Salud


Madre atestigua que “la cura del autismo sí existe”

MÓNICA MEZA ALTAMAR

27 de mayo de 2018 12:00 AM

“¿Eso tiene cura?”, preguntó Marta Paola Giraldo Vásquez el 15 de noviembre de 2017, al neuropediatra que diagnosticó a su hija Mariadelosangeles con el trastorno del espectro autista.

“Yo conocía muy poco qué era el autismo” -admitió-. “Me contesta: ‘eso no tiene cura. Solo unas terapias le pueden ayudar a mejorar’, y le mandó cinco sesiones intensivas diarias de fonoaudiología, terapia ocupacional y psicología”.

La mujer contó que antes de cumplir dos años, la pequeña comenzó a mostrar dificultad para comunicarse y comportamientos repetitivos. “Cuando ella tenía un año y dos meses tuve otro bebé. Cada día él evolucionaba y ella empeoraba. A partir del año y nueve meses dejó de hablar, pasaba en un rincón y aleteaba las manos. La llevamos al neurólogo y me dijo que tenía autismo”.

Recordó que “gracias a que conozco un poco de Dios no me dejé llevar por el duelo, ni me sentí triste, abrumada, sentí: yo tengo que hacer algo por mi hija”. Con ese pensamiento retumbándole en la mente, Marta inició una búsqueda de información por Internet.

“Cuando empiezo a estudiar el autismo descubro que mi hija tenía todas las características: no miraba, andaba en punta de pies, no toleraba los sonidos y vivía con estereotipias y berrinche. Encontré muchos métodos para tratarlo, entre ellos el de Gregorio. Lo empecé a estudiar, algo me decía que sí podía ayudar a mi hija, porque no trabaja con paliativos, para controlar o reducir sus síntomas, sino internamente.

“Las personas con autismo sufren de disbiosis intestinal, parasitosis, candidiasis, intestino permeable, síndromes que ayudan a que los metales pesados lleguen al cerebro de los niños y atrofien su normal funcionamiento. El método de Gregorio hace una desintoxicación del cuerpo por medio de suplementos naturales libres de caseína, gluten y soya”.

Así se unió y venció

Ansiosa porque familiares de personas con autismo hagan lo mismo, Marta contó cómo se hizo parte del método de Gregorio J. Placeres, químico farmacéutico residente en Grove City (Ohio, Estados Unidos).

“Él tiene un grupo mundial en Facebook. Uno manda la solicitud y él envía la evaluación ATEC (Lista de Evaluación de Tratamientos para el Autismo). Son unas preguntas sobre habla, conciencia, comportamiento. Si el niño obtiene 10 puntos hacia arriba se considera con autismo. Si obtiene 10 hacia abajo no puede pertenecer al grupo porque no tiene las características. Mi bebé sacó 123 puntos, un autismo severo”.

En la primera semana de iniciado el método, Mariadelosangeles mostró el primer cambio. “Ella tenía un trastorno del sueño. Esa semana empezó a dormir en la noche. Sufría de diarrea, mejoró; también mejoró los manoteos, aleteos, estereotipias, y empezó a socializar”, sostuvo la madre.

Destacó que “a los dos meses de estar con el método bajó de 123 a 43 puntos. A los cuatro meses a 21 y no alcancé a hacer el siguiente reporte. Uno reporta avance o retroceso cada dos meses, pues en algunos casos los pacientes pueden retroceder, pero mi hija salió en seis puntos antes de los seis meses. ¡Es algo hermoso! Ya dice oraciones de cuatro palabras.
“En mi familia cada día nos sentamos a leer las preguntas del ATEC para ver qué hace mi hija y qué no, y confirmar que está curada. Ella habla con sus dos hermanos, propone, sonríe, juega. Prende los suiches en la noche, apaga los abanicos, invita a todos a dormir. Antes ni escuchaba cuando la llamaban por su nombre y ahora hasta dice cómo se llama. No pensaba ingresarla a una guardería, pero la llevé para mirar cómo socializaba y la profesora me dijo que es una niña normal. Es inexplicable mi felicidad”.

Marta recalcó que “un niño con autismo está muy contaminado internamente, con el método de Gregorio se desintoxican y vuelven a nacer. Así renació mi hija. Para mirar su transformación, el martes tuvo cita de seguimiento con neurología. El especialista que estaba, diferente al que la diagnosticó, me preguntó a qué le atribuíamos su mejoría si solo asistió tres semanas a terapias. Para ellos es muy contraproducente quitarle el diagnóstico. Ahora le mandaron terapias de rehabilitación enfocadas a mejorar sus habilidades comunicativas y disminuir conductas inadecuadas”.

Dice la historia clínica, con fecha 22 de mayo de 2018, que en la niña “se evidencia contacto visual, atención conjunta, socialización limitada, leves estereotipias en manos al parecer cuando se emociona (...) camina en punta de pies, aunque no todo el tiempo, presenta buen patrón de sueño (...) buen control postural, realiza traslados y cambios posicionales de forma autónoma, sortea obstáculos (...) Los patrones de desarrollo motor, como son lanzar, patear, correr, saltar y atajar están presentes y en un estado inicial acorde a su edad ”.

La orgullosa madre añadió que “Gregorio nos instruye (...) Me dijo que como ella tenía parasitosis era mejor aislarla de las terapias. Cuando estuviera libre de contaminación, y empezara a reconocer el mundo, podía ir a aprender. Las terapias sirven, pero deben ser un complemento. Es más difícil el trabajo cuando los niños no están conectados con la realidad, viven en una burbuja”.

Se ha producido un error al procesar la plantilla.
Invocation of method 'get' in  class [Ljava.lang.String; threw exception java.lang.ArrayIndexOutOfBoundsException at VM_global_iter.vm[line 2204, column 56]
1##----TEMPLATE-EU-01-V-LDJSON----
 
2   
 
3#printArticleJsonLd()
 

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS