero quedó en estado crítico. Los médicos nos dijeron que no tenía esperanzas”, relató un pariente.
Y así fue, el pronóstico de los médicos fue acertado. Ayer, a las 4 de la madrugada, casi dos días después del ataque, Daniel murió y con él todos sus sueños.
“Desconocemos por qué le hicieron eso. Él no era un muchacho de problemas y nunca supimos que haya tenido algún disgusto con los que lo agredieron”, concluyó uno de sus familiares. La mujer de Kevin estaba devastada, perdió a su marido y al padre de la criatura de 5 meses que lleva en el vientre. Se dice que entre los agresores de Daniel están dos pandilleros a los que apodan ‘el Kaka’ y ‘el Kevin’.
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