Salud


Después de la muerte, da luz a otros ojos

MÓNICA MEZA ALTAMAR

04 de diciembre de 2017 12:00 AM

Más de 17 meses sin ver con claridad por el ojo derecho le han parecido una eternidad a Roberto Figueroa. El 12 de junio de 2016 tuvo un accidente con un alambre de púa que hoy lo tiene a la espera de un trasplante de córnea.

“Un domingo que estaba trabajando en soldadura, en Arjona, un alambre de púa me rozó el ojo derecho y alcanzó a tocarme la córnea. Instantáneamente me quedó opaca la vista”, lamenta Roberto.

A pesar de esa anomalía, apenas este año le dijeron que necesitaba un trasplante de córnea. “Después del accidente, el primer doctor que me atendió me dijo que tenía el cristalino afectado. Meses después, un especialista me hizo una operación en el ojo para ver qué tenía. En febrero de este año me dijo que el cristalino y la retina estaban bien, que la que no me dejaba ver claramente era la córnea, pero con un trasplante y la ayuda de Dios volvería a ver por el ojo derecho”.

Según el hombre de 36 años, desde el pasado marzo se avisó a la Coordinación Nacional de la Red de Donación y Trasplantes, que él estaba a la espera de una córnea.

“En la IPS que hizo la solicitud de la córnea me dijeron que eso podía demorar años. He ido a preguntar y he estado pendiente porque quiero salir de esto rápido. Es mucho lo que he sufrido”.

El arjonero, quien ahora vive en el barrio San José de los Campanos y trabaja en un taller de soldadura familiar, reconoce que desde el día del accidente hasta hoy ha recuperado bastante la visión, sin embargo aún no ve con claridad.

“Solo veo siluetas y colores, y los veo como cuando está la ventana empañada. Gracias a Dios no he tenido ningún accidente porque manejo moto y necesito mis dos ojos para poder estar más seguro en la vía, ir a sitios más lejos”.

“Un acto de amor”
Para Jesús Eduardo Martínez Montero, director médico de la Fundación Banco de Órganos y Tejidos (Bancort), “donar es un acto de amor” y “una manera de seguir viviendo en otra persona”.

El oftalmólogo advierte que son al menos 400 bolivarenses y 2.130 colombianos los que están esperando por una córnea. “Una nueva córnea le va a devolver la visión a cualquier persona ciega, incluyendo niños, pero antes de extraer este tejido a un cadáver hay que consultar al Instituto Nacional de Salud (INS), para saber si en vida esa persona expuso su deseo de no ser donante”.

“Este deseo -explica- se hace en una notaría o en su EPS. Si la persona fallecida no lo hizo así, en el INS aparece que es un donante que no ha expresado ese derecho y por ende es un potencial donador de órganos. La ley no dice que se necesita el consentimiento de la familia, pero siempre es tenida en cuenta y se le explica el deseo de extraer esa córnea”.

Martínez precisa que “la córnea es la estructura transparente que tenemos en la parte frontal del ojo, es el lente más potente que existe en el ojo, el cual tiene una potencia de 40 a 45 dioptrías. Si está opaco no vas a ver. Entonces las personas vivas necesitan de las muertas para dar luz a sus ojos”.

¿Cómo lo hace Bancort?
Desde julio de 2017, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) certificó las condiciones sanitarias y de buenas prácticas del Banco de Órganos y Tejidos.

Bancort es el primer Banco de Córneas autorizado por el Invima, el Instituto Nacional de Salud (INS) y el Instituto Nacional de Medicina Legal para obtener la donación de córneas en Bolívar.

La labor de Bancort “es altruista. Las córneas no se cobran. Nosotros las extraemos del cadáver y se las damos a quien las necesita. Lo único que podemos cobrar es lo que nos gastamos en la conservación de la córnea”, dice el director médico Jesús Martínez.

“El proceso -puntualiza- se inicia con la determinación de la posibilidad de que la persona fallecida sea donante de órganos y tejidos, sigue la extracción y la conservación, que incluye el procesamiento. Esto significa determinar si la córnea es viable para que pueda ser trasplantada en un ser humano”.

“Después de ese procesamiento -continúa Martínez- se determina hacia dónde puede ir esa córnea y entonces viene la distribución, que implica el embalaje y envío a las IPS registradas en la Coordinación Nacional de Trasplantes. No a cualquier IPS se puede enviar una cornea. Solo las IPS trasplantadoras pueden realizar trasplantes de córneas”.

En la ciudad, este tejido solo puede ser enviado a la Clínica Oftalmológica de Cartagena y al Centro Oftalmológico Ebenezer.

El médico señala que “después de que el paciente muere, si está en condiciones de temperatura normal, tenemos seis horas para extraer la córnea. Si está refrigerado, de 12 a 15 horas”. Extraídas y refrigeradas, “las córneas pueden esperar máximo 11 días para ser trasplantadas, pero una córnea llega hoy y mañana se está enviando a alguna IPS porque hay una necesidad urgente de córneas en todo el país”.

Se ha producido un error al procesar la plantilla.
Invocation of method 'get' in  class [Ljava.lang.String; threw exception java.lang.ArrayIndexOutOfBoundsException at VM_global_iter.vm[line 2204, column 56]
1##----TEMPLATE-EU-01-V-LDJSON----
 
2   
 
3#printArticleJsonLd()
 

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS