De avena, almendras, nueces o avellanas; e incluso de ajonjolí, el universo de las llamadas leches vegetales es amplio y extenso. En realidad, leche es es la que viene de las madres —o de las madres de los animales mamíferos—, no obstante, estas bebidas de origen vegetal creadas a partir de frutos secos o cereales, en su mayoría, se han convertido en una alternativa que genera otras texturas y sabores.
La médica Mireya Paz explica que “son un poco más ligeras y refrescantes; algunas tienen un buen aporte de calcio como la leche de ajonjolí”. Sugiere también preparaciones como la denominada “leche dorada”, a partir de una taza de leche de coco, una cucharadita de cúrcuma y una pizca de nuez moscada; y se puede endulzar con agave. Ideal para tomar por las noches, tibia, antes de dormir. Además actúa como protector cardíaco, según indica Alejandro Junger, médico cardiólogo y autor del método clean.
El chef argentino chef Javier Medvedovsky, en su libro Espiritual Chef, recomienda condimentar la leche de almendras con canela, anís y cacao; y endulzar, preferiblemente con dátiles, ciruelas, miel de agave o la misma estevia.
La imaginación es el límite en cuanto a las formas de prepararlas. Más allá de las preferencias y opciones de vida, lo interesante es que se pueden hacer en casa, para aprovechar todas las propiedades, incluso el excedente para hornear galletas.
Variedades de leche
Conozca algunas fuentes de leches vegetales, de frutos o cereales.
Arroz: es ligera aunque no tiene aportes tan nutritivos como otras leches. Las que se encuentran en el mercado, de origen estadounidense, tienen alto riesgo de contaminación por arsénico, indica Mireya Paz.
Avena: es refrescante y al tomarla se obtiene los beneficios tranquilizantes de la avena sativa. La bebida se hace a partir de la avena en hojuelas no de la que es instantánea y con el excedente que quede (al igual que la de almendras), se pueden hacer galletas.
Coco: “tiene propiedades muy benéficas para la salud, grasas saturadas no hidrogenadas y triglicéridos de cadena media, que son utilizados por el cerebro”, precisa Paz. Tiene la ventaja de que se puede combinar con frutas en batidos. Para los deportistas representa una buena fuente de energía.
Almendras: Lo mejor es hacerla en casa a partir de la almendra natural, porque las que se compran en el mercado tienen azúcar añadido. Al prepararla se obtienen las grasas, antioxidantes y proteínas además del potasio y minerales.
¿Cómo hacerlas en casa?
Leche de almendras
Ingredientes
- 200 g de almendras (remojadas en agua previamente durante 8 horas)
- 1 litro de agua
Preparación
1. Una vez remojadas, cuélelas, lávelas y tritúrelas agregando el agua poco a poco.
2. Pase la mezcla por una bolsa de tela o una tela bien fina (algodón, lino o nylon, sin tintas).
3. Comprímalas hasta lograr que salga la última gota y quede lista la leche. Consérvela en la nevera, generalmente dura dos días.
Fuente: Espiritual Chef (Urano,2015).
Monstruo verde clásico
Ingredientes
- 1 taza de leche de almendras u otro tipo de leche vegetal
- 1 taza de hojas de espinacas tiernas
- 1 unidad de plátano maduro, pelado y congelado
- 3 unidades de cubitos de hielo
- 1 cucharada de crema de almendras o de cacahuetes
- 1 cucharada de semillas de chía
- ¼ cda de extracto puro de vainilla
- Cantidad necesaria de canela molida
Preparación
Mezclar todos los ingredientes en la licuadora y refrigerar.
Fuente: El brillo de la salud, de Angela Liddon (ED. Sirio, 2014)
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