El obispo de la Diócesis de Sincelejo, monseñor José Clavijo Méndez, hizo un llamado a las autoridades sucreñas, a crear entornos protectores para los niños, niñas y adolescentes.
Lo anterior, en el marco de un encuentro de integración del proyecto Fomento a la Paz y la Reconciliación “Entornos Protectores”, que desarrolla el Secretariado Diocesano de Pastoral Social-Diakonía de la Paz, con 200 niños, niñas y adolescentes de los municipios de Sincelejo y Tolú.
Clavijo Méndez pidió a los administraciones municipales que se comprometan cada vez más con el bienestar de los menores, en especial los que viven en condiciones de vulnerabilidad, para que ni la violencia ni la drogadicción los afecten.
“Ojalá, con la experiencia que tenemos, los municipios también ayudaran a que este programa se siga desarrollando. Es un llamado, no podemos solucionar todos los problemas que hay, pero ponemos un granito de arena, tratando de buscar soluciones reales y eficaces a tanta problemática que hay en ciertos ambientes”, dijo el Obispo de Sincelejo.
Fomento a la Paz y la Reconciliación “Entornos Protectores” está dirigido a 100 niños, niñas y adolescentes de los barrios Puerto Arturo y Villa Mady, en la zona Sur de Sincelejo, y 100 más de los barrios El Símbolo y Los Laureles, de Tolú.
Según los promotores del mismo, el método de trabajo y estimulación utilizado es a través de talleres lúdicos y recreativos. Asimismo, el Programa involucra a los padres de familia, las juntas de acción comunal, para que entre todos los niños crezcan en ambientes lo más protegidos posible.
Vianis Martínez, beneficiaria del programa, contó que gracias a la intervención social de la Diakonía de la Paz, su hijo ha mejorado sus habilidades comunicativas y la expresión de sus sentimientos y comportamientos.
Érika López Correa, coordinadora del proyecto, que se desarrolla con el apoyo financiero del cooperante Misereor, obra de la Iglesia católica en Alemania, explicó que el principal objetivo de “Entornos Protectores” es que los niños aprendan a cuidarse a sí mismos y a diferenciar las buenas y malas intenciones de quienes se les acercan.
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