En una ocasión, me dirigía hacia la casa en un vehículo de transporte público, (afortunadamente sentada) con los audífonos del reproductor insertados por supuesto en mis oídos y escuchando lo que para mí son hermosas melodías. Noté que la señora que acertó a sentarse a mi lado, me miraba con ciertas ganas de decirme algo y posteriormente ví que movía sus labios como articulando una frase. Confieso que, de mala gana, me quité los audífonos y le pregunté a la señora si había algo que me quería decir. Ella, con el aire propio de la señora mayor que se dirige a una escuálida muchachita, señaló mis audífonos y me dijo: “eso es lo más malo que han podido inventar, te vas a quedar sorda.”
Los efectos de los altos niveles
Para empezar, los científicos han establecido una tabla donde se anotan los niveles que son seguros e inseguros en cuanto a la percepción del sonido. El decibelio o decibel, es una unidad empleada en acústica, para mirar el nivel de potencia e intensidad del mismo. Para darnos una perspectiva, la voz humana promedio tiene entre 30 y 40 db, y un concierto de música, aproximadamente 110 db.
Se habla de umbral de la audición, cuando existen niveles que son requeridos para ser percibidos por el oído humano. Cuando el sonido supera los niveles para tal fin, se habla de “umbral de dolor” es decir las condiciones en las que el sonido se vuelve perjudicial para este sentido.
Luego del suceso en el vehículo de transporte público, me propuse conocer qué tan cierto es eso de que podría perder mi tan utilizado sentido de la audición, por lo cual consulté a cuántos decibeles puede llegar un aparato reproductor de mp3 y un celular, que son las herramientas de diversión que actualmente los jóvenes no sabemos dejar de lado. La respuesta me decepcionó un poco y le dio algo de razón a la señora. Los celulares y mp3 incluso pueden llegar a los 100 decibeles, y es muy usual que normalmente los usuarios de estos aparatos, escuchemos nuestras canciones con el máximo volumen que permite.
Dirk Cervantes Pacheco, profesional de la salud de la Universidad Simón Bolívar, me explicó acerca del daño que pueden causar los altos niveles sonoros al oído medio. Él explica que “con estos elevados estímulos, se causan lesiones en los huesecillos y el órgano de corti, responsable del proceso auditivo, produciendo en casos críticos, la pérdida de la audición.”
Debemos recordar que todo en exceso es malo, así que de ahora en adelante, a bajarle el volumen al reproductor.
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