El fiscal Mario Lora Correa, investigado por haber dado muerte a dos jóvenes en Montería en junio de 2016, fue trasladado de nuevo a la ciudad, luego de permanecer cerca de un año trabajando en Barranquilla.
Fue designado como delegado de la Fiscalía ante el Gaula para casos relacionados con extorsión y llega bajo absoluto hermetismo a la sede de la entidad, ubicada en la calle 29 con Avenida Circunvalar, según confirmaron funcionarios del órgano investigador.
Lora, quien llega en su vehículo directamente al sótano y entra con sigilo para evitar ser visto en Montería, ha sido observado por los familiares de las víctimas en su lugar de traajo, en misa en la margen izquioerda y en un almacén de repuestos de bicicletas del centro de la ciudad.
Como se recordará, el fiscal es investigado por los crímenes de Harold Suárez Rivas y Camilo Andrés Rodríguez, a quienes les disparó a quemarropa en aparente estado de embriaguez, luego que su hijo lo llamara al celular para informarle que había sostenido una riña con ellos al interior de una discoteca en la zona rosa de la calle 41.
En su momento, el fisal dijo que les había disparado en defebsa propia, pero luego esta versión fue desvirtuada por varios testigos e incluso por un policía que resultó herido en la mano, tratando de desarmarlo.
La audiencia preparatoria del juicio, que debe cumplirse en el Juzgado Promiscuo de Lorica, está estancada desde el año pasado, mientras los sujetos procesales aún no han sido convocados este año, pues en distintas oportunidades los jueces se han declarado impedidos, aduciendo un alto grado de amistad con su padre el exmagistrado Álvaro Lora Villa y con el mismo colega.
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