A Samuel Ortiz Montoya siempre lo veían recorriendo las calles de San José de Los Campanos, hablando por un megáfono, haciendo campañas de ayudas para los jóvenes que estaban en programas de rehabilitación por las drogas, y para los que están en riesgo de caer en el pandillismo. El artesano, de 46 años, era muy popular en la zona, pues fungía como presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) del sector Central de Los Campanos.
Ayer, toda esa laboriosidad y ganas de servir se fueron a pique tras la acción de un sicario. Nadie podía creer lo que le había pasado cuando al mediodía una romería se volcó frente a un restaurante popular que está junto al canal El Cacao, en la carrera 103 de San José de Los Campanos. Sentado en una silla y con la cabeza contra una mesa estaba su cadáver, empapado en sangre. La macabra imagen causó estupor a sus conocidos.
Samuel acababa de ser víctima de un pistolero que llegó de parrillero en una moto y lo sorprendió por la espalda mientras se tomaba una sopa y le dio cuatro balazos en la parte posterior de la cabeza, matándolo en el acto. Pasmadas quedaron varias personas que acompañaban a Samuel, con quienes instantes antes realizaba trabajos de limpieza en el caño. Estas solo pudieron gritar ante el ataque a bala. Luego, el sicario corrió a la moto en la que lo esperaba su cómplice y huyeron.
La Policía informó que fueron aprehendidos dos sospechosos del crimen, que fueron llevados a la Fiscalía.
Investigan móviles
El general Rodrigo González, comandante de la Policía Metropolitana de Cartagena, indicó que fue conformado un grupo especial, dirigido por el comandante de la Sijín, para acelerar las investigaciones del caso y obtener rápidamente resultados. Algunos vecinos rumoraban que el móvil del crimen podría ser pasional, otros que estaría relacionado con un contrato y algunos que sería por su labor como líder, pero aún no hay nada cierto. La Policía no confirmó ninguna de esas versiones e indicó que los móviles aún se desconocen y son motivo de investigación. También señaló que el líder nunca presentó denuncias por amenazas o por algún problema. No tenía antecedentes penales.
La víctima, quien trabajaba empajando mecedoras, era oriunda del municipio de Bolívar, que está al suroeste de Antioquia.
Llegó a Los Campanos hace más de 15 años, donde vivía con una hija, a solo unas dos cuadras de donde lo mataron. Llevaba muchos años trabajando por el bienestar de su comunidad y eran una excelente persona. Lamentamos profundamente la muerte de este compañero. Esperamos que casos como estos no vuelvan a pasar”, dijo Bernardo Romero, director de la Escuela de Gobierno.
Dionisio Vélez, alcalde de Cartagena, también se pronunció. “Cartagena no puede seguir ensuciándose de sangre. Ese tiene que ser un propósito tanto del alcalde como de los ciudadanos. Aquí no hay espacio para bandidos y vamos a llegar hasta las últimas consecuencias”, dijo.
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