El zancudo hembra del aedes aegypti, como lo describe el doctor Carlos Pérez, infectólogo experto en medicina tropical, es tremendamente versátil. Eso le permite sobrevivir fácilmente en nuestro entorno y transmitir no solo el dengue y el chikungunya, sino el Zika.
Se trata de un virus, que como los anteriores, se originó en África hace décadas, pero que está empezando a cruzar fronteras. Ya se conocen casos de afectados con este mal en Chile y nuestro vecino, Brasil.
El especialista habló con El País sobre las características de este mal.
¿Ya hay casos sospechosos de Zika en Colombia?
En el momento no. Sucede que el zancudo que lo transmite es el mismo del dengue y el chikungunya: el aedes aegypti. Como ya las otras dos enfermedades han estado presentes, existe la posibilidad de que aparezca este nuevo virus, ya que tenemos el vector que transmite la enfermedad.
¿Se sabe cuánto puede demorarse en llegar el virus al país?
Tenemos todas las condiciones para que sí llegue, independientemente del control que uno pueda hacer a la zona, los zancudos no respetan fronteras, es muy fácil que la enfermedad pueda pasar de un país a otro. En este caso hay reportes en Chile y en la costa norte del Brasil. Están en vigilancia constante para ver si se presentan casos en las zonas fronterizas por la costa amazónica. Sin duda tenemos el riesgo.
¿Cómo es el Zika?
Es muy parecido al dengue, se presenta fiebre, dolor de cabeza, afecta mucho los músculos y hay dolor articular, pero característicamente el Zika presenta edema en las piernas e irritación en los ojos, similar a una conjuntivitis. Sin embargo, es una enfermedad de curso autoresolutivo, es decir, que con tratamiento sintomático se resuelve solo en la mayoría de los casos y las complicaciones son de muy baja frecuencia, aunque pueden existir.
¿Cuánto se demoran los dolores del Zika?
Es mucho más limitado que el chikungunya, que puede ser de varios meses. En el Zika el cuadro es de una semana, máximo dos.
¿Cómo se diagnostica el Zika?
Con exámenes de sangre, se puede hacer una prueba serológica para determinar la presencia del virus, a lo que se suman el cuadro clínico, con los síntomas.
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