Los parientes de Reynaldo Ochoa Redondo dicen que nació y creció en Getsemaní. Allí vivía y muchos lo reconocían como el ‘Negro Aceite’ porque hasta hace pocos años vendía aceites para automotores en el antiguo Reloj Floral, en el Pie del Cerro.
Vivía solo y ahora se ganaba la vida como mototaxista. Los suyos dicen que no tenía problemas ni amenazas, y por eso no entienden por qué lo mataron. Ayer, el hombre, de 52 años, fue baleado en La Quinta, cuando estaba en su moto.
Ana Ochoa, la menor de los tres hijos del mototaxista, contó que fue a la casa de este el domingo. “Hablamos y estaba normal. Me dijo que el sábado que viene se iba a quedar con el segundo de mis hijos, que tiene once años, pues estaba muy apegado a él. Era su adoración”, dijo entre lágrimas Ana.
Pero Reynaldo no pudo estar con su nieto porque la muerte se lo impidió. Ayer, como solía hacerlo, salió de su casa a las 5 de la madrugada a trabajar. Recogió a un cliente que le pidió que lo llevara a La Quinta, pero todo parece indicar que fue una trampa.
Al llegar al Callejón Carrillo de La Quinta, ocurrió lo peor. Se dice que el pasajero le pidió que se detuviera y en ese momento sacó un arma de fuego y le dio un balazo en la cabeza al mototaxista.
El agresor bajó del vehículo y huyó, mientras que Reynaldo cayó junto a su vehículo, muriendo en el acto.
“Eso fue un ataque directo. Robo no porque no se le llevaron la moto, ni tampoco sus pertenencias. No entendemos por qué le hicieron eso”, relató entre lágrimas Ana Ochoa. La Policía Metropolitana de Cartagena realiza las investigaciones para determinar los móviles y autores del asesinato.
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