Desde finales de la década de los ochenta la población de burros y burras en Colombia viene disminuyendo efecto que se le atribuye a una macabra practica que se investiga desde el mes de enero del presente año.
Se trata de las matanzas de esta clase de animales que desconocidos vienen propinando en Atlántico, Córdoba, La Guajira y Sucre, donde se concentra la mayor población de la especie en la Nación.
Hasta la fecha en dichos departamentos ya van 91 burros masacrados para quitarles su piel y aunque las autoridades han tomado cartas en el asunto, los resultados contra esta clase de abigeato no han sido concretos.
La oscura práctica, según las autoridades, se viene dando especialmente para quitar y luego comercializar las pieles de estos ejemplares, pues en la mayoría de los casos los asnos sacrificados han aparecido sin su epidermis.
Pero de acuerdo con el Teniente Coronel, Iván Calixto, Comandante Operativo de la Policía en Sucre, los burros vivos están siendo traficados hacia el departamento de Antioquia, en donde es aprovechado en su totalidad, pues no solo sustraen su pellejo, sino la carne.
Al parecer, en dicho departamento los asnos están siendo utilizados para la producción de embutidos e incluso alimentos para animales, así mismo se cree que la piel es exportada a China para la elaboración de zapatos, carteras y otros elementos de cuero.
También se han escuchado versiones extraoficiales sobre este macabro fenómeno, una de ellas indica que la piel de burro está siendo usada para la elaboración de cremas cosméticas de rejuvenecimiento del cutis, pues se cree posee un colágeno especial.
Para evitar nuevas matanzas en la región la Policía ha desarrollado campañas tendientes a incentivar el cuidado de los burros entre sus propietarios y el aviso a las autoridades en caso de observar acciones sospechosas en contra de estos animales.
Igualmente, vienen ofreciendo hasta cinco millones de pesos como recompensa por información que conduzca a quienes están asesinando burros para llevarse su piel y al tiempo trabajan con un grupo especializado de investigación para atender el tema.
Únicamente en el departamento de Sucre, a la fecha la Policía reporta la incautación de cerca de 200 burros que eran transportados irregularmente por carreteras de la región y conducidos al parecer hacia el interior del país, pero hasta el día de hoy no se reporta ninguna captura.
Las masacres de burros
En el mes de enero del presente año, en Sabanalarga (Atlántico), 15 burros fueron asesinados para arrancarles su piel, otros seis fueron igualmente sacrificados en la localidad de Candelaria y cuatro más en Usiacurí.
Entre tanto, en una finca del corregimiento de Cañaveral, jurisdicción de Los Palmitos (Sucre), fueron hallados ese mismo mes, siete ejemplares muertos sin su piel y ocho más en otro sector rural de esa misma localidad.
En el mes de marzo, aparecieron muertos y sin su piel, ocho burros en la finca Techo Rojo de Betulia (Sucre) y en el corregimiento de Caracol, perteneciente a Toluviejo, hallaron otros cinco ejemplares sin su pellejo.
Luego, en el mes de abril, en el corregimiento de Pileta, en Corozal (Sucre), fueron hallados dos burros sin su epidermis; en el corregimiento de San Antonio (Sincelejo), 10 y otros 10 en Sabanas de Pedro, corregimiento de Los Palmitos (Sucre).
Días después, en los corregimientos de Bajo Grande, Pijiguayal, Las Piedras y Catalina, de Sahagún (Córdoba), hallaron un total de 12 asnos sacrificados para arrancarles su piel, sin contar los encontrados en Ciénaga de Oro.
Las masacres de burros más recientes ocurrieron el mes pasado en Uribía (La Guajira) y San Andrés de Sotavento (Córdoba), en donde igualmente no se sabe quien está realmente detrás de estas masacres.
Consumo de carne de burro
Este medio consultó al médico sincelejano José Luis González Mendoza, para conocer los riesgos que existen ante el consumo de carne de burro.
“Los equinos padecen de muchas enfermedades contagiosas, pero pocas se transmiten al hombre, aunque epidemiológicamente es posible. Por eso se podría decir que la carne de burro es segura consumirla, cuándo se sacrifica y cría el animal en condiciones de higiene”.
El galeno al mismo tiempo indicó que el resto serían cuestiones culturales, pues las carnes de todos los animales que comúnmente consumimos, como son las carnes de res y cerdo, conllevan ese mismo riesgo, pero lo vemos normal, pues su ingesta ha sido tradicional.
Cabe anotar que como antecedente de este tema quedó registrada la captura en agosto de 2014 de Luis Manuel Anaya Madera, conocido como “Lucho Burro”, atrapado en Lorica (Córdoba) con cuatro toneladas de carne de burro empacadas que pretendía transportar en un furgón y comercializar haciéndola pasar como de res en Montería, Cereté y Bogotá.
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