¿Cómo identificaron el antebrazo hallado en la estación de policía de Manzanillo del Mar? ¿Cuál es el resultado de la necropsia practicada a los restos óseos encontrados en el mismo lugar? ¿Se dispararon armas de dotación de la Policía Nacional la noche del crimen?
En la sala de audiencias del Juzgado Penal del Circuito Especializado de Descongestión de Cartagena, el fiscal Pedro Díaz Pacheco hace estas y otras preguntas a tres testigos que comparecen en el juicio para esclarecer el asesinato de Kellys Zapateiro Guzmán.
El primero en responder es un experto en dactiloscopia del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Barranquilla, con más 24 años de experiencia en identificación de cuerpos.
“Se trataba de un antebrazo izquierdo que tenía exposición de radio y cubito. Se procedió a hidratar la segunda y tercera falange para hacer la respectiva reseña y comparación”, indicó, agregando que mediante una prueba necrodactilar, verificaron con absoluta certeza que la extremidad encontrada en dicho lugar, la madrugada del 12 de julio de 2014, pertenecía a Zapateiro Guzmán.
CUERPO CALCINADO
En la escena del crimen no solo hallaron parte de un brazo de Kellys. En la sexta audiencia de juicio oral, realizada durante la mañana de este martes, el segundo testigo en declarar, un médico forense, también de Medicina Legal, contó que en el sitio también encontraron restos óseos calcinados. El galeno no titubea en confirmar, con certeza basada en estudios forenses, que en su totalidad pertenecían al cuerpo de la joven asesinada.
“Se infiere que el cuerpo fue sometido al fuego por largo tiempo. Estaba incinerado, hasta el rango del calcinarse y carbonizarse por el calor de unos 1.000 grados centígrados, el calor fue bastante intenso y prolongado (...) Fue una acción para destruir el cuerpo”, sostuvo.
“El húmero tenía un corte producido con una hoja larga, con un objeto cortocontudente (…) Existían fragmentos óseos de la mano derecha, del hueso de la cadera, de la tibia, de una rótula y falanges de un pie. Se consideró que todo correspondía a un solo individuo, no se recuperaron partes del cráneo”, agregó. El especialista explicó que "es imposible que alguien sobreviva a las lesiones que se observaron".
Luego, en la audiencia, testificó un experto en balística de la Policía Nacional, quien analizó una vainilla encontrada en el sitio de los hechos, para verificar si fue disparada por una de las 17 armas de la estación de Policía de Manzanillo. “Las características coinciden con una de estas armas, fueron idénticas con la de una sola arma”, aseguró, corroborando que la vainilla calibre nueve mílimetros se disparó desde un arma de dotación.
MÁS TESTIGOS
En el juicio, para esclarecer el crimen, la Fiscalía ha presentado 18 testigos, entre ellos expertos en genética, balística, medicina forense, dactiloscopia, agentes de la policía, médicos ginecólogos, una enfermera, familiares de la víctima, e incluso el exmarido de la presunta victimaria.
El ente acusador sindica por el crimen a Josefa Cardona Ortega y al expolicía Andrés Díaz Zabaleta, quien para la fecha del homicidio laboraba en la estación de Manzanillo. Según la Fiscalía, a la joven la asesinaron para robarle el bebé de ocho meses de gestación que llevaba en su vientre. Luego, desmembraron y quemaron su cuerpo.
Faltan tres testigos por rendir declaraciones. Entre ellos, una genetista del Instituto de Medicina Legal de Bogotá, un agente de la Policía Nacional y un médico que será presentado por la defensa de Cardona Ortega. La próxima y última audiencia está programada para el 13 de abril. Tras escuchar alegatos, el juez entregará su veredicto.
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