El cadáver de Narciso Marimón Cuevas ingresó a la morgue de Medicina Legal alrededor de las 8:30 de la mañana de ayer. Al hombre de 31 años lo encontró un conocido, colgando de un árbol cerca a su casa, a las 6 de la mañana.
“A él no le faltaba nada, en la casa yo le daba todo, pero él tenía problemas de drogas. Si quería trabajaba vendiendo agua en el Mercado, depronto daba 2 mil pesos pero en la noche me los quitaba para irselos a fumar”, asegurá Juana Cuevas, su madre, al referirse a la adicción del quinto de sus diez hijos.
Dice que su hijo no tenía novia, ni hijos, ni nada. “Era tan desobediente que no tenía ni cédula, ni quería tener nada. Si tenía un dolor lo atendían con mi cédula para hacerme el favor porque él no quería nada”.
Juana, asegura que es madre y padre para sus hijos desde hace 22 años, cuando su compañero falleció y ha trabajado para que no les falte lo que necesitan. Dice que su hijo a veces pasaba hasta una semana sin trabajar y ella le daba la comida y lo que necesitara pero su vicio por las drogas lo llevó a tomar la peor decisión.
Narciso salió la mañana del viernes al Mercado a trabajar, su hermano menor le había dado el dinero para el bus y había pasado todo el día vendiendo agua. Luego regresó a su casa en la noche, pero nadie lo vio volver a salir.
“Todo lo que trabajó se lo bebió y se lo fumó. Él murió por una sobredosis porque fumó marihuana y metió perico, además de ron. Yo no supe de él ni lo fui a ver cuando nos avisaron que se había colgado de un árbol en un patio aquí diagonal”, relata la acongojada madre.
Al parecer, Narciso salió durante la noche y nadie supo más de él, hasta que la luz del alba descubrió su cadáver colgando.
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