Un día te acuestas pensando en lo que tienes, pero a la mañana siguiente no sabes cómo despertarás”. Eso es lo que se repiten algunos habitantes de Simití, sur de Bolívar, tras la tragedia de una familia en el corregimiento Animasaltas, jurisdicción de ese municipio.
Y ello porque el martes en la noche Linda Yesenia Muñoz López se acostó junto a su marido Jorge Isaac Marimón López y sus dos hijos, de 2 y 4 años, y ayer despertó estando sola, en un hospital de Bucaramanga. Abrió sus ojos y ya mueve la cabeza, pero no puede hablar y aún sigue grave. No sabe que el mismo gas que inhaló y que la tiene en ese estado, mató a sus dos pequeños y al hombre que amaba.
“Hace contacto visual y asiente con la cabeza cuando se le pregunta algo, pero no habla. Los médicos dicen que hay que darle tiempo a ver cómo evoluciona y que solo Dios sabe si se puede salvar”, explicó Marcela Muñoz López, hermana de Linda.
Y mientras su padre y su hermana se encargan de cuidar a Linda en el hospital de Bucaramanga en el que está internada, otro calvario doloroso es el que se vive en el corregimiento de Animasaltas. Ayer en la tarde sería enterrado Jorge Isaac en el cementerio de esa población. Mientras, se espera que los cuerpos de sus dos hijos sean entregados hoy en la morgue de Simití para que también puedan ser llevados a su última morada.
Y mientras pasan las horas dolorosas de las honras fúnebres, los parientes de estas personas esperan que pronto entreguen los resultados de las necropsias que le hicieron a los cuerpos, para saber si en verdad lo que les causó la muerte fue el monóxido de carbono producido por una planta eléctrica que tenían dentro de la casa en la que vivían.
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